miércoles, 15 de octubre de 2008

Blog Action Day 2008 - Pobreza jurídica

Hoy es el Blog Action Day, y por poco pierdo la oportunidad de participar. De hecho, si hubiera recordado la fecha, no habría publicado hace menos de 12 horas. Sin embargo, eso no importa a estas alturas. Quienes pertenecemos al grupo de bloggers que consideramos que esta herramienta es algo más que un simple juego de palabras, y que debido a la paternidad (o maternidad) de cada uno respecto de su blog, surge necesariamente una responsabilidad conexa, es importante no pasar por alto estas fechas especiales.

Soy de los que considero que las iniciativas “vistosas” con miras a luchar por una causa noble, normalmente se convierten en oportunidades escénicas para mostrar el mejor ángulo de cada quién, ya sea el humano preocupado, o el físico sensual, o el social luchador. En fin, quienes alguna vez leyeron mi post inaugural acerca de la marcha contra el secuestro, entenderán a qué me refiero. A pesar de esa prevención contra esta clase de iniciativas, me llamó la atención un comentario que se encuentra en la página de http://blogactionday.org/ invitando a los bloggers a participar la iniciativa, pero sin salirse del tema central del blog. Es decir, que el día de hoy no debo pretender convencer a la humanidad que soy perito en temas de pobreza, porque simplemente no lo soy. Lo que sí debo hacer, es aprovechar la oportunidad para vincular a algunos de mis lectores (ojalá fueran todos) con esta causa por la defensa de los pobres, o por lo menos, intentar que reflexionemos un poco sobre el tema.

Como suele ser mi estilo, intentaré mezcla un poco de elementos teóricos y prácticos para plasmar una imagen que sirva de objeto de estudio. El día de hoy me valdré de dos ejemplos, ambos locales, por considerar que no debo cruzar océanos y buscar en el África para encontrar la pobreza, cuando en mi propia tierra puedo encontrar numerosos ejemplos de ella.

Ejemplo 1:

En la actualidad, mucho se discute sobre el estatuto de las víctimas, sus bondades, sus defectos, y la motivación real detrás de ella. En estos macroprocesos de desmovilización donde teóricamente buscamos la paz en Colombia, todo ello fundado en la satisfacción de los derechos a la verdad, a la justicia y a la reparación de las víctimas del conflicto, nos damos cuenta que alguien miente, o tal vez, todos mienten.

Hace un par de meses, una amiga de mi alter ego (el no emplumado) me llamó horrorizada para contarme acerca de una situación que se vivió una tarde en el “exclusivo” (esta palabra es más detestable que “honorable”, o incluso que la popular “Casa de Nari”) Parque de la 93, al Norte de Bogotá. A este espacio público llegaron algunos de los desplazados por la violencia que habitan en la ciudad. Ante la desesperación de este grupo por el reiterado y sistemático incumplimiento de promesas por parte de los gobiernos (local y nacional), decidieron tomarse el parque hasta que se les escuchara y se les solucionara su situación.

La estética del “exclusivo” parque se estaba viendo trastocada, y eso no favorece a los negocios. ¿A quién le gustaría ir a BBC, a McDonalds, al Corral Gourmet o a la Bonga del Sinú para sentarse a comer mientras ve a toda esa ‘gentuza’ armando escándalo en el parque, y dañando el verde prado? Sin duda, no es a los Congresistas que almuerzan allá, o a los Directores de las ONG´s con oficinas en el sector. Tampoco parece ser que los funcionarios de gobierno que departen en los cafés de la zona les parezca muy popular la idea. No especulemos más. El hecho empíricamente demostrable y cierto, es que tan solo un par de horas después de haberse tomado el parque, y mientras los noticieros llegaban a informar de esta importante situación, llegó un escuadrón antimotines de la policía a desalojar a la ‘gentuza’ a la fuerza. Ellos, acompañados de servidores públicos que le quitaban la custodia de los menores hijos a la ‘gentuza’, con miras a llevarlos a hogares de bienestar familiar y brindarles el cuidado que sus irresponsables padres no les querían dar, fueron los que llegaron a “salvar el día”.

Ejemplo 2:

Simultáneamente al paro judicial, se adelanta en el Valle del Cauca, un paro de corteros de caña, que no se ha solucionado tampoco, y que ha llevado a que se deba importar azúcar en el país, mientras que la producción de biocombustibles no pueda cumplir con los requerimientos de oferta necesaria. La posición del Ministro de Protección Social, es que el Gobierno no debe intervenir porque los corteros se encuentran agremiados en cooperativas, y que en últimas, el conflicto no es de índole laboral. Conceptuó además, a favor de los ingenios azucareros.

Hace un par de semanas, en el Congreso, algunos le recriminaban que su función constitucional y legal era la de proteger a los trabajadores, y no la de proteger a las empresas porque ellas están en capacidad de protegerse solas. Similar fue la postura del Ministro del Transporte cuando hubo paro de transportadores, hace poco tiempo. Similar ha sido la postura del Ministro de Agricultura cuando se le cuestionó el proyecto de Carimagua, en el que supuestamente las tierras se le devolverían a las víctimas de los paramilitares, pero no directamente, sino dándoles trabajo dentro de proyectos de inversión privada patrocinados por grandes chequeras.

Análisis:

El tema de la pobreza es bastante sencillo en realidad. Hay varias formas en que se puede abordar el tema, pero yo me referiré sólo a dos de ellas. En primer lugar, la pobreza implica que de una torta de 40 millones de pesos, en la que hay 40 millones de personas, no debería existir pobreza, porque “para todos hay”. Sin embargo, los índices crecientes de inequidad en el país, indican que los ricos son más ricos (y cada vez son menos) y los pobres son más pobres (y cada vez son más).

La pregunta que debemos hacernos, es por qué se produce esta situación de manera tan reiterada estando vigente un ordenamiento jurídico como el nuestro. Por utilizar los términos de Bobbio, pensaríamos que del 100% de las normas válidas, un importante porcentaje está constituido por normas que no son justas, y del porcentaje de normas justas, muchas no son eficaces, mientras que gran parte de las normas injustas sí lo son. En otras palabras, podríamos decir que gran parte del problema de la pobreza económica en nuestra población, deriva de un problema de pobreza jurídica, en la medida en que el ordenamiento jurídico está compuesto por normas contrapuestas, y la interpretación que se le da cada vez es más lamentable.

Tal vez por eso es que la acción de tutela contra sentencias está permitida en eventos especiales constitutivos de vías de hecho, aunque la Corte Suprema de Justicia considera que ellos son los portadores de la verdad sabida, y que siempre van ajustados al ordenamiento. Quizás por la pobreza jurídica es que encontramos que la población desprotegida como es el caso de los desplazados, en vez de contar con una especial protección del Estado, se les castiga por alzar la voz contra la institucionalidad, y menos en un lugar tan “exclusivo” como el parque de la 93. Probablemente es esto lo que permite que todo un Ministerio diseñado por la defensa del trabajador, y por la adecuada prestación de la salud en el país, sea sinónimo de lucha a favor del empresario y no del trabajador, y que se haya caracterizado por mostrar tan deficientes resultados en materia de salud. Quizás por nuestra pobreza jurídica es que muchas personas que deberían contar con contratos de trabajo, con salarios decentes, se encuentren agrupadas mediante figuras jurídicas que buscan evadir la responsabilidad social del empresario. Tal vez es posible que la pobreza jurídica colombiana (y mundial en muchos aspectos) sea importante factor que permita demostrar cómo se incumple nuestra Constitución de manera flagrante, y que a pesar de ello sigamos diciendo que estamos bien.

Tal vez parte de la pobreza económica derive de la pobreza de las facultades de derecho en el país, que cohíben a sus profesores, a sus alumnos y a algunas directivas, porque ninguna persona en el mundo puede proponer ideas nuevas, todo porque “nada es nuevo bajo el sol”. Perdón, todos excepto los alemanes o los italianos, o los franceses, o los norteamericanos. Seguramente ellos vienen de Neptuno y de Venus, y por eso es que sí pueden proponer buenas ideas. Nosotros, los que sí nacimos en la Tierra, lo máximo que podemos hacer es importar teorías jurídicas de otros países, y hacerle un par de modificaciones para que sean aplicables a nuestra visión tercermundista.

Eso, estimados lectores, es pobreza. La pobreza es hacerle creer a la gente que es imbécil, que los banqueros sean mejores abogados que los abogados. Es pobreza que las universidades colombianas busquen ser lacayos de importantes universidades europeas, cuando podrían intentar “generar” conocimiento en vez de “transformarlo”. Es pobreza que mientras ocurría lo del Parque de la 93, probablemente los senadores y representantes a la Cámara estuvieran discutiendo sobre lo importante que es fortalecer el Estado Social de Derecho, y que mientras los corteros de caña protestan porque se mueren de hambre, el Ministro encargado de defenderlos conceptúe que no puede hacer nada, todo ello para poder concentrarse en los procesos judiciales que se siguen en su contra.

La pobreza económica deriva de la falta de oportunidades, y tal vez por eso es que en el África el tema está tan generalizado. Sin embargo, es aún más lamentable que la ciudad con el puerto marítimo más importante de Colombia (Buenaventura) sea sinónimo de pobreza y miseria. Claramente no es por falta de oportunidades, porque los buques llegan constantemente. Eso es obra de nuestra pobreza jurídica, la cual seguiremos luchando porque algún día ceda.

10 comentarios:

Gonzalo Ramirez Cleves dijo...

Excelente post. Es triste escribir y hablar de pobreza cuando como afirma Carlos Loarca esto no lo lea ningun pobre... Pero algo hay que empezar a hacer... y desde las normas y el derecho se puede transformar la realidad que no nos gusta y que consideramos como injusta

Anónimo dijo...

Ya sabía yo que iba a econtrarme con algo muy bueno por aquí. Felicitaciones, Gaviota... muy, muy, muy buen post.

Gaviota dijo...

Gonzalo,

Estamos de acuerdo. De hecho, cuando revisé el ingreso de Carlos me pareció impactante saber que esta iniciativa probablemente no va a ser conocida por las personas que viven en la pobreza. Solo esperemos que en relativamente poco tiempo, podamos lograr que puedan tener el acceso para ingresar y opinar junto con nosotros.

Un abrazo.

Gaviota dijo...

Carlos Javier,

Muchas gracias por apreciar mis palabras. De todas formas, como lo comento yo aquí, probablemente no habría siquiera revisado el tema, de no haber visto el ingreso en tu blog.

Muchas gracias nuevamente, y seguiremos leyéndonos.

Tito Gómez / Dr. Jekyll dijo...

Hola Gaviota:
Es muy grato encontrar espacios donde nadar y leer.... no se si es mucho atrevimiento plantearte un intercambio de links para seguirnos!
Un abrazo,
Harry Jekyll

Gaviota dijo...

Gracias por el comentario Harry Jekyll. No es ningún atrevimiento. Precisamente para eso estamos aquí nosotros, para interactuar y formar una comunidad de bloggers interesante.

En momentos ingresaré el link a mi lista de blogs favoritos.

Muchos saludos. Nos estaremos leyendo.

Anónimo dijo...

http://ultimoarticulopublicado3.blogspot.com/

Gaviota dijo...

A Jaime Restrepo, y a todos los del grupo que conforman Atrabilioso, muchísimas gracias por honrarme con sus palabras, pero sobre todo, gracias por transcender lo visceral y lo pasional e intentar desentrañar los argumentos, donde sea que ellos estén. Es para mí una gran satisfacción saber que el debate se está dando desde los blogs, y que algún día podremos confrontar a muchos de los analistas que en gran medida desinforman a la opinión pública.

Gracias a Anónimo por hacerme partícipe de este artículo, que yo personalmente, desconocía.

Saludos a todos ustedes, y gracias nuevamente.

Alberto Bovino dijo...

Gaviota querido:

Esto ha sido poesía jurídica. Terrible lo del Parque.

Saludos,

AB

Gaviota dijo...

Apreciado Alejandro,

Me siento inmensamente contento con el comentario recibido, sobre todo, viniendo del merecido ganador de la Mejor Entrada del Año 2008.

Gracias por la buena energía, y por el comentario.