jueves, 24 de junio de 2010

Mi análisis mundialista de las elecciones

Ya casi se cumple una semana desde que el país decidió elegir a Juan Manuel Santos como próximo Presidente de la República.  Pareciera que fuera ayer, tal vez por el hecho de que mi alter ego me tiene ahora con acceso restringido al computador, como si su trabajo fuese más importante que el mío.  Pero bueno, ni modo.  En una de los ‘permisos’ para poder acceder a escribir, observé que las columnistas las directivas de www.noticias.com.co le solicitaron a los columnistas del portal (incluyéndome) que realizáramos un análisis acerca de las elecciones presidenciales.

Luego de haber dedicado buen tiempo y buen espacio a las propuestas de los candidatos presidenciales de primera vuelta, no sabía como abordar semejante petición.  Si en el caso de cada candidato le dediqué aproximadamente 5 páginas a cada uno (e incluso más a Germán Vargas Lleras por haberlo efectuado en dos partes), ¿cómo podría analizar unas elecciones en 4 párrafos?  Decidí entonces optar por valerme de la opinión y no de la argumentación, pues un análisis debe ser argumentativo, y la opinión simplemente debe ser clara.  Al parecer, fue de buen recibo dicha columna, por lo que sugiero que quienes quieran revisarla, lo hagan siguiendo el enlace a “Mi visión sobre las elecciones presidenciales”.

No obstante, he quedado con un cierto sinsabor, toda vez que mi método de análisis suele ser bastante más corrosivo que el correcto lenguaje utilizado en la columna.  Sin embargo, ello no implica que tenga un sinnúmero de vulgaridades atrincheradas en mi carazón de plumífero.  A pesar de esto último, hay ciertos aspectos que sí quisiera tocar relacionado con las pasadas elecciones, y para no dejar pasar la moda mundialista, invoco a las ánimas que acompañan al ‘Profe’ Carlos Antonio Vélez para que guíen el siguiente análisis mundialista, del ave de mar.


La contundencia de la ofensiva ‘santista’: análisis táctico y técnico de las elecciones por el ‘Profe’ Gaviota

Hemos presenciado un encuentro fenomenal en las cancha de la democracia.  Debido a la intensa lluvia, y a que era este el cotejo que serviría de abrebocas al esperado Brasil Vs. Costa de Marfil, la fanaticada de los verdes y los ya reconocidos ‘furibistas’ estuvieron algo parcos en el comportamiento del domingo.  Podría incluso decirse que no parecían fanáticos sino simples ‘admiradores’, como era la usanza en las épocas menos canibalescas del deporte.

Nos encontramos al inicio de la jornada con una formación conocida previamente por ambos equipos.  Los verdes, liderados por su figura Antanas Mockus, un jugador revelación en la liga bogotana hace algunas temporadas, le apostaba al juego bonito y creativo para lograr marcar en el acto rival.  Su estilo de juego en las eliminatorias recordaba un poco al de Holanda en la época de Kruyff.  Por supuesto, no estábamos ante la ‘Naranja Mecánica’, nos enfrentábamos a la ‘Ola Verde’, que por un momento había dado muestras de convertirse en un ‘Maremoto Verde’, o para ser más internacional, un ‘Tsunami Verde’.  Sin embargo, la apuesta por el fútbol total dejaba en claro que se recurriría a la calidad y a la estirpe de los jugadores para marcar la diferencia.

En el otro camerino, por el contrario, los furibistas tenían garantizado contar con un plantel de fortaleza que los pudiera hacer soñar.  Su gran figura, el ‘Matador’ Santos, quien ha tenido fogueo en ligas internacionales, y se le recuerda por aquel famoso ‘fuera de lugar’ contra los pupilos del ecuatoriano Rafael Correa, sería sello de garantía.  El experimentado jugador de muchas luchas le apostaría a un famoso 4-2-2-1-1, garantizando un cerrojo defensivo, y buscando abrir por ambos costados, con un pivot adelante que fuera capaz de convertir: el ‘Matador’ Santos.  En efecto, el juego de ‘la U’ se basaba en un juego de bloque, con posibilidad de abrir el juego por cualquiera de los dos costados, dependiendo si se requería que el lateral izquierdo desbordara con su conocido juego liberal, o si por el contrario resultaba apropiado apostarle al perfil derecho manejado por alfiles de juego mucho más conservador.

Cabe destacar que los verdes, se consolidaron como un equipo de un importante promedio de estatura moral, lo que los convertía en hábiles navegadores de las alturas, y por tanto, eran potentes en los dominios de lo etéreo y lo eólico.  Por su parte, era claro que el adaptable esquema santista realizó un cambio de esquema en varias oportunidades, adaptando el estilo del juego según las condiciones que planteara el oponente.  Por ello, para el momento del cotejo decisivo, optó por el ya mencionado esquema de 4-2-2-1-1 con un enganche definido que permitiera jugar por lo rastrero, terreno en el que el conjunto verde no era muy dado a dominar.

Tal vez la clave del partido se decidió en el medio campo, donde la nómina santista fue mucho más equilibrada, con unos creativos no muy creativos, pero debidamente apoyados por los ya mencionados laterales de juego conservador o liberal, según se requiriere.  La primera línea de 2, sin embargo, liderada por J.J. Rendón y Andrés Felipe Arias, garantizaba que el juego fuerte estaría a la orden del día, con la evidente posibilidad de que se obtuviera una o más expulsiones, pero a cambio de una gran merma en la creación de los verdes.  Allí estuvo la clave.  El nivel de recuperación de los de la U fue mucho más elevado, lo que permitió una mayor posesión del balón, que a su vez se tradujo en más opciones de gol para el ‘Matador’.

Junta con el bien diseñado planteamiento de los de la U, los verdes le apostaron a que Mockus iría bien apoyado por Sergio Fajardo, haciéndole la oportuna pared para poder así apostarle a un juego más vertical.  No obstante, una aparente lesión de la cual no pudo recuperarse oportunamente, mostró que Fajardo estuvo perdido en el juego, dejando a los verdes casi en una confrontación de 10 contra 11.  Perdón, sería mejor hablar de 12.  En efecto, el árbitro del encuentro favoreció claramente a los de la U, pitando varios fueras de lugar inexistentes, y dejando de amonestar a los de la U cuando hacían gala del juego sucio planificado por Rendón y Arias.  El uso parcializado de la autoridad, llevó a que los verdes terminaran por desconcentrarse, pasando del juego bonito que los caracterizaba, a un juego de contragolpe en busca del espacio necesario para que el conjunto pudiese concretar en el arco rival.

La estrategia de contragolpe que se pudo evidenciar a lo largo de la segunda mitad del cotejo, fue importante en la medida en que no era esperada del todo por los de la U.  Sin embargo, estos, muy tácticos, optaron por adelantar sus líneas para buscar el fuera de lugar del rival.  Ese cambio táctico, muy propio del equipo, que cambió en varias ocasiones de sistema de juego, se vio recompensado al cambiarle el libreto a los verdes.  El gran capitán de los verdes, desconcertado con el juego y la manera como los de la U dominaron el partido, decidió replegarse para controlar el primer cuarto de cancha, pero con el triste resultado de marcarse dos autogoles, y desviar un disparo de los de la U que finalmente terminó dentro de su propio arco.

Al final, recordando lo que fue aquel encuentro de Colombia y Argentina en el ’93, muchos de los seguidores de los verdes terminaron coreando con sus contrincantes los ‘olés’ que cantaban los furibistas desde la tribuna.  Era lo que le faltaba a los verdes para terminar de despedazar el planteamiento táctico.  En efecto, las líneas se partieron, lo que le permitió al ariete furibista concretar en otras dos ocasiones para terminar de liquidar las posibilidades de Mockus y los suyos.

Finalizado el tiempo de descuento, el árbitro (de muy discreta actuación) decretó el final del encuentro que terminó con un marcador final de 7-3, donde ‘Santos’ se alzó con la copa de campeón y la de mejor jugador.  Algunos de los empresarios cercanos al equipo, al parecer, ya tenían negociados algunos pases de los jugadores contrarios.  El tiempo, como siempre, nos sabrá decir en qué termina esta novela del fútbol.
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viernes, 18 de junio de 2010

Y al fin tendremos ‘otro’ Presidente

El domingo llega la segunda vuelta de elecciones en Colombia.  La noticia más importante es que las generaciones más jóvenes en Colombia podrán finalmente mencionar que al menos han tenido que vivir bajo el mando de dos Presidentes.  Eso es muy bueno.  Tan bueno es, que el Gobierno actual, luego de saber que no podría continuar en el poder, se decidió a gobernar, cuestión que no había realizado desde hace varios años. 

Al estudiar estos ocho años de Uribe, me encuentro con que los primeros 3 años fueron de gobierno, trayendo consigo las ventajas que el candidato Santos ha querido estirar a los otros 5 años.  El año 4 del gobierno de Uribe, fue dedicado a ‘negociar’ (en el buen sentido de la palabra, o en el mal sentido de la misma, según decida el lector creerlo) la primera reelección de Álvaro Uribe Vélez.  El año 5, es decir, el primer año de Uribe II, se trató de un interesante módulo defensivo del Gobierno, atacando a Yidis, Teodolindo y a cualquier tercero que pudiera siquiera osar pensar que Uribe y su ‘combo’ no es casto, es decir, que no aplazó el gustico.

Los años 6 y 7 (o 2 y 3 de Uribe II) podrían ser catalogadas como una interesante receta montañera titulada “La zona franca”.  Para efectos ilustrativos, un somero repaso a la receta:

1)      Un delicioso estofado de ‘chuzadas’.
2)      ‘Pirámides’ de papa en forma de laminas o monedas que se encuentran adheridas entre sí por una aparente textura de adobe (que dennota solidez pero que resulta más frágil de lo imaginado) pero que es realmente un poco de almidón humedecido.
3)      Una exquisita selección de verduras ‘asalteadas’ que el chef ha bautizado como “El Erario”.
4)      Como postre, se acompaña la selección anterior de un delicioso y estéticamente hermoso postre llamado “El escaque”, que consiste de un delicioso esponjado en forma de tablero de ajedrez, dominado por piezas blancas, que es sometido a un proceso de flambeado, generando una sensación de ‘falsedad’.  Esta sensación se materializa cuando al apagarse el flambeado, predominan las piezas negras, dejando al rey en ‘jaque’.  Sin duda, toda una sensación el postre. 

Entre jaques, falsos positivos, chuzadas y cazarrecompensas, finaliza el año 7, con un crescendo de clientelismo y traiciones entre políticos, realmente asombroso.  El año 7 no sería recordado en años futuros como el año del tigre o del gallo, sino como el año del ‘avión’  Entra el año 8, el año de las elecciones, o por muchos conocidos como el año del ‘oso’, año en el que se vio toda clase de bellezas políticas.

Pensaría que el año 8 de Uribe podría ser estudiado en muchos países bajo el formato de un seminario de ciencia política.  No hay nada más apasionante que observar en primerísimo plano a un individuo que le gustaba el amarillo, decir que es azul, y a otro que era azul, decir que ahora es negro.  Más aún, encontraremos ejemplares que se muestran como el ‘deber ser’ de sus nuevos movimientos.  Podríamos utilizar los ejemplos de Rodrigo Rivera, Roy Barreras y Noemí Sanín (para respetar la ley de cuotas).  El año en que nos dimos cuenta que el año del ‘avión’ encontraría sus objetivos realizados en el año del ‘oso’.  Efectivamente, el avión hizo el oso.  Referendos mal hechos, intervención ilegítima en política, y el descubrimiento que las chuzadas vinculaban al gran titiritero a su obra, aunque la gente siga creyendo que los títeres se mueven por sí mismos.  El año en que alias ‘el asesor’, se convirtió en el ‘nuevo hombre que nos pone a pensar’.

No debo ser injusto.  Realmente, se ha tratado solo de 2/3 del año 8.  El otro tercio del año, el Gobierno realmente optó por gobernar.  Camaleones, TLC´s con Europa (y otros) y la presentación del proyecto de ley para escindir el Ministerio del Interior y el Ministerio de Justicia, demuestran que realmente no todos eran tan ineptos como todos suponíamos.  Otros sí lograron demostrar que ni siquiera cuando el tema es ‘en serio’, logran dejar de robarnos un par de carcajadas a diario.

Me alegraba, en parte, haber vivido estos ocho años, porque le permiten a todo joven ‘prospecto’ de ciudadano, evidenciar que en política se puede ver lo peor y lo mejor en una misma persona, y que lo importante es saber detectar esas ‘fallas en el matrix’ a tiempo.  Pensaba en mis ‘conciudadanitos’ tomando nota de lo nefasto, lo malo, lo bueno y lo genial del gobierno Uribe.  Me imaginaba a los colombianos jóvenes tomando posturas y discutiendo.  Luego de ver las votaciones en primera vuelta, estupefacto padecí de un sudor frío acompañado de escalofríos y náuseas.  Tras recuperarme de la ‘pálida’, recordé que en efecto padecíamos de otro problema de fondo, y es que no hay educación decente en la actualidad.

En consecuencia, gran parte de mis pequeños ‘conciudadanitos’ son de aquellos que sostienen conversaciones en las que el 85% de los individuos son homosexuales, el 35% por de aquellos son mujeres ancianas, y todos aparentemente son paisas y ven películas todo el día todos los días.  No se sorprenderá el turista incauto que llegue a Bogotá y escuche conversaciones como las que siguen:

-“Quiubo marica”.
-“Quiubo guhuón”.
-“Parce, esto está muy paila marica”.
-“¿Por qué parce?”
-“Porque esa vieja anda en un video muy raro, guhuón”.
-“Uyy parce, a lo bien.”
-“Muy boleta esa nena, ¿sí me entiende?”
-“Marica, eso lo pasa por imbécil, guhuón.  Se dejó ver la cara, a lo bien”

Mientras que nosotros (los que envejecemos) esperamos dejarle un mundo mejor a los que vienen, al parecer, estos están en otro ‘video’.  Por ello, no es sorprendente que en las elecciones, para muchos de ellos prime gritar arengas mockusianas, en vez de preocuparse por lo que implica votar por él o por Santos.  Bueno, el día en que todos estos ‘maricas’ o ‘guhuones’ sean Doctores o Ingenieros, probablemente caerán en cuenta de lo importante que ha sido votar por uno o por otro, o ser uribista porque ‘ese man es un berraco’.  Es allí donde querrán ir para atrás, y probablemente tendrán que conformarse con la esperanza que los ‘maricas’ y ‘guhuones’ que vienen detrás tal vez decidan fijarse en esta clase de cosas.

Por ahora, insisto, es bueno saber que habrá un nuevo Presidente.
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domingo, 13 de junio de 2010

A vuelo de Gaviota – Ed. 2


  1. ¡Bienvenidos, amigos!

Recibo con júbilo la noticia de la liberación del General Mendieta, del Coronel Murillo y del Sargento Delgado.  A estos hombres de temple y de corazón, un inmenso ‘pico’.  Bienvenidos.  A continuar volando por la libertad…


  1. Las contradicciones del caso Plazas - Uribe

Ha sido condenado el Coronel (r) Alfonso Plazas Vega.  Quien defendía la democracia, según sus palabras, parece ser que en realidad no realizó una gran defensa en zona sino un barrido de personas ‘por si acaso’.  Al menos, eso nos dice la sentencia proferida en su contra por una Juez Especializada de Bogotá.

Contradicciones se han visto en las palabras del Presidente de la República, quien durante muchos años ha tildado a los ex M-19 como terroristas, pero ahora que se conoce que él fue quien siendo Senador introdujo cambios al proyecto de ley de paz con ese grupo, para que se amnistiaran y/o indultaran incluso delitos atroces.  Ahora, tan sólo hace un par de días, se observa al Presidente manifestar que ese proceso no puede desconocerse, cuando pareciera haberlo desconocido (al menos verbalmente) durante años.


  1. Las contradicciones del caso Plazas - Fueros

Sorprende ver la actitud de algunos sectores de la opinión que piensan que casos como el del Coronel Plazas llevan a condenas injustas, porque no se aplica el fuero de los militares.  ¿Es que acaso las pruebas ‘cambiarían’ en uno u otro caso?  ¿Es que la interpretación legal cambia por quien la aplique?  Personalmente, no lo sé.  Mejor dicho, intuyo que sí, pero nuestra Constitución y la ley, indican que no.

Aquella nota según la cual los jueces solo están sometidos al “imperio de la ley”, parece ser que puede cambiar, dependiendo de qué entendemos por el “imperio de la ley”.  Es contradictorio, entonces, que ese imperio, que también es representado por la Fuerza Pública, que ha de velar por hacerla cumplir, tenga tantos matices.  En una nota aparte, trataré el tema de los fueros.


  1. Fútbol y elecciones según Betto




  1. ¿Qué le pasa a Mockus?

Mockus nunca ha sido reconocido por hablar con claridad.  De hecho, parte de su ‘encanto’, era el manejo críptico y simbólico de su lenguaje.  No obstante, tras discutir el tema con algunos amigos y familiares, pareciera ser que el señor Antanas está teniendo algún problema adicional.  Escuchar sus intervenciones, llámese entrevistas y debates, me permite anotar que el candidato aparentemente tiene algún problema al expresarse.  Podría ser (porque conozco casos cercanos), que el candidato sufre estos problemas por los medicamentos que debe tomar por la enfermedad de Parkinson.  Podría ser también, que su excesiva reflexión no está encontrando el output necesario para traducirlo a palabras.  ¿Qué pasa Antanas?


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miércoles, 9 de junio de 2010

Pico para ‘los de atrás’

Hace un buen tiempo que no escribo para brindar un ‘pico’ a alguien.  El asunto electoral, sumado a la cantidad de barbaridades que se ven todos los días, impiden poder dar tantos ‘picos’, y más aún cuando en materia jurídica, política, y de medios, se observan TANTAS barbaridades, tan seguido.

A pesar de ello, me he sentido fuertemente atraído hoy a un tema que vale la pena ser resaltado.  Se trata de ‘los de atrás’, aquellas personas que silenciosamente han trabajado, como lo hace la abeja obrera en su panal, para que otras personas puedan lograr éxitos públicos.  Para el día de hoy, he querido traer algunos ejemplos específicos para mostrar el reconocimiento de manera ejemplificada, y no en abstracto.

En la mañana de hoy, tuve la oportunidad de escuchar una entrevista, en Caracol Radio, a Nelson Cardona, el colombiano que logró alcanzar la cima del Everest sin oxígeno y con una de sus piernas amputadas (llevaba una prótesis).  La mayoría de notas que he revisado al respecto destacan (y con razón) la gesta de este individuo.  Sin embargo, lo que realmente me motivó a escribir esta nota fue la mención especial que realizó Nelson Cardona del líder de la Expedición Epopeya Everest, el señor Juan Pablo Ruiz.  Tal y como el lo resaltó, el líder de la expedición, llegando a la cumbre, debía decidir quienes ascenderían hasta la cumbre, y quienes esperarían.  Para ello, decidió sacrificar la gloria, en aras de poder brindar apoyo, si se requería a quienes subirían, entre los cuales se encontraba Cardona.



Foto de Juan Pablo Ruiz tomada de: www.colseguros.com 

La decisión adoptada por Ruiz resultó ser trascendental, toda vez que los expedicionarios que continuaron ascendiendo se encontraron con un problema mayúsculo, el congelamiento del agua que llevaban para afrontar el ascenso y el descenso.  Ruiz, leyendo acertadamente la situación, esperó, y envió ayuda a los expedicionarios en el descenso, y sirvió de apoyo logístico y humano trascendental para que Nelson Cardona y sus compañeros pudieran bajar sanos y salvos.  Esa decisión de sacrificarse a sí mismo (pues perfectamente hubiese podido optar por subir, fue decisiva para el éxito de la expedición.

El segundo caso que me gustaría mencionar hace referencia a la campaña presidencial del candidato de mi predilección, Germán Vargas Lleras.  Muchos, como yo, reconocimos en su programa, el más completo y viable de todos los que se propusieron por los candidatos presidenciales que afrontaron la primera vuelta.  Vargas reconoció en varias oportunidades, que su programa no fue fruto de un trabajo individual bien pensado, sino del esfuerzo de varios equipos de trabajo que trabajaron largo tiempo en el estudio de cada tema específico, y en la elaboración de propuestas que concordaran con la línea de pensamiento del candidato.

Este trabajo en equipo, que no es fácil encontrar en un país como Colombia, implicó (no me cabe la menor duda) un importante esfuerzo por parte de los asesores, y los asesores de los asesores, quienes no habrían de obtener gloria por sus propuestas, pero quienes trabajan por un fin ulterior que era mayor a sus propias ambiciones.  Trabajaron por un programa integral, con miras a buscar una buena solución para el país.  A ellos, al igual que aquellos hombre y mujeres que trabajaron en cada una de las campañas, intentando estructurar propuestas serias y viables, un ‘pico’ especial por su gran labor y su desinteresado (en gran parte de los casos) esfuerzo por construir un país mejor.

El tercer ejemplo, que resulta conveniente traer a colación en la época mundialista, es el de aquellos jugadores que los comentaristas suelen definir como ‘tácticos’, que no serán los encargados de marcar la mayor cantidad de goles en sus escuadras o en sus selecciones nacionales, pero que sin su disciplina, talento y esfuerzo, llevaría a que sus equipos no pudieren llegar a ser exitosos.  Ejemplos como el de Makelele en el Real Madrid de principios de la década pasada, Gattuso en la Italia campeona de hace cuatro años, o Juan Pablo Sorín en la Argentina de hace algunos años, demuestran que el éxito no es obra únicamente de personas como Messi, Romario, Kruyf o Paolo Rossi, sino que involucra un trabajo silencioso y oculto que representa orden y estructura en los planteles.

No verán con mucha frecuencia que estos jugadores sean los mejores pagados, y rara vez se observará que se les premie con galardones y grandes contratos publicitarios.  Ellos son los ‘obreros’ de sus equipos, que con sacrificio, temple y orden generan la confianza necesaria en sus planteles para poder estructurar un poder ofensivo del cual no son los protagonistas directos.

En materia jurídica siempre se reconocerá la labor del gran doctrinante, o del magistrado titular que es ponente de sentencias valerosas y jurídicamente bien estructuradas.  No se verá, sin embargo, el trabajo de los investigadores y auxiliares que refuerzan las investigaciones de los primeros, ni aquellos que colaboran en proyectar y analizar los fallos de los segundos.  A ellos, que sin duda se sacrifican de igual o mayor manera que los segundos, les debemos gran parte de las cosas buenas que posee el mundo jurídico en la actualidad (aunque vale decir que también muchas de las malas) y rara vez encontraremos a abogados que siquiera sepan el nombre de alguno de ellos.  A aquellos monitores o profesores auxiliares que ‘sudan la camiseta’ junto con sus líderes, a estos grandes abogados, un ‘pico’ con profundo respeto.
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lunes, 7 de junio de 2010

Alazos Ed. 007

Esta edición de alazos va dirigido directamente al candidato, y probable Presidente, Juan Manuel Santos.

Alazo gráfico




Alazo analógico

El murciélago y las dos comadrejas

Un murciélago entró aturdidamente
de cierta comadreja en la morada,
Y ella, no bien descubre al imprudente,
Con los ratones desde antaño airada,
            Acude incontinente hacia
El intruso, a comerse preparada.
-¿Cómo –le dijo- sois tan atrevido,
Que de mis ojos os ponéis delante,
Después que vuestra raza repugnante
Hacerme siempre mal ha pretendido?
¿No sois ratón? Háblame sin ficciones.
Si vos no sois ratón, yo comadreja
            No soy ni nunca he sido.
-Perdonandme –responde en son de
queja;
De la raza no soy de los ratones.
¡Yo ratón!... Os lo ha dicho algún perverso,
Pues gracias al autor del universo
Soy ave, y alas tengo, y raudo vuelo.
¡Viva quien pueda remontarse al cielo!
Su razón fue encontrada convincente,
De retirarse obtuvo la licencia,
Y a poco fue a ponerse ciegamente.
De nueva comadreja en la presencia,
Grande enemiga de la alada gente,
Con peligro otra vez de su existencia.
Al verla que a cazar se disponía
Y engullirlo cual ave pretendía,
Al punto contestó que era un ultraje:
-¡Yo por ave pasara!... ¿En qué se funda?
¿No constituye al pájaro el plumaje?
¡Yo soy ratón! ¡Qué Júpiter confunda
A los gatos y vivan los ratones!.
            Y con ese lenguaje
Su existencia salvó en dos ocasiones.

Hay muchos que, cambiando de bandera,
Así el peligro con astucia evitan.
Los que prudentes son, a punto gritan:
“¡Viva el pueblo, o el rey!.  De igual
Manera.

Jean de La Fontaine


Alazo analítico

Grandes sumas de dinero se invierten, y bastante espacio ocupan las encuestas.  Los analistas basaron sus ‘estudios’ en una interpretación de encuestas, que mostraron estar equivocadas.  Gran parte de los análisis, también mostraron estar gravemente.  Esto último resulta aleccionador en la medida en que se puede establecer que el análisis de la política debería trascender de la simplista lectura de encuestas y enfocarse en el contenido de la política.

Lamentablemente, la política se ha tornado en una cuestión de forma y no de fondo.  Los políticos, son los que ocupan cargos políticos, y hay política cuando cualquiera de ellos habla.  Esta tergiversación de la política, además de ser simplistas y formalista, es nociva.  Gran parte de la política, en el mundo actual, viene del ciudadano participativo, el mundo globalizado, y el acceso a la información sin intermediación.

Señores analistas, sería interesante analizar por qué se equivocaron ustedes respecto de Santos y no por qué se equivocaron las encuestas.
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sábado, 5 de junio de 2010

La primera vuelta en retrospectiva

Ha concluido la primera vuelta presidencial en Colombia y el resultado no deja demasiado espacio para especular.  Este sigue siendo un país de derecha, en el que la seguridad sigue siendo el factor principal al momento de decidir por los candidatos.  Santos obtuvo una mayoría abrumadora en la primera vuelta a elecciones y desde ese punto de partida me gustaría abordar estas breves consideraciones.

Luego de haber tenido la oportunidad de revisar en detalle las páginas web de los 6 candidatos con mayor intención de voto, y tras escuchar algunas de las múltiples entrevistas y los millones de encuestas que rondaron durante este lapso de tiempo, he podido llegar a la misma conclusión desde la cual partí hace algún tiempo:  las elecciones no se deciden por programas, ni se deciden por propuestas, se deciden por percepción.  En otras palabras, el ejercicio del sufragio en el país es un tema netamente subjetivo.  Seguramente se dirá que todo en la vida depende del punto de vista, y eso resulta cierto.

He tenido la oportunidad de leer la percepción de muchos columnistas que al igual que yo, quedaron perplejos ante los resultados, y algunos sienten rondar la desesperanza nuevamente.  Ocurre lo mismo que ha ocurrido siempre.  Se vota por un candidato popular, aunque no se tenga claro por qué.  Afortunadamente mucha gente logró al final votar a conciencia, al ver cómo la ‘ola verde’ se desvanecía y en cierta forma se fortaleció el voto a conciencia.

Hace mucho tiempo anuncié que mi voto sería por Germán Vargas Lleras, y luego de depositarlo me sentí tranquilo.  Al ver los resultados finales de él, me sentí feliz.  Me sentí igualmente contento al ver el repunte de Gustavo Petro, y la caída de Noemí Sanín.  Aclaro: no tengo nada en contra de Noemí, pero claramente su campaña presidencial fue un completo fiasco.  Yo estuve cotizando los ‘tractorcitos’ por si acaso ella ganaba, porque todas las soluciones de su campaña eran esas máquinas, el General Padilla y el SENA.  Lo del SENA no lo hice porque ya me había graduado algunos años atrás, o si no, probablemente lo hubiera hecho también.

No puedo entender cómo una persona con una propuesta programática como la de Noemí Sanín, salía a decir lo mismo siempre.  La propuesta era muy ‘política’ (prometer mucho) pero no era infundada.  Sus entrevistas y sus respuestas de debate daban a entender que ella no había leído su propia propuesta.  No puedo entender, tampoco, cómo Petro era considerado malo por ser del M19, y eso de entrada, ya implicaba que sus ideas ni siquiera merecían ser consideradas.  Cada día le profeso más respeto a Gustavo Petro, quien sin duda sí se sentó a pensar qué haría ante los problemas del país.   Por supuesto, algunas de sus ideas no me gustaban por cuestiones ideológicas, pero no por ello puedo dejar de resaltar la gran labor del candidato quien tuvo que luchar contra la derecha, contra su propio partido, y contra la gestión de Samuel Moreno.

Lo de Rafael Pardo me pareció triste, porque creo que al final de la campaña, el candidato se empezó a comportar como tal, y no como un conferencista de universidad.  Buscó cautivar, y mostró carácter.  En general, hizo (tarde) lo que debió haber hecho desde el principio.  Su desempeño en los debates fue bueno.

Eso me lleva entonces a la ‘pregunta del millón’:  ¿Cómo hicieron Santos y Mockus para estar donde estuvieron?  Realmente no lo entiendo.  Ninguno de sus programas era bueno.  Ambos eran gaseosos y carentes de propuestas concretas.  Mockus, al mejor estilo de los samurais, se realizó el harakiri unas tres o cuatro veces en las últimas dos semanas de campaña, y Santos desde el principio demostró que es un completo obsesionado por el poder, y hará lo que sea para conseguirlo.  Por supuesto, eso incluye mentir, engañar, distraer la atención, sonsacar personas de otros partidos, y quién sabe que más cosas.

Definitivamente Santos es una persona muy capaz, y eso debo abonárselo.  El problema es que resulta ser TAN capaz, que es capaz de todo.  Eso me genera pánico.  Recuerdo en la historia a personajes de grandes capacidades que eran muy capaces, y que siendo capaces de todo, nos costaron muchas lágrimas, mucha sangre y mucho dinero.  En campaña, y aún sin ser Presidente, Santos ha mostrado que hará lo que sea por el poder.  Me da terror pensar en lo que hará por mantener el poder, una vez acceda a él.  Me genera pánico que una vez decida quitarse la etiqueta “Made by Uribe”, muchos colombianos quieran arrepentirse de su voto.  Me gustaría saber igualmente, de ese cúmulo de votos que obtuvo Santos, cuantos realmente votaron por él, y cuantos votaron por la etiqueta “Made by Uribe”.

Entonces la segunda vuelta tendrá como protagonistas a una persona que es el gran educador, y que sabe mucho, pero sobre temas ajenos a la Constitución de Colombia, porque respecto de esta no se educó mucho.  El otro es aquel que es capaz de todo, y que NUNCA va a retroceder, a excepción de la estructura de su campaña, y claro está, de su visión sobre los impuestos… ahh, y también sobre las ‘picardías’ como forma de luchar contra las otras ‘picardías’; por lo demás, no va a retroceder.

Insisto, el voto es percepción.  O de lo contrario, como se explican que los anteriores Presidentes sean vistos hoy por la mayoría como inmenso fraude, pero que a la vez, ¿todos ellos llegaran a través del sufragio?  Sigamos escuchando a Jaime Baily, a Felipe Zuleta y a María Isabel Rueda.  Eso sin duda nos permitirá saber ‘objetivamente’ qué se piensa.  Mientras tanto, sigamos yendo a las reuniones de Familias en Acción, donde casualmente podremos encontrarnos con Santos o su esposa.  O si prefiere, grite que “Vine porque quise, a mí no me pagaron”, aunque realmente todavía no tenga muy claro porque es que quiso venir.

Bienvenida, segunda vuelta.
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