jueves, 28 de enero de 2010

Por aquí lloran por dinero, y por allí lo botan

Debo aceptar que los últimos meses me han visto padecer una serie de disgustos que me llevan a andar de un temperamento crónicamente pésimo en cuanto se refiere al gobierno colombiano de turno.  El más reciente, y que constituye el pico de indignación avícola, ha sido la manera como el gobierno nos quiere salvar de la crisis en materia de salud.  Tal y como se lo prometí al amigo Francisco Barbosa, administrador de Margencultural quien fue el primero en generarme la necesaria alerta, me pronunciaré al respecto, pero no con un habitual ‘picotazo’ de los que suelo propinar aquí, sino con un cubrimiento un poco diferente, que será publicado en la próxima entrada.  Por ahora basta simplemente adelantar que ha habido un irresponsable manejo de recursos en materia de salud, y que la crisis financiera de allí derivada se amortizará con más dinero del pueblo, y más impuestos (es decir, más dinero del pueblo).

De una parte, el gobierno se lamenta del estado de las finanzas en materia de salud, y de otra parte el Ministro de Hacienda advierte sobre los ‘apretones’ fiscales que vendrán, supuestamente en desarrollo de políticas económicas contracíclicas.  No creo ser medianamente experto en estos asuntos, pero según entiendo de Salomón Kalmanovitz, gran economista que me genera confianza y credibilidad, lo que hace el gobierno no es contracíclico.  Esto se daría, por ejemplo, si en tiempos de escasez  el gobierno gasta más para dinamizar la economía, o en tiempos de bonanza, se ahorra y se tranca el gasto.  Ante falta de finanzas, el gobierno le baja al gasto (lo que no sé si será bueno o malo, pero sí sé que no es una política contracíclica) y advierte sobre la falta de dinero.

Esa es la realidad actual que todos conocemos y que ha sido tocada hasta la saciedad por diferentes medios.  Sin embargo, algunos días antes, el diario El Espectador publicó este reportaje titulado “España viene por sus galeones” que casi no logro ubicar virtualmente, pero que afortunadamente pude localizar después de algún tiempo.  En él se pone de presente la manera como España ha realizado una verdadera ofensiva, también jurídica tendiente a recuperar los tesoros que se encuentran en el fondo del mar, en el territorio de lo que era sus antiguas colonias en América.  Es el “Proyecto Arqueonauta”.

En realidad se trata aquí de una ofensiva que parte de una buena defensa.  Inicialmente, la empresa Odyssey Marine Exploration Inc. presentó una demanda y dentro del trámite de la misma, se vinculó al Reino de España, quien ha defendido sus intereses, fundados en que al ser los galeones naves militares Españolas, no puede alegarse ningún derecho por parte de terceros Estados, puesto que la soberanía de España respecto del navío y de sus contenidos nunca fue cedida ni renunciada.  Bajo ese entendido, España consideró que con fundamento en la FSIA (Foreign Sovereign Inmunities Act).  Los argumentos de Odyssey son bastante interesantes, y de hecho he de revisarlos aquí desde un punto de vista abstracto, para efectos de discutir en pleno derecho.

Por ahora, sin embargo, valga la simple contextualización de la discusión, para observar de qué manera la Corte que tomó estas decisiones encontró que España poseía soberanía sobre estos navíos, y por tanto, no podía proseguir la acción real (acción que versa respecto de cosas y no respecto de personas) iniciada por Odyssey.  Se da, entonces, un pronunciamiento en Junio de 2009, firmado por el Juez Pizzo, recomendando la que Odyssey devolviera el tesoro a España.

En Diciembre 22 de 2009, se da un pronunciamiento firmado por el Juez Merryday, en donde se adopta la recomendación emitida por el Juez Pizzo, y bajo ese entendido, se le da la razón a España, al considerar que el galeón es única y exclusiva propiedad de ese país, y por tanto, no se puede entrar a decidir ninguna acción respecto del galeón o su contenido, por tratarse de un asunto únicamente sometido a la soberanía (y por tanto, también a la jurisdicción) de España.

Considero que el diario El Espectador le da una trascendencia que va más allá de lo que realmente está escrito, pues sugería que Colombia presentara notas de protesta o se vinculara al procedimiento, cuando ninguna de las dos opciones es procedente.  El problema no involucraba a Colombia en lo más mínimo, y por tanto, esa crítica es, desde mi punto de vista, inválida.

Sin embargo, en cuanto a los alcances que pueda tener esta decisión, son inciertos, porque en materia de derecho internacional privado y en materia de derecho internacional público, siempre existe el riesgo de que lo que no es formalmente vinculante, pueda eventualmente llegar a serlo.  Todo el tema de la costumbre extranjera, la costumbre internacional y el soft law son peligrosos en cuanto a eventuales argumentos que se puedan constituir en contra de los intereses del Estado colombiano.

Si bien es cierto que este gobierno está lleno de ineptos, el problema aquí no es de política o de quién está en el gobierno.  El problema es de Estado, y como tal, el país debe prepararse bien para poder iniciar una buena defensa jurídica contra la posición española, que tiende cada vez más a buscar el reconocimiento de derechos exclusivos sobre las ‘antigüedades náufragas’.  De lo contrario, mientras ahora le lloran al pueblo por dinero para la salud, por otro lado lo botan sin ningún miramiento.


Para revisar antes del siguiente ingreso al respecto:


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sábado, 23 de enero de 2010

Problemas estadísticos para bloggers y reflexión conexa

Además de leer blogs sobre derecho, justicia y política, procuro seguir algunos blogs que manejan asuntos propios de la actividad de blogger.  Bajo ese entendido, me gusta revisar aquellos espacios en los que se dan consejos sobre diseño, se explican algunos aspectos de programación de plantillas, y se informa sobre algunos aspectos relevantes para la actividad de blogger.  A paso extremadamente lento, he intentado incorporar algunos de estos conocimientos a mi actividad de blogger, lo que ha incidido en algunos aspectos funcionales de este espacio.

Una de las páginas que sigo, que se llama Pizcos Blog, trae una variedad de entradas, y recomiendo su lectura a quienes estén interesados en explicaciones que puedan ser entendidas por personas no versadas en asuntos de programación y diseño.  Hace poco, se publicó allí una entrada titulada “Desmitificando la supremacía de Internet Explorer”, mostrando unas estadísticas que extrajo de una página titulada w3schools.com.  La conclusión de ese blogger es que Internet Explorer ya no es el rey de los exploradores (browsers) y que Firefox está asumiendo el liderazgo.  Además de las estadísticas, permite observar sus gráficos extraídos de Google Analytics para demostrar que esa tendencia es real.

Observo mis gráficos de Google Analytics, y observo los datos que me arroja Feedburner (para el seguimiento de las suscripciones vía RSS o vía correo electrónico, y puedo concluir que casi todos quienes acceden a la página a través de los feeds, lo hacen a través de Firefox.  En cuanto al acceso real al blog, Internet Explorer lleva la delantera, aunque no por mucho.  En consecuencia, concluiría yo que lo que Pizcos menciona es un hecho real.

Cuando tuve acceso a esta información, hace ya algunos días, recordé una discusión que sostuve con un buen amigo que es Ingeniero de Sistemas, acerca de los exploradores de Internet.  Le mencionaba yo que casi todas las personas que conocía utilizaban navegadores diferentes a Internet Explorer, y que consideraba un mito la supremacía de Internet Explorer.  El me arrojaba datos estadísticos que mostraban la verdadera supremacía de Internet Explorer, y en esa ocasión, no continué la discusión, por carecer de elementos de juicio para controvertir sus conclusiones.

Revisada la entrada de Pizcos, decidí enviarle un mensaje a mi amigo con el enlace a la entrada.  Lo revisó, y me dijo (en tono de duda) que el consideraba que esa información era regional o filtrada.  Luego de 1 minuto, inundó la ventana de chat con algunos enlaces que me llevaron a las siguientes páginas:

1.  Estadísticas de Market Share
2.  Estadísticas según Wikipedia

Revisando las dos páginas, me encuentro con estadísticas completamente diferentes a las que observé en la página de Pizcos Blog.  Según esto, Internet Explorer maneja aproximadamente el 60% del mercado, Firefox es un claro segundo, y el resto se reparten las migas de la torta –entre ellos Google Chrome, que es el explorador que yo uso pincipalmente– en Internet.  Nuevamente, quedé perplejo ante los datos que me arrojaba mi contraparte en la discusión.  Debo aceptar que en la actualidad (para quienes no somos expertos en temas específicos) resulta difícil desvirtuar a Wikipedia.

Me recordó esta situación a una de las quejas que contra los blawgs exponía hace algún tiempo Brian Leiter y que critiqué duramente en “‘Pico’ con profundo respeto:  Alana Jara Urzola”.  Leiter exponía que cualquier podía exponer su opinión en un blog y que eso podía generar confusiones acerca de lo que es una opinión seria de una no muy seria.  Si bien lo de la seriedad no se relaciona necesariamente con la autoridad que emita la opinión, sí debe aceptarse que uno puede encontrar posturas completamente opuestas sobre un mismo punto.  Lo mismo ocurre con las estadísticas.

Independientemente de que navegador de Internet nos place usar, el hecho de encontrar estadísticas contradictorias en la red nos pone a pensar acerca de aquellas estadísticas que no pueden ser controvertidas con tanta facilidad.  Un ejemplo de ello, que se vive constantemente en el país, es el del incremento de la inflación en el país.  En realidad, actualmente la economía se mueve en torno a estadísticas que son difícilmente controvertibles por la cantidad de datos que se requiere manejar.  Sin embargo, la mayoría de la población duda muy seriamente de la veracidad de las cifras en materia de inflación.

Otro ejemplo sencillo sobre las estadísticas, es el que se presenta respecto de la favorabilidad de los candidatos presidenciales y del Presidente (y candidato) Uribe.  Se manejan cifras que lo muestran como un imparable candidato, aunque en muchos círculos es obvio el rechazo que genera su candidatura.  Si nos basáramos únicamente en la postura de la mayoría de blawggers colombianos, parecería evidente que la re-re-elección presidencial sería un evidente fracaso.  Sin embargo, las estadísticas más amplias muestran una tendencia contraria a la que percibimos los blawgers del país.

Otra lección más nos deja este capítulo relacionado con los navegadores de Internet.  Es el eterno debate entre verdad y percepción.  Es la lucha entre la estadística y la realidad.  Es reflexionar acerca de qué tanto podemos creer en los números, y que tan manipulables son estos.  Por ello es que en un mundo guiado por subjetividades, es importante hacer esfuerzos doblemente intensos para procurar la objetividad en nuestros juicios.
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martes, 19 de enero de 2010

La estratificación de la blawgósfera

Actualmente, los bloggers jurídicos o blawgers (o incluso blawggers) nos encontramos en un proceso de integración por cooperación.  Fruto del ingenio de algunos de los blawgers más emprendedores en Latinoamérica, nos encontramos actualmente con una comunidad que han llamado Blawggers Internacionales.  Como lo he indicado en este desde el momento en que coloqué el logo de la comunidad por primera vez, me siento orgulloso de pertenecer a Blawggers Internacionales.  La simple mística del asunto me parece interesante, independientemente de qué tan cohesionados estemos.

No obstante, esta semana me han ocurrido un par de anécdotas que quiero compartir en este espacio.  En primer lugar, como uno de los organizadores del concurso de Blawggers Internacionales para la vigencia 2009, envié un correo electrónico general a las personas que se encuentran inscritas en la base de datos de la comunidad, invitándolos a votar por quienes habían resultado nominados en la primera etapa del concurso (las nominaciones).  Recibí un par de respuestas, aunque no muchas.

Una de las personas que sí me escribió (cuyo nombre me reservo pues no me ha autorizado a divulgarlo), lo hizo agradeciendo la invitación, pero declinando participar, toda vez que, indica él, nunca ‘quisimos’ agregar su blog a nuestro listado de blogs indexados, y no clasifica para ello según nuestros criterios.  Al leer este mensaje, respondí explicando por qué razones en la actualidad es imposible indexar más blogs en B.I., pero invitándolo a que me enviara su dirección de blog, para poder leerlo (pues no lo conozco), y adicionalmente con la intención de conversar el tema con los administradores del Catálogo de Blogs Jurídicos, para conocer su lado de la historia.

No recibí respuesta.

Durante algún tiempo me pregunté del porqué de la reacción de este colega blogger, sin encontrar una respuesta satisfactoria.  Me quemé los sesos de pájaro intentando entender la actitud (¿si no quiere participar, por qué hacerlo explícito?; ¿por qué el sarcasmo?; ¿quién le dijo que no clasificaba?).  No fue sino hasta que ocurrió la segunda anécdota, cuando creo haber logrado obtener una respuesta medianamente convincente.

En un reconocido blawg (cuyo nombre tampoco mencionaré pues esto no es un asunto personal) pude leer un artículo que me pareció sumamente interesante, pero respecto del cual no compartía ninguna de las posturas planteadas.  Tengo la costumbre de querer participar en los blogs mediante uno que otro comentario, en aquellos espacios que invitan a comentar, o incluso en aquellos que fomentan las discusiones.  Elaboré un comentario relativamente corto, exponiendo las razones que sustentaban jurídicamente mi desacuerdo.

No era el único que quería participar.  Varias personas más participaron, y a pesar de considerar que yo había presentado argumentos que merecían ser discutidos (al menos de manera muy breve), mi comentario fue absolutamente omitido.  Fue como si nunca hubiese comentado nada.  No es la primera vez que me ocurre, y de hecho, no solía reparar en esta circunstancia, sino hasta que comparé mi situación con la del inconforme blawgger que me había escrito el mensaje a mí.

Uno de los avances más interesantes de Blogger (la plataforma) en los últimos tiempos, ha sido permitirle a quien comenta en un blog seguir el histórico de comentarios que se van presentando después de la intervención propia, en tiempo real.  En otras palabras, le envía al correo electrónico personal un mensaje cada vez que alguien más inserta un comentario en la entrada.

Gracias a esta modificación en Blogger, suelo suscribirme a los comentarios que se realizan en una entrada en la que he participado.  Por ello, encontré que en esa entrada, el administrador del blog en el que había participado mediante un comentario respondía casi a todos los comentarios, pero había algunos comentaristas a los que nos omitía por completo.  Frente a otros comentarios, no reaccionaba de manera muy favorable, pero al menos no ignoraba a estos comentaristas, y les dedicaba uno que otro ‘dardo’ para hacer prevalecer su posición.  De hecho, yo solo escribí un único comentario, y por tanto, fui omitido una sola vez.  Hubo otros que escribieron más de una vez y fueron omitidos varias veces.

Recordé al signatario del Email.  ¿Será que esto mismo le habrá ocurrido a él cuando quiso incorporarse a la comunidad?  ¿Será que los Blawggers Internacionales omitimos a potenciales miembros?  Me preocuparía mucho que fuera así.  Sería curioso que los defensores de la justicia en la red, los paladines de los principios jurídicos, los soldados del derecho, hiciéramos esto.

¿Qué tan lógico es salir de dictar una clase sobre la importancia de los derechos fundamentales en la actualidad, para luego administrar un blog en el que discrimino a alguien por su nombre (o por no tenerlo), o por su origen, o por su religión?

¿Qué tanto sentido tiene escribir y publicar un ensayo sobre el principio de igualdad cuando considero que soy mejor o peor blogger (o abogado) que alguien más, sin siquiera permitir que esto último se ponga a prueba?

¿Qué tan decente se siente quien gana un pleito acudiendo a la igualdad de armas (penal), al equilibrio económico de los contratos (administrativo), al derecho a la igualdad (acción de tutela o amparo), al principio de “a trabajo igual salario igual” (laboral), filiación y petición de herencia en igualdad de condiciones (sucesiones), o cualquier otro caso que se fundamenta en que el derecho garantiza la igualdad de las personas?  ¿Qué tan decente se siente cuando gana el pleito con esos argumentos y se sale a vulnerar el principio que se estaba invocando y defendiendo?

Para los que no creen que esta profesión –o de hecho, cualquiera– tenga algo que ver con la ética, esta reflexión no es para ustedes.  Para los demás, la pregunta subsiguiente es:

¿Tu blog que estrato tiene?
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sábado, 16 de enero de 2010

¿Y si ya aprendieron a pedir?



Imagen tomada de:  www.mialbumdefotos.com

Terrible lo de Haití.  Evidentemente, un terremoto no escoge sus víctimas, pero lamentablemente ese país ha sido golpeado por malos gobiernos, por pobreza extrema y ahora, por las placas tectónicas.  Mis oraciones por ellos.

No voy a detenerme en las razones por las que ese país se encuentra azotado por la extrema pobreza.  Tampoco pretendo intentar dar explicaciones lógicas a un fenómeno impredecible como es el caso de los movimientos telúricos.  Sí me detendré, en cambio, en la incompetencia del mundo ante esta crisis.

Conocer lo acontecido en Haití me recordó uno de tantos correos electrónicos con enseñanzas y mensajes bonitos que circulan a diario por la red.  A estas alturas, me resulta imposible leer todos los mensajes bonitos que me llegan, pero éste fue uno de los que sí leí, y que me dejaron pensando un buen tiempo.  El tema central del mensaje era sobre las peticiones que hacemos a Dios (hágase extensivo al ser o ente superior en el que se crea).  Recuerdo que utilizaban ejemplos como: no pidas dinero, pide que tengas la posibilidad de ser más productivo y así generar dinero.  No pidas encontrar la relación perfecta, pide poder encontrar a alguien y pide la templanza para poder construir con ella la relación perfecta.  Algo así.  El mensaje de fondo es que debemos aprender a pedir cosas.

Lo mismo ocurre a nivel material.  A lo largo de la vida mucha gente pide a los gobiernos de turno que le brinden ‘soluciones’ aunque no tengan exactamente claro qué es lo que quieren.  Si no saben pedir, probablemente no les va a llegar nada, o al menos nada que realmente constituya una ‘solución’.  Un ejemplo:  ¡Queremos educación!  ¿Eso qué significa?  ¿Queremos que construyan un colegio?  ¿Queremos nuevos programas de pregrado o postgrado?  ¿Cuáles?  ¿Queremos una mayor planta de maestros?  ¿Queremos becas estudiantiles?  Normalmente los gobiernos hacen lo más fácil.  Construir una casa que llaman colegio, y llevan un par de libros para montar una biblioteca, así se trate de libros viejos y desactualizados.

He dicho atrás que la tragedia de Haití me recordó al mensaje que circula por correo electrónico.  ¿Por qué?  Por que he podido observar con claridad una cantidad de disparates que generan vergüenza mundial.  Para no ser demasiado extenso en el análisis de los disparates, intentaré manejar ideas numeradas, para no ser demasiado difuso.

Disparate 1:  Por primera vez en mucho tiempo, se puede establecer con claridad qué se requiere en Haití.  Lo han dicho los socorristas in situ.  En primer lugar, agua.  En segundo lugar, comida.  En tercer lugar, más rescatistas.

¿Qué ofrece el mundo?  Dinero y mensajes de solidaridad.

Conclusión:  Haití sabe pedir.  Nosotros no sabemos dar.

Disparate 2:  Hace algunos meses publiqué en este espacio un comentario sobre el ensayo de mi amigo Gonzalo Ramírez Cleves relacionado con la pobreza en el mundo globalizado.  El texto, titulado “Pobreza, globalización y derecho : Ámbitos global, internacional y regional de regulación”, cuya lectura recomiendo, muestra de qué manera se busca enfrentar la pobreza desde diferentes ámbitos de regulación, explicando el funcionamiento de cada uno de los actores que intervienen.

Evidentemente, referirse a Haití implica referirse a la pobreza.  Sin embargo, lo altamente sorprendente es que existan tantos ámbitos de regulación tan ineficaces para crisis como estas.  Ni el mundo, ni la comunidad internacional, ni la región ha sabido responder a esta crisis.  ¿Donde están los programas, los estudios, los recursos, los expertos?

Conclusión:  Haití sabe pedir, no sabemos cómo dar lo que podemos dar.

Disparate 3:  Como desde hace algunos años este país nace y muere con Uribe, y no se mira más allá de él, se ha criticado duramente al Presidente por considerar viajar a Haití a ponerse al frente de la ayuda colombiana para este país.  Populismo puro, se dijo, y en cierta forma, sí es una forma de populismo, pero no es solo eso.

Pastrana y Uribe (ambos) han emprendido largas giras internacionales –las de Uribe no son taaaaaaann largas como las de Pastrana– pidiendo apoyo para Colombia, solicitando recursos para enfrentar el terrorismo, y haciendo lobby para declaraciones internacionales contra las FARC.  Ellos personalmente han ido a estas giras.  Ahora, cuando le corresponde a Colombia mostrar que no solo sabe pedir, sino que también sabe dar, es tan solo lógico que sea el Jefe de Estado y Jefe de Gobierno quien maneje el tema personalmente.

Evidentemente, hacerlo genera un ‘boom’ de popularidad, pero intentando ser objetivos, es tan solo sensato que quien dirige las relaciones internacionales, sea quien maneje estos asuntos, mostrando que Colombia es parte del mundo, pero no solo para pedir plata, sino también para ayudar a sus vecinos.

Conclusión:  No debemos mezclar el antirreeleccionismo con la sensatez internacional.

Disparate 4:  El de siempre.  El periodismo.  Como siempre, amarillista, como siempre, oportunista.  Como siempre, asqueroso.  La lógica de los enviados especiales es contar muertos, describir olores y pedir testimonios sobre qué se siente perderlo todo, y estar muriendo de hambre luego de haberlo perdido todo.  Muy ilustrativo, señores.

En vez de canalizar información sobre lo que se está realmente haciendo, lo que se requiere todavía hacer para conjurar la crisis, nos ponen a llorar con historias de desesperanza y dolor, para hacernos sentir que somos una raza miserable (lo que sí es cierto) y ganar un poco de rating.

Conclusión:  El periodismo actual, salvo algunas contadas excepciones, sigue siendo un asco.

Disparate 5:  Clamamos todos por apoyo y solidaridad.  La pregunta es:  ¿sabemos cómo apoyar y ser solidarios?  Yo, por lo menos, no he logrado saber qué puedo hacer yo personalmente para ayudar.  No creo que escribir una entrada en el blog, constituya ayuda.

¿OEA? ¿ONU? ¿Ministros colombianos? ¿Prensa?
Conclusión:  No tengo la menor idea, en un mundo de web 2.0, conectado con todo y con todos, qué puedo hacer desde aquí.  Desastroso.

¡¡Picotazo globalizado!!
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domingo, 10 de enero de 2010

¿Y qué viene este 2010 en “Picotazos”?

Este es un ingreso contextual, que explica algo de lo que ha venido ocurriéndole a este espacio los últimos meses de 2010.  Asimismo, se buscará preavisar a los lectores acerca de algunos de los aspectos que encontrarán este año en “Picotazos de Gaviota”.  Creo necesario hacer estas referencias, puesto que los cambios que aquí se han venido presentando, y que desde mi óptica resultan lógicos y necesarios, pueden no serlo para muchos.  El pronóstico de lo que vendrá, busca servir como una carta de navegación para mí y para ustedes.

Dicho lo anterior, iniciemos:


1.  Política electoral colombiana

Este año, Colombia vive un nuevo proceso electoral, para definir la composición del Congreso para los próximos 4 años.  De la misma manera, este año definimos cuál será el próximo Presidente de la República (digo próximo y no ‘nuevo’ debido a que Uribe sigue en la jugada).  Siempre me ha gustado tratar temas políticos, pero nunca he sido activista político en pro o en contra de nadie.

Este año, considero justo cambiar esta postura.  Más que justo, probablemente es necesario.  La institucionalidad fracasó, como lo ha demostrado la concentración de poder en manos de lo que representa el nombre Álvaro Uribe Vélez.  Independientemente de mi gusto a disgusto por los 7 años y medio de gobierno de Uribe, me opongo frontalmente a cualquier posible intención de que siga en el poder, por el excesivo riesgo que representa para la viabilidad de Colombia como Estado, como nación y más aún, por lo peligroso que es para mis propias libertades, como individuo.

Desde hace 2 años, vengo diciéndole a amigos que en caso de que pase la reelección, me buscaré un doctorado en alguna parte del mundo para desaparecer de esta locura hasta que el senil de Uribe (suponiendo que la tercera reelección se crea necesaria también) no pueda o no quiera estar en el poder.

De la mano con lo anterior, es importante anotar que el proyecto de Encuentro de Blawggers de 2010 en Rio de Janeiro tendrá un importante componente sobre la relación de los blawgs con la política, teniendo en cuenta que otros países también tendrán contiendas electorales a definir este año.

Por ello, desde ya anuncio un abierto ataque a cualquier intento reeleccionista, así como a los argumentos en pro de esta nociva iniciativa.  Es importante aclarar que más que el ‘furibismo loco y ciego’, me molestan mucho más los que salen con la frase de cajón “si no es Uribe, ¿quién?”.   Me he preparado para responder la pregunta, y con fundamentos.   Mi segundo anuncio en ese sentido se centra en mi apoyo a la campaña de Germán Vargas Lleras por la Presidencia de la República.  Trataré las razones para ello en detalle, este año.


2.  Por qué del ícono de “leer más”

En agosto de 2009, en el 1er Encuentro de Blawggers, escuché al amigo Francisco Bermúdez Guerra dar sus consejos sobre el montaje de un blawg.  Una de las cosas que decía era que el ingreso (entrada) de un blog debe ser de escritura corta, preferiblemente.  Recuerdo haberme opuesto a esa idea, en el momento.  Considero que la extensión es un asunto relativo dependiendo del contenido y del número de ideas que se manejen en el texto.

Soy de aquellos bloggers a los que les gusta escribir bastante.  Por ello, quien hubiera entrado a este blog habría encontrado que en la página principal se publicaban las últimas 5 entradas, de manera seguida.  Dada la gran extensión, eso me permitía utilizar el espacio de la sidebar para colocar diferentes clases de widgets.  Sin embargo, examinando mi propio diseño de blog, así como el de otros espacios que he tenido la oportunidad de visitar, encuentro que como lector resulta desesperante revisar kilómetros de letras para buscar el artilugio (widget) deseado.  Es posible que no lo encuentre o que desista de intentarlo.

Por esa razón, modifiqué el diseño de la página, habilitando la inclusión de artilugios en la parte inferior (footer) de la plantilla, en tres columnas.  Allí, por el momento, he optado por incluir aspectos de relación directa con el blog (suscripciones, información, derechos de autor) así como lo relativo a publicidad y comunidades.  La sidebar busca manejar asuntos de contenido (archivo, listado de blogs y de entradas recomendadas, y barra de búsqueda del blog).  Revisar el contenido total del blog debe ser más sencillo y más rápido para los lectores del blog.

Esto, sin embargo, generaba un problema debido a la extensión de los artículos incluídos, puesto que recortando el tamaño de la sidebar, no recortaba el tamaño del blog completamente.  Es por ello que opté por incluir el ícono de “leer más”.  Al hacerlo, se reduce ostensiblemente el tamaño de la plantilla, y permite manejar los espacios de manera más responsable.  El costo, es que el visitante directo del blog (quien no lee las entradas a través de lector RSS sino ingresando directamente a la dirección de blogger) tendrá que hacer click en “leer más” para poder revisar toda la entrada.  El beneficio de eso es que quien lo haga, tendrá acceso directo a los comentarios de la entrada, e incluso se verá la interfaz de Psolenoid, para quienes quieran usar esta herramienta.  Otro beneficio es que para compensar espacio, ya no se publican las 5 entradas más recientes, sino las últimas 10.

Otro aspecto que es importante aclarar es que al suscribirse al feed de este blog (utilizando los formularios de suscripción que ahora aparecen en la parte inferior izquierda de la plantilla), el lector de RSS (Google Reader, RSS Owl, MyYahoo, u otros) recibe la totalidad del artículo, lo que implica que puede ser leído totalmente desde el lector, sin necesidad de tener que ingresar a la página.  Por ello, los suscriptores del feed nunca verán el ícono de “leer más”.

De todas formas, estoy abierto a sugerencias o comentarios sobre este particular.


3.  Crítica y promoción de los colegas

El año que acaba de terminar, tuve la oportunidad de realizar críticas (favorables o desfavorables) a algunos aspectos de la actividad de algunos bloggers.  Por ejemplo, le destaqué a Francisco Bermúdez su cambio de diseño.  Con Bovino sostuve un par de discusiones.  La principal fue por el manejo de títulos en los blogs.  Al señor Jaime Ruiz, columnista de Atrabilioso, lo critiqué por su hostilidad hacia el lector que no concuerda con sus posturas.

En todos estos casos, la crítica no es con ánimo de hacer parecer malo a alguien, ni mucho menos,  Intento manejar conceptos con mediana objetividad, para exponer una idea, que ojalá pueda ser de utilidad.  Este año, tengo pendiente continuar con esta tarea, y de hecho, ya tengo mi primer elegido:  el blawger norteamericano Lawrence Solum.

Si he de continuar con mi labor crítica a otros bloggers (así como acepto la crítica que viene de afuera, y no soy de la política de eliminar comentarios), he considerado igualmente ejercer una labor de promoción de lectura de buenos artículos de otros colegas.  No se trata aquí de promoción de blogs (como ocurre con las listas de blogs que manejo), sino promoción de ciertas entradas específicas.  Es un concepto que he querido manejar desde que por primera vez revisé los obiter dicta del blogger argentino Gustavo Arballo.  Definitivamente, debo reconocer que su blog de “Saber leyes no es saber derecho” ha sido y sigue siendo un referente en muchos sentidos.

La funcionalidad del artilugio es diferente, pues no está vinculada a ningún servicio lector de RSS como sí ocurre en el caso de Gustavo Arballo.  Esto se maneja manualmente, y se modifica en la medida en que yo vaya leyendo ingresos de otros blogs.  Espero que a lo largo del año, pueda lograr conseguir un artilugio mucho más elaborado que me permita cumplir con esa misma finalidad.

Advierto desde ya, que no todo lo que me gusta aparecerá allí.  Intento manejar una homogeneidad temática entre el blog y las lecturas que allí aparecerán, para no despistar a lectores no habituales.
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jueves, 7 de enero de 2010

Sobre el 2009 (II) – Deseos Retroactivos

En el ingreso anterior, realicé un suscinto análisis de unos puntos concretos que se dieron en el 2009, en lo que tiene que ver con las temáticas relacionadas con este blog, es decir, justicia, política y derecho (principalmente).  Se realizó un ejercicio retrospectivo.  Sin embargo, como no he de presumir que todo quien lee estas palabras es un abogado, o que aún siéndolo domine conceptos como el de la retrospectividad, me tomé el atrevimiento de explicar brevemente en qué consistía esta figura desde la óptica jurídica.  Diferencié la retrospectividad de la retroactividad, advirtiendo que respecto de la primera me ocupaba en esa entrada, y de la última me ocuparía en el siguiente ingreso, es decir, hoy.

Lamentablemente, salvo los abogados, no conozco a nadie que pretenda tener dominio sobre el pasado.  Tal vez uno que otro caso de cineasta soñador ha pretendido cambiar el pasado.  Por eso, aprovecharemos esa doble condición de abogado y de soñador para referenciar aquellos aspectos que hubiese querido que no se hubieren presentado.


1.  Copenhague

La cumbre que iba a demostrar que la humanidad puede no ser una raza absolutamente egoísta y dañina para el mundo.  La reunión de líderes que iba a demostrar que cuando se unen fuerzas para hacer el bien, todo es posible.  

Fue la reunión que demostró que el derecho internacional es un conjunto de buenos deseos.

La reunión que demostró que el hombre es tan ególatra de pensar que el fin de su existencia en este mundo es equivalente al fin del mundo.

La reunión que seguramente ha puesto a pensar a filántropos como nuestro amigo Francisco Bermúdez Guerra acerca de por qué sigue creyendo en la bondad del ser humano.

En fin…  La reunión que no debió haber ocurrido.


2.  Opinión y opinión

Todos tenemos derecho a opinar.  Eso es una verdad y una realidad constitucional, al menos desde el punto de vista de la igualdad formal.  No obstante, no tengo claridad acerca de si nuestra Constitución garantiza el derecho a la insensatez.  Probablemente sí, pero esos asuntos de los derechos conexos y derivados y derechos fundamentales transgénicos, no los domino a plenitud.

Lo que considero una real barbaridad, es que diarios de amplia circulación nacional contraten y le paguen a insensatos por escribir barbaridades al menos una vez por semana o una vez cada quince días.  Pensaría uno que las columnas de opinión son espacios de reflexión sesuda para obligar al lector a pensar y formar un criterio personal.  Creo que, nuevamente, me equivoqué.

No es del caso discutir acerca de todas las columnas de opinión escritas con absoluta carencia de sensatez.  No obstante, les dejo la muestra de una columna (esta sí es modelo 2010) de este estilo, para que juzguen ustedes mismos.  Es una columna que pudo titularse “Tolero a quienes no perturben en lo más mínimo mi confort”.  No se llama así.  Se llama “Zorreros”, y fue escrito por Carolina Lleras.  Afortunadamente no es una ‘habitual’ de El Espectador.

Mención especial por el premio a la insensatez constante:

Ernesto Yamhure
Felipe Zuleta
José Obdulio Gaviria

¡¡Maestros!!  Pudieron, y debieron, haber ido a Copenhague.

Lástima que la varita mágica de los abogados no sirviera para deshacer escritos de esta naturaleza.


3.  Augusto Ibáñez

No niego que el ‘Honorable’ Magistrado Augusto Ibáñez es uno de los Magistrados que sí tiene el conocimiento jurídico para estar donde está, a diferencia de muchos otros ‘Honorables’ que han llegado por favores, por grandes fiestas o por ser amigos políticos de otros.

Sin embargo, una cosa es que el Magistrado Ibáñez sea un conocedor del Derecho Penal, y otra cosa es que tenga la entereza y objetividad para llegar a ser Presidente de la Corte Suprema de Justicia.  Este penalista llegó a esa gran dignidad a raíz de una disputa intestina por el cargo, que llevó a que los votos estuvieran completamente divididos y ninguno de los dos candidatos ‘elegibles’ tuviese el número de votos necesarios para poder llegar.

Ante esta situación, Augusto Ibáñez surgió como un nombre que no generó disgusto, a pesar de ser uno de los Magistrados más recientes en el Alto Tribunal.  Su conocimiento sobre Derecho Penal Internacional y su participación en negociaciones relacionadas con la Corte Penal Internacional lo mostraban como una buena carta, teniendo en cuenta el carácter transnacional e internacional de muchas investigaciones que adelantaba la Corte.  Adicionalmente, necesitaban un hombre que no hubiese entrado en disputas personales con Alvaro Uribe, pero que pudiese contener las embestidas de este último.

Ganó la Presidencia de la CSJ el Magistrado Ibáñez, y desde entonces, la Corte Suprema de Justicia ha entrado en un estado de parmenente lobby internacional, denunciando los abusos del Gobierno, solicitando intervención de la Corte Penal Internacional, de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos, ONU y cualquier otro organismo que pueda venir a fastidiar al gobierno de Uribe.

Bajo su mandato, la Corte Suprema de Justicia, por primera vez en la Historia, ha declarado que hay ternas inviables para nombrar Fiscal, públicamente exigiendo requisitos que la Constitución no exige, y optando por boicotear los nombramientos.  Posee la razón la Corte al indicar que la terna tenía un único candidato, pero en vez de realizar bochornos espectáculos mediáticos, hubieran podido votar en blanco per secula seculorum y el mensaje enviado habría sido el mismo.

El ‘show’ mediático, y la rogadera a organismos internacionales, lejos de mostrar una Corte independiente, ha mostrado a una Corte incapaz de enfrentar por sí misma los retos de la justicia colombiana.  Recurrir a la Corte Penal Internacional solicitando su intervención implica aceptar mundialmente que Colombia es incapaz (porque no puede o porque no quiere) de juzgar los denominados ‘delitos internacionales’ que aquí se cometen.  No veo qué tiene de íntegro y de grande que el Presidente de la Corte encargada de estos juzgamientos salga a hacer esta clase de manifestaciones al mundo.

Por estas y otras razones, hubiera preferido recurir al principio favor rei para que retroactivamente se pudiere cambiar esa designación tan desafortunada.


Conclusiones:

Los deseos inalcanzables, son solo deseos.  Sin embargo, sería bueno que nuestros magos jurídicos dejaran de creer en la aplicación retroactiva de todo (ahora existen declaraciones retroactivas de inexequibilidad constitucional) y pensaran un poco más a futuro.  Sé que eso no va con la filosofía moderna de vivir el hoy y el ahora, pero podríamos evitarnos uno que otro año bochornoso.
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viernes, 1 de enero de 2010

Sobre el 2009 (I) - Retrospectiva

2009 ha finalizado.  El año transcurrió con inmensa rapidez, y dejó muchas vivencias, e incontables lecciones.  He decidido, luego de pensar en ello algún tiempo, dividir este ingreso en dos.  Aprovechando la cercanía temática de este blog con el derecho, he querido brindar un pequeño homenaje a aquellos que en la facultad todavía sienten que es importante enseñarle al aprendiz los ámbitos de validez de la norma jurídica.

Particularmente, me ocuparé de la vigencia de la norma jurídica en el tiempo.  Por regla general, se afirma que la norma jurídica produce efectos hacia el futuro.  Procurando ser un poco más preciso en esta conceptualización, afirmaré que ‘tiene efectos hacia el futuro’ es lo mismo que afirmar que produce efectos desde el momento en que entra en vigor, hasta el momento en que sale del ordenamiento jurídico por alguna causa (derogatoria, inexequibilidad).  Los abogados llamamos esto el efecto ex nunc de las normas (ex nunc = desde ahora).

Hay casos, sin embargo, en que la norma no produce únicamente efectos hacia el futuro, sino también hacia el pasado, e incluso hay veces en que la norma produce efectos, incluso cuando ya no está vigente y ha sido retirada del ordenamiento jurídico.  A estos fenómenos los conocemos como la retroactividad y la ultraactividad de la norma jurídica, respectivamente.  Por ahora, nos concentraremos en el primero de estos fenómenos, es decir, en la retroactividad.

Como he mencionado al principio de este ingreso, he decidido dividir este escrito en dos.  El siguiente ingreso que haremos va a mirar un poco más de cerca la retroactividad propiamente dicha.  Hoy, en cambio, me adentraré en un fenómeno jurídico del que todos hablamos en los cocteles de togados, y que se encuentra arraigado en algunas ramas específicas del saber jurídico, como es el caso del derecho laboral.  Este fenómeno, se denomina la retrospectividad, y como lo sugiere su etimología, hace referencia a ‘mirar al pasado’.  Retro (atrás) – spectare (mirar).  En este caso, la norma jurídica no actúa hacia el pasado, sino que toma elementos que existen con anterioridad a su entrada en vigencia, y los incorpora en su ámbito de acción para producir efectos a futuro.  Un ejemplo de esta clase de situaciones, es el de los regímenes de transición en materia pensional, donde se reconoce la existencia de unas expectativas legítimas de derecho por parte de los cotizantes, y por ello, se les brinda un tratamiento diferente (normalmente más benéfico) que aquel que se le da a la generalidad de individuos, destinatarios de la norma.

Hoy, haremos un breve ejercicio de retrospectividad.  Daremos un vistazo a lo que ha sido el 2009, en algunos aspectos muy puntuales, para que cada uno realice una reflexión (personal o pública) sobre lo que nos traerá este 2010 que recién inicia.


1.  Barack Obama

Ha pasado un buen tiempo desde que escribí los ingresos relacionados con las elecciones en los Estados Unidos de América, entre John McCain y Barack Obama.  Para hacerlo, revisé los debates de estos dos a lo largo de la contienda, e intenté puntualizar sobre algunos aspectos claves de sus respectivos programas.  Ha transcurrido un año de mandato de Obama, y sus índices de popularidad bajan vertiginosamente.

Repasando lo que fue la campaña presidencia de los Estados Unidos, recuerdo con claridad un par de hechos.  El primero de ellos era la posición ciega de McCain de no hablar con los enemigos y seguir invirtiendo en la guerra.  Obama prometió salir de Irak y enfocarse en Afganistán.  Reitero este punto porque a finales de 2009, se mencionó que Obama traicionó al mundo al enviar más tropas a Afganistán.  Hace un año ya lo había anunciado.  En cuanto a Irak, está cumpliendo lo prometido, aunque muchos esperábamos que la salida de allá fuera más rápida.

El otro motivo de inconformidad con Obama ha sido la reforma al sistema de seguridad social en salud en el país.  Confieso no conocer a fondo el tema en la actualidad.  Sí me consta, que la propuesta de Obama era garantizarle la salud al pueblo norteamericano, permitiéndole a los ciudadanos que pudieran acceder a un buen servicio, sin necesidad de tener que pagarle a proveedores privados.  El Estado debía garantizar eso.  Tengo entendido que el programa apunta a eso.  Evidentemente hay un importante tema en cuanto a costos, que era previsible para los norteamericanos, y bajo ese entendido, no debería sorprender las cifras que se manejan hoy.

Obama ha hablado con todo el mundo.  Habla con Uribe, habla con Chávez.  Habla con Irán y habla con China.  Se le ha reconocido el gran liderazgo pacífico a nivel internacional.  Esa era el principal temor del electorado antes de la disputa en las urnas.  En conclusión, mirando por el retrovisor, no entiendo el drástico cambio en las encuestas, siendo que lo que se está haciendo es en gran medida lo que se prometió que se iba a hacer.


2.  Política y percepción

El asunto de Obama me parece bien interesante, sumado a lo que se presenta a nivel nacional con el caso de Uribe.  El Presidente colombiano (ye he dicho que definitivamente no debemos hablar de ‘mandatario’) goza de una popularidad increíble.  Este último año, en varias oportunidades he tenido la oportunidad de preguntarles a varios uribistas, el por qué de su incondicional cariño por Uribe.  Todos responden que es un gran líder, como no ha tenido el país antes.  Destacan su temple y su carácter.

Ante esto, siempre formulo una pregunta, que a la fecha, nadie ha podido responder.  Les he pedido (a los uribistas reeleccionistas), que señalen tres aspectos fundamentales logrados por el gobierno de Uribe II, que sean buenos para el país.  Luego de mucho discutir, he aceptado que me respondan lo de la seguridad en el país, evidenciable en la posibilidad de transitar las vías para poder viajar.  Confieso que para mí, esa respuesta no es válida, pues ese fue un logro del gobierno Uribe I.  Lo he aceptado, por aquello de la continuidad en la política planteada.

Muchos de los encuestados, me dan alguna razón más, pero absolutamente nadie ha llegado a los tres que he pedido.  Obvio, es una pregunta en las que no les dejo mucho tiempo de preparación para responder.  Creo, sin embargo, que pedir tres grandes logros no es demasiado.  Normalmente, los encuestados terminan por responder: “A mí definitivamente me gusta”.  Quienes quieren reafirmar su posición, suelen decir que no quieren volver a la época de Pastrana.  Pienso, pero callo.

Personalmente, creo que esa no es una razón válida.  Hasta donde sé, Pastrana no es candidato, ni jefe de partido político, ni nada.  Es un expresidentes con capacidad de emitir opiniones que lleguen a la opinión pública.  Nada más.  Cuando quieren reelegir a Uribe por temor a volver a Pastrana, ¿a quién le temen?  La verdad, no lo sé.  Supongo que a Petro, por ser de izquierda, aunque no tengan claridad sobre el programa de gobierno que él plantea.

¿Por qué reelegir un gobierno del que no podemos destacar tres logros claros con más de 3 años de haber estado en el poder (solamente sumando Uribe II)?  Todavía no he conocido a los que me den las tres razones.  Los que no quieren, como es mi caso, recordamos que en el 2009 únicamente, nos encontramos con el lío frente a Venezuela, Ecuador, Bolivia y Nicaragua.  Tenemos el escándalo de Agro Ingreso Seguro, en los que todos aceptan que el escenario es inaceptable, pero ningún uribista cree que Uribe tenga responsabilidad, así sea el ‘Jefe’ de los responsables, y decida darle espaldarazos a los responsables.  Tenemos el problema con el DAS, las peleas con las Altas Cortes, le nominación del Procurador General, la pugna por la Fiscalía, los escándalos en la salud (Diego Palacio I), los problemas de empleo (Diego Palacio II), la pésima gestión en materia de transporte, y por supuesto, la corrupción para la aprobación de la segunda reelección.

Todos estos son asuntos respecto de los cuales no hay que pensar con demasiado detenimiento, para encontrar estos problemas.  La balanza está desequilibrada, pero seguimos amando a Uribe.  Fíjense como la popularidad inicial de Obama no era por lo que decía que iba a hacer (porque lo está haciendo y ya no lo quieren tanto).  Con Uribe, su popularidad se debe a aquellos aspectos por los que Obama fue popular antes.  En ningún caso, es porque realmente se esté gestionando bien o mal.

Los amantes y defensores de la democracia deberían tener esto en mente.  La gente vota, aprueba o rechaza, por factores psicológicos, concientes o inconcientes.  La argumentación es para los analistas, y las discusiones para los bloggers.  En política manda la percepción, y eso da miedo.  A pesar del miedo que genera, eso explica por qué ante una misma situación, en Venezuela siguen amando a Chávez, en Ecuador aman a Correa y en Colombia aman a Uribe.  Simple percepción.  Cuando los uribistas me dicen que no entienden por qué los venezolanos quieren a Chávez, luego de las disertaciones anteriores, suelo responder:  “por las mismas razones que usted ama a Uribe”.

Para quienes los que no están de acuerdo con esto, me gustaría que se preguntaran lo siguiente:

  1. ¿Qué candidato presidencial (diferente a Uribe), le gusta?

Una vez respondan lo anterior, inmediatamente respondan lo siguiente:

  1. ¿Sabe usted qué propone?

Probablemente algunos podrán responder estas dos preguntas sin mayor esfuerzo, pero a la mayoría de la población sí le cuesta responder la segunda.  Eso no es un buen indicador en una democracia, porque quiere decir que elegimos por corazonadas y no por reflexión.  Pasión antes que razón.


3.  Invocando a Beccaria

En el país, hay quienes aman u odian la justicia.  Pocos están en una posición intermedia.  Respecto de los abogados que en alguna medida han tenido contacto con la administración de justicia, suelen existir razones anecdóticas o en abstracto para optar por una u otra vía.  Sin embargo, la prensa no suele acudir a esta clase de razonamientos.  Para algunos, la justicia colombiana es el único poder que no está en manos (totalmente) del Presidente.  Por eso, adoran a los ‘Honorables’.  Para otros, la justicia está en manos de políticos que no les interesa nada más que figurar.  Por eso odian a los ‘Honorables’.

Hay un gran problema con estas disquisiciones.  El público, en general, no se entera de lo que ocurre en materia de administración de justicia.  A los medios de comunicación llegan incesantemente noticias sobre condenas y absoluciones.  En consecuencia, generamos el falso raciocinio que justicia = justicia penal (incluyamos aquí la justicia disciplinaria, aunque no sean lo mismo).  Bajo esa perspectiva, existe una noción generalmente aceptada de que condenar es bueno y absolver es malo.  No mucho interés genera saber si el proceso fue bien llevado o mal llevado.

A los que creen que justicia = justicia penal, no mucho les interesa saber si a los procesados se les observan sus garantías o no.  No es relevante determinar si justicia es justicia, o si justicia es venganza.  Eso quiere decir que tantos años después de haber escrito Beccaria su obra sobre los delitos y las penas, los abogados no hemos logrado que la sociedad asimile que la estructura del derecho penal se fundamenta actualmente en el respeto de garantías, antes que en la imposición de sanciones.  En consecuencia, hemos fracasado.


Conclusiones:

La retrospectividad, a la que he hecho alusión antes, nos obliga a mirar atrás para intentar determinar para donde vamos.  Actualmente, muchos psicólogos recomiendan vivir el ahora, y no pensar en el pasado o en el futuro.  Eso lo estamos cumpliendo perfectamente, y gracias a esta filosofía, tenemos resultados como los de Copenhague en donde nada importa más que lo que yo pienso ahora, independientemente de las consecuencias que ello pueda traer.

Mi llamado es por no desechar el pasado, e intentar saber de done venimos, para ver hacia donde vamos.  La física de Newton nos permite asegurar que cuando hay inercia, salvo que una fuerza externa modifique ese estado, podremos predecir con claridad para donde vamos.  Realizar este ejercicio mental ahorita es cercano a escribir un guión para una película de terror.  Somos forjadores de nuestro porvenir, así a muchos les importe un bledo el porvenir.  A quienes sí nos importa, el mensaje es de socializar los conceptos y opiniones, bajo el marco del respeto recíproco.

Esos son mis mayores deseos para este 2010 que inicia.
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