jueves, 1 de enero de 2009

Estamos alegres: matemos animales y golpeemos personas

En este espacio, he sido frontal y acérrimo crítico de la violencia contra los animales. La reciente edición de la Feria de Cali me permitiría pronunciarme al respecto. Lo que no esperaba es que tuviese que ser tan pronto. Ha motivado mi intervención temprana, la noticia que ha llegado a mi conocimiento el día de hoy, a través de una red virtual. Les resumo: En una corrida de toros en la Feria de Cali, ingresaron al ruedo unos activistas antitaurinos, para protestar por la matanza de los toros. La respuesta fue que fueron sacados a mechonazos y golpeados fuera del ruedo. De lo primero, hay testimonio fotográfico, y la verdad, por lo visto, no parece quedar mucha duda de que lo segundo también es cierto.


Imagen tomada de: fcliberacion-animal.hi5.com

La reacción de la prensa ha sido tibia. Malo los golpes, y mala la manifestación. Ambas partes fueron “indelicadas” en su proceder. Empate 1-1. En especial, me referiré a dos reacciones. La primera de ellas se encuentra consignada en el diario El Espectador. Cito el aparte pertinente, de la crónica escrita por Víctor Diusabá Rojas:

“Sobrero: Injustificable que los antitaurinos intenten sabotear el desarrollo normal de las corridas de toros, tal y como sucedió ayer en Cañaveralejo cuando tres jóvenes se lanzaron a la arena, en el arrastre del primer toro. Y no menos repudiable la forma salvaje como fue agredido uno de ellos por parte de uno de los funcionarios de la plaza (Armando Rivera es su nombre). Ya conocemos en este país cómo la justicia por propia mano es el peor de los remedios. El señor Rivera le debe una explicación al agredido, a las autoridades y a quienes asistimos a Cañaveralejo a ver toros y no al circo romano (¿Dónde estaba la Policía?).”

Ahora, los invito a que escuchen las reacciones registradas en Caracol Radio el día de ayer (la corrida de toros fue el 30 de Diciembre), en donde se escucha la posición de una activista antitaurina, del mismo señor Armando Rivera (protagonista de la escena que acabamos de ver) y las opiniones de los periodistas encargados de realizar la entrevista. Sin embargo, me gustaría hacer énfasis en la narración del indulto, como aparece registrada en el registro de audio. Dichoso el narrador, se ensaña contra los activistas, en una actitud lamentable. Por lo demás, dejo los argumentos a juicio de los lectores. Solo agrego que oraré para que nunca sea invitado a la casa del señor Rivera. ¿Si en la sala de “nuestra” casa matamos toros, que me podría ocurrir en la sala de “su” casa? Gaviota al Horno, cuando menos.

Teniendo en cuenta la aversión que me genera el disfrute de la tortura de cualquier animal, y a pesar de no ser realmente un activista de pura cepa, felicito a quienes sí dedican sus esfuerzos a luchar en contra del maltrato a los animales. Una cosa es matar a un animal para comerlo y poder vivir; la naturaleza en sí misma ha querido que existan cadenas alimenticias y que se regule la población de especies de esta manera. Otra cosa muy distinta es que mutilemos en pequeñas dosis a animales, mientras miles de personas gozan con ello, para finalmente atravesarle una espada, y esperar a su muerte pública y humillante. Por ello, me siento reconfortado que los resultados que comparte Jordi Casamitjana con nosotros, por intermedio de la entrevista realizada por el diario El Tiempo el pasado 29 de diciembre del año que recién terminó. Ciudades antitaurinas de la importancia de Quito, resultan alentadoras para quienes estamos en contra de la fiesta brava.

Me resulta contradictorio que un defensor del derecho, de la justicia, sea defensor y promotor de esta clase de conductas. Importantes mandatarios, periodistas y personas de la “alta sociedad” acuden a estas corridas a presenciar martirios de animales, cuando momentos antes han salido de misa para pedir perdón por el mal cometido, y luego escriben textos sobre la importancia de imponer la cadena perpetua contra los delincuentes sádicos. Sí, los mismos que el año anterior marcharon contra los “violentos”. Es decir, contra los violentos que no ejercen la clase de violencia que ellos ejercen, porque esa sí está bien. Tal vez les gusta a ellos “echarle” el carro a quienes osan cruzar su camino en las vías públicas, sin su consentimiento. Posiblemente cuando juegan fútbol con los de su empresa, le pegan dos buenos planchazos al jefe para desquitarse del trabajo de la semana.

En una oportunidad no muy lejana, abordaré el tema desde una perspectiva estrictamente jurídica, para que aquellos a quienes les gusta el debate estrictamente jurídico, aporten sus argumentos en pro o en contra de las corridas de toros. Por ahora, simplemente acordemos que actualmente en Colombia es justo mechonear a activistas impertinentes, y que matar por diversión, es un derecho. En Cali, Manizales, Bogotá, por nombrar solo algunos lugares, cuando estemos con ganas de fiesta, vamos a mirar muerte y golpizas. No solo es legal, sino bien visto. Vamos para toros, ¡¡Olé!!

4 comentarios:

fbarbosa dijo...

Muy buenos tus tres últimos comentarios Gaviota. Solamente comentaré el relativo a los funcionarios de direccción, confianza y manejo. Tal vez añadiría a tu post que cuando ocupas ese tipo de cargos en Colombia, no solo te informan la importancia del cargo, sino que te convierten el salario en la mitad de lo prometido, gracias a los descuentos que el Estado obliga hacer, amén del cumpleaños del jefe al cual es necesario ir en el bar de moda, la catástrofe económica que vive la empleada de los tintos, el día de la secretaria, los aguinaldos, la navidad, el amigo secreto y cuanto tipo de pendejadas se le ocurren a los trabajadores de dirección, confianza y manejo.

De acuerdo con la crítica que haces sobre la actividad taurina. Vale la pena luego plantear, como dices, un debate sobre el particular,

Te deseo un feliz año y nos seguimos leyendo,

Francisco

Gaviota dijo...

Muchas gracias por el comentario Francisco. En el próximo ingreso procuraré tratar jurídicamente el tema de la fiesta brava en la actualidad. Es un tema polémico que todavía no está saldado.

Nos estaremos leyendo. Un abrazo.

Anónimo dijo...

Hola amigo plumífero:

Me pasaba por aquí para contarte -y a tus lectores-, que uno de tus post fue nominado como finalista en el concurso "La entrada del año", que organiza Blawggers Internacionales.

La entrada es:

"Pobreza Jurídica"

Para conocer las demás entradas nominadas y acceder al formulario de votación, sólo tienes que hacer click aquí.

Saludos y felicitaciones!

Gaviota dijo...

Muchas gracias por la nominación. Me enorgullece saber que compito contra otros grandes ingresos. En mi caso, me siento feliz por el simple hecho de estar nominado.

Un abrazo para todos los miembros de BI.