viernes, 27 de septiembre de 2013

Sobre la violencia y el fútbol: Entrevista a un barrista


Esta semana que termina ha estado plagada por noticias sobre la muerte, y el fútbol, o mejor, la muerte por el fútbol. En este espacio, he tenido la oportunidad de repudiar múltiples formas de violencia, y en especial la violencia contra los animales.  Sin embargo, la violencia ligada al espectáculo, la violencia como generadora de "disfrute" es más problemática que la matanza de toros sin sentido.


Imagen tomada de: www.network54.com

Por esta razón, he solicitado la ayuda de una persona que conozco que ha tenido contacto directo con las barras bravas en el fútbol. He querido explorar qué opina una persona que ha estado "adentro", "afuera", y "al lado" de las barras bravas.  La idea es que tanto los lectores de este espacio, como la persona que lo administra puedan mirar otra óptica, y formar su propia opinión, además de la opinión de los periodistas, las víctimas de la violencia, y las imágenes televisivas. No interesa saber quién es sino qué vivió, para poder comprender perspectivas diferentes. Por ello, lo denominaremos "El Artista".  A continuación, la entrevista:

Respetado "Artista", gracias por atender a esta invitación.  Me gustaría iniciar por preguntarle acerca de las cuestiones psicológicas de aquellos que vivien inmersos en el fútbol con la pasión que aparentemente genera este deporte.  Parecería que la mentalidad de los "barristas" fuera diferente de quienes no pertenecen a las barras bravas.  ¿Qué es lo que cambia en uno y otro caso?

Rta:// Un hincha es un hincha, sea o no barrista. Su mentalidad no varía por el hecho que pague una boleta para ver el partido en platea o la pague para verlo en una lateral. La mentalidad del hincha es una sola, la diferencia radica entre la mentalidad de un delincuente y el hincha.

No se puede generalizar a los hinchas por el comportamiento de algunos delincuentes que desfogan su problemática social a través del fútbol. Estas personas agreden o agredirían a sus pares con o sin fútbol.


¿Que lo motivó a usted a unirse a los "Comandos Azules"?

Rta:// Yo me enamoré de la fiesta y ma camaradería que se vive dentro y fuera del estadio.

Yo voy al estadio desde que tengo 3 años, siempre he ido con mi papá. A principios de los 90s aparecen los Comandos Azules #13, yo los veía desde occidental y me encantaban sus banderas, sus canciones y su forma de alentar a Millonarios. En ese entonces era muy pequeño para ir a la lateral norte.

Cuando tuve edad suficiente, comencé a ir a la lateral norte con un amigo y nos enamoramos del "color" en la tribuna y de la camaradería que se vivía al interior. Todo el mundo era un amigo en potencia y todos nos comportábamos como tal porque sabíamos que teníamos algo en común: esperábamos ansiosos el día de ir al estadio a ver a Millonarios.

Al interior de los Comandos Azules conocí a mucha gente buena que hoy desarrolla roles productivos para la sociedad; aún soy amigo de muchas de esas personas.  Tengo amigos que pertenecen o pertenecieron a otras barras bravas (la guardia, el disturbio...) y comparten esa experiencia conmigo.


Cuéntenos de qué manera es que la violencia adquiere un rol principal en la vida de los barristas.

Rta:// La violencia no adquiere un rol principal en la vida de los barristas, la violencia adquiere un rol principal en una sociedad donde los ciudadanos nacen desesperanzados. Los delincuentes se comportan como tal, con o sin el fútbol. La violencia que se ve alrededor del fútbol hace parte de un modelo social fallido y de un sistema económico desigual.

Al interior de la barras se ve mucha violencia, pero esa violencia viene desde la casa de quienes la cargan. Muchas de las personas violentas en el fútbol son algo así como el Rodrigo D. de Víctor Gaviria.  Muchos no conocen a sus papás, a duras penas ven a sus mamás, no tienen expectativas de vida más allá de esperar a que sea domingo para ir al estadio.  La sociedad les dio la espalda antes de nacer y luego esa misma sociedad los juzga por no ser capaces de adaptarse a ella... 

"¿La que peca por la paga o el que paga por pecar?"


Existe una percepción generalizada de que los miembros de las barras bravas son personas tontas o poco inteligentes.  Desde su perspectiva, ¿qué opina de esta visión?

Rta:// El hecho de pertenecer a una barra no tiene relación directa con la capacidad cognitiva de una persona. La percepción generalizada puede ser creada por un generador de opinión, entonces tendríamos que ver cuan objetivo fue el juicio de quien generó el concepto. Para el pueblo de Estados Unidos, Hitler era un personaje admirable.  Si no, recordemos la reacción de EE.UU. ante "El Gran Dictador" de Charles Chaplin.

Al interior de las barras he conocido gente  inteligente y profesionalmente exitosa.  No solo hablo de los Comandos Azules, sino también al interior de otras barras. Por ejemplo, cuando estudié en Europa me reunía con frecuencia con un amigo que conocí en los Comandos Azules.  Él estaba cursando su Doctorado en la misma ciudad en la que yo estudié.  Un amigo que perteneció a "Los del Sur" actualmente trabaja en Alemania en el HQ de un laboratorio farmacéutico líder en el mundo, dirigiendo una línea de negocios.  Así como ellos conozco muchas otras personas.


¿Qué lo motivó a salirse de las barras bravas?

Rta:// Mi salida de los Comandos Azules obedeció a una decisión personal, pues sentí que había cumplido una etapa de vida. Simplemente dejé de ir a lateral norte y regresé a occidental con mi papá.  Seguí yendo todos los domingos al estadio.


¿Qué lección ha aprendido usted de esta experiencia, que le gustaría compartir con nuestros lectores?

Rta:// Lo más importante de esta experiencia de vida fueron las personas que conocí a lo largo de ella. Conocí personas de diferentes estratos sociales que me enseñaron el valor de la lealtad. En la lateral nos juntábamos personas de diferentes estratos sociales quienes diferíamos en cuanto a posiciones políticas o religiosas pero nos uníamos en torno a un anhelo común.

Aun hablo con muchas de estas personas y hasta voy con ellos al estadio, aunque ahora vamos a otras tribunas. Inclusive estuve con 2 de esos amigos y mi papá el año pasado en el estadio en la final que nos dio la estrella 14.


Al "Artista", mi inmensa gratitud. Es mucho mejor cuando uno puede formarse una opinión después de haber preguntado, y no pretender resolver el mundo a partir de nuestros propios prejuicios.

En la siguiente entrada, expondré mi propio punto de vista.  Antes de hacerlo, quise que además de contar con la "información" que circula por los medios de comunicación, pudiésemos tener una visión desde otra perspectiva.  La próxima entrada, tan solo constituye, un punto de vista más sobre este bochornoso momento en el que violencia y fútbol vuelven a encontrarse y manifestarse conjuntamente.
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martes, 24 de septiembre de 2013

Poesía Jurídica Vol. 4

Trascendencia

Me han dicho hoy que lo nuestro fue en vano,
Un negocio jurídico frío y malsano.
Me han hablado hoy de mi amor virulento,
Una mezcla homogénea de idilio violento.
¿He acaso perdido tu mano?

Al llegar, mi corazón era un baldío.
Fuiste la senda... el cauce de este río.
Te sentí, como una ardiente llama viva,
Mas tu castigo llegó con tarifa retroactiva.

¿Te amé, o a duras penas lo intenté?
¿Me quisiste, o tan sólo simulaste?
Pregunté, pero tu respuesta no escuché.

Me has dicho que conmigo todo fue nulo,
Pero esta paradoja hoy no la disimulo.
Si dices que nula fue todo nuestra convivencia,
No cumplirás con el principio de trascendencia.

Lo nulo no puede ser trascedente,
Tal como el pasado tampoco es el presente.
Lo nulo no puede dejar heridas,
Tal como las dejan nuestas respectivas vidas.
Según esto, jamás llegue a tener tu mano.
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viernes, 20 de septiembre de 2013

Sobre el "respeto": carta a la concejal Angélica Lozano

Respetada Concejal,

No he podido contener el deseo de dirigirme a usted, para que se sirva responderme a mí -y de paso a sus electores- en qué contexto debemos entender el término "respeto", que ha sido aquel concepto al cual ha venido apelando sistemáticamente para dar algunas de las luchas más enconadas de la realidad jurídica y política del país.  Confieso que muero de ansias por conocer la manera como puede encuadrar usted ese concepto en medio de otras tantas actitudes tan contradictorias.

Esta mañana tuve la oportunidad de escucharla hablar en el programa 6 AM HOY POR HOY de Caracol Radio.  Recuerdo que fue contactada telefónicamente para hablar sobre las palabras del Papa Francisco que han sido favorables en torno a la tolerancia a la homosexualidad.  El asunto era especialmente importante dado que la Iglesia Católica lleva dos milenios con posturas absolutamente rígidas frente a la sexualidad.  Por lo tanto, es importante conocer la visión que pudiese tener una política que ha asumido las banderas de esta lucha por una sexualidad libre y pura.

Con absoluto pesar he notado que su respuesta parte por celebrar la reconsideración que viene haciendo la Iglesia Católica al respecto.  Sin embargo, su celebración pasó a ser inmediatamente a la postura de una resentida, y en vez de mostrar las virtudes de una postura así, empezó a utilizar un lenguaje sarcástico, claramente destinado a atacar a los "obsesos" que se niegan a asumir una postura ideológica como la suya.  Sin duda, sus palabras estaban dirigidas al Procurador.

Antes de pasar a engrosar su lista de "obsesos" de menor nivel, dado que no tengo la más mínima relevancia política que me haga digno de una respuesta de su parte, es importante también confesarle que no soy activista pro-LGBTI, ni anti-LGBTI.  Personalmente me tiene sin cuidado lo que cada cual haga con su genitalidad. Sin embargo, al igual que usted, tiendo a ser un activista de la libertad personal, y como tal, haré uso de mi libertad de conciencia y mi libertad de expresión para cuestionar su aparente reivindicación del respeto.



Imagen tomada de: http://elviajedeunaburbujita.blogspot.com

Una de las bellas características que tiene la virtud del "respeto", es que se trata de una actitud de vida, no de un bien que se encuentra "allá", en el tráfico jurídico.  Como consecuencia directa de esto, el respeto es toda vez más valioso cuando no debe ser exigido, o siquiera solicitado, sino cuando se otorga a la espera del principio de reciprocidad de los terceros.  Por supuesto, no hemos de esperar que todos obren conforme al principio del trato respetuoso.  Es de allí de donde surgen las causas que merecen ser protegidas y avaladas a través del activismo. Sin embargo, ser activista no da licencia para obrar conforme al principio de la barbarie y la mala educación.

Da algo de lástima ver que la sangre joven de la política colombiana acuda a las recursos bajos de la ridiculización de terceros por el hecho de no tener su misma postura jurídica en torno al estatus de las consecuencias jurídicas de las uniones entre parejas homosexuales.  "Hágale caso a su jefe, el Papa", es tan estúpido como afirmar que los "homosexuales van a ir al infierno".  Eso puede esperarse de personas que no han sido formados en valores, ni que han sido educados en las implicaciones y connotaciones del derecho a la igualdad.  Veo su trayectoria en la página web http://angelicalozano.com y me resulta extraño ver que una persona tan preparada salga con este tipo de afirmaciones.  No fue una, ni dos, sino varias.  Me he tomado el trabajo de revisar algunas de sus intervenciones, y parece ser que ese curioso uso del "respeto" como concepto fundamental, es igual de flexible a lo que he podido percibir hoy.

Apelando a un poco de aforismo democráctico, o mal llamada sabiduría popular, tendríamos que aceptar que:"Ser decente no cuesta un c*lo, y por el contrario queda uno pu**mente bien."

 Por ello, espero que algún día tengamos la oportunidad de saber cómo funciona ese respeto al que usted constantemente apela.  Hemos de recordar con Kant, que debemos actuar de forma tal que nuestra regla de conducta se transforme en una máxima universal, de forma tal que lo que hacemos podría ser igualmente ser hecho de manera válida por cualquier otra persona. ¿Debemos empezar a afinar nuestro humor sarcástico?

Agradezco sus valiosos comentarios.

Con profundo "respeto",

Gaviota Jurídica
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viernes, 13 de septiembre de 2013

Por qué Uribe no será Senador (ingreso de futurología)

Apreciados compatriotas colombianos:

A unos de ustedes les tengo una muy mala noticia, y a otros una muy buena noticia.  En realidad no son dos noticias diferentes, sino es una misma noticia: su adorado (u odiado, según sea el caso) expresidente Álvaro Uribe Vélez no va a ser Senador de la República.

La razón no pasa por cuestiones de cálculo político.  No crean ustedes que el asunto obedece a que se arreglen las cosas entre él y Juan Manuel Santos.  Tampoco se trata de darle espacio para gobernar a los candidatos del Centro Democrático en caso de que llegasen a ser elegidos.  La razón es algo menos poética que eso.

Resulta que la Constitución Política de Colombia contiene en su artículo 235 la consagración de las funciones de la Corte Suprema de Justica.  Pero realmente, al consagrar las primeras funciones (específicamente las que están previstas por los numerales 2, 3 y 4) se consagran lo que en derecho se denominan "fueros".  Los fueros no son otra cosa que reglas de atribución de competencia específica a determinadas autoridades para investigar (fuero de investigación) o para juzgar (fuero de juzgamiento).  Si se revisa detenidamente esto, encontramos que al Presidente de la República lo juzga la Corte Suprema y lo investiga la Comisión de Acusaciones de la Cámara de Representantes.  Esto es importante, porque aún después de haber dejado el cargo, si se le acusa por algún delito que hubiese podido haber cometido siendo Presidente de la República, se le mantiene el fuero.  Este es un fuero funcional que permanecerá de por vida, salvo que aplique un fuero diferente.

El artículo 235 de la Constitución también indica que los Congresistas son investigados y juzgados por la Corte Suprema de Justicia.  Es por ello que observamos cada cierto tiempo que la Corte Suprema ordena la captura de Congresistas activos.






Imagen tomada de: www.elespectador.com



Para nadie es un secreto que Uribe llegó a amasar tal cantidad de poder mientras fue Presidente, que podía considerarse como dueño del Estado.  Su poder llegó a dominar todo el Ejecutivo a nivel nacional, departamental y municipal (salvo algunas pocas excepciones).  Logró dominar la Procuraduría, la Contraloría, y la Fiscalía General de la Nación.  Lo único que no logró acaparar fue la Corte Suprema de Justicia, el Consejo de Estado y el 60% de la Corte Constitucional.  Por esa razón es que hoy lo llamamos "expresidente", y no "Presidente".  En su afán por conquistar por la fuerza lo que no logró a partir de otro tipo de prácticas políticas, se ganó unas peleas que aún hoy lo persiguen.  La Corte Suprema de Justicia nunca pudo desquitarse por las vías judiciales, porque la Comisión de Acusaciones se lo impidió.  Eso lo sabe bien el Presidente.

Si por algún motivo Uribe llega a ser elegido Congresista, el fuero cambiaría.  Como Congresista activo, el órgano encargado de investigar y juzgarlo será la Corte Suprema de Justicia, independientemente de la fecha en que se hubiesen llegado a cometer los supuestos delitos.  En consecuencia, sería la gran oportunidad que tiene una Corte herida (recuerden que el ego de los Magistrados es tan grande como el del expresidente) tuviese su desquite.  Uribe le fascina el poder, pero le gusta más la libertad.

Por esa razón es que probablemente lo verán lanzarse en lista cerrada al Senado, en un renglón imposible de elegir.  Logrará elegir a muchos, y por intermedio de ellos, saboreará el poder como antes lo hizo.  Será poderoso y seguirá siendo intocable para la Corte.

Amanecerá y veremos...
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martes, 10 de septiembre de 2013

Los "tiempos" de la justicia

Hace algunos días tuve la oportunidad de leer cuidadosamente la columna de Daniel Raisbeck titulada "Justicia exportada: Londres como centro global de arbitramento" en Ámbito Jurídico, el periódico jurídico más importante de Colombia. La columna era un retrato descriptivo de por qué razón Londres se convirtió en un exportador de servicios jurídicos (en realidad es más adecuado afirmar que se convirtió en un destino turístico de quienes buscan solucionar controversias jurídicas de la mejor manera posible).

Básicamente, parece ser que la gran aspiración de muchos en el mundo, sí se da allá: la justicia funciona.  ¿Pero es que acaso qué le pedimos a la justicia?  Cada vez menos, creo yo.  Desde Platón y Aristóteles, la justicia se iba perfilando como la máxima virtud a la que podíamos aspirar, y bajo ese entendido, era el faro orientador de todo nuestro actuar.  Sin embargo, los tiempos cambian, y la justicia también.  La justicia, en la Edad Media, era un atributo que únicamente podía poseer el Altísimo, y al que muchos no tendríamos acceso, siendo personas del común.  Sólamente aquellos a los que se le revelaba directamente podían administrarla.  Desde allí la justicia se fue parcelando.  Ya no es de todos ni para todos, sino un don para los privilegiados.

Al contrastar el dicho de Daniel Raisbeck con lo que ocurre actualmente en Colombia observamos que el concepto de justicia cambió.  Hoy en día, se confunde la justicia con quienes ejercen el servicio público de administrar justicia.  Por eso es que pretender criticar a un Magistrado (sea o no una crítica sensata) se entiende como un atentado contra la independencia y la autonomía de la justicia.  En sentido estricto, clásico, criticar a un Magistrado no es criticar a la justicia, sino criticarlo en virtud o en contra del concepto de justicia.


Imagen tomada de: www.flickriver.com

El problema principal es que incluso en la actualidad el concepto de justicia continúa en un proceso de erosión contínua.  Si en Grecia y Roma los servidores se debían a la diosa justicia y procuraban acercarse a ella, hoy son ellos la justicia misma, y por ello, cualquier cosa que salga de sus bocas o de sus escritos se cataloga como justa.  Por eso, es que las peticiones habituales (como lo resalta Raisbeck), es que la justicia sea pronta y sea imparcial.  Londres, al parecer, ofrece eso.  Colombia no.  Muchas entradas he dedicado a la forma como "la justicia" es corrupta... groseramente corrupta.

Me interesa hoy referirme especialmente a los tiempos de la justicia.  El problema de lo temporal no es algo sencillo.  El tiempo, al parecer, no es algo único, inmutable y que exista por fuera de una relación de percepción del ser humano.  Dicho en otros términos, el tiempo no es algo que exista cuando no hay quien lo perciba.  Para Kant, se trataba de una forma pura de organizar la experiencia, al igual que el espacio.  No podemos pensar en nada en el mundo sino a partir de las categorías de espacio y de tiempo.

Con la teoría de la relatividad, Einstein logró demostrar que el espacio tiempo no es absoluto, y que bajo ese entendido, lo que en un sistema de referencia ocurrió en un lugar y en un momento, en otro sistema de referencia habría podido ocurrir en otro tiempo y en otro lugar.  El parámetro fijo que garantiza que esto sea así es la velocidad de la luz, que es la velocidad más alta posible (en su teoría).  Destaco aquí la teoría de la relatividad, pues de allí surge un concepto harto importante para mis pensamientos: la aceleración de los sistemas de referencia.





Imagen tomada de: http://desmotivaciones.es


En 1988, Ben Johnson y Carl Lewis se disputaban el oro olímpico, y los tiempos rondaban los 10 segundos.  En la actualidad, Usain Bolt ha bajado esos tiempos en medio segundo.  Anteriormente una carta demoraba 1 semana aproximadamente en llegar a su destino.  Hoy, un correo electrónico demora instantes en cruzar el mundo.  Anteriormente, los jóvenes iniciaban su vida sexual rondando los 18 años.  Actualmente, aunque sigue siendo ilegal, estos inicios se dan cerca de los 14 años.  Los tiempos se acortan.  El tiempo no es el mismo, aunque se mide igual.

En materia de justicia, no es extraño ver procesos que cumplan 15 o más años sin ser decididos.  La justicia penal sufrió una gran reforma procesal porque era inadmisible que un proceso se decidiese en 6 o 7 años.  Ahora simplemente la mayoría no se deciden.  El reloj, en la justicia colombiana parece andar en sentido contrario a las manecillas del reloj en la vida real.  Es este el movimiento relativo que se observa si consideramos que el tiempo de la vida real es un punto fijo y miramos las manecilllas del reloj de la justicia.  5 años frente a los tiempos de los 70s no son en ningún caso los mismos 5 años en el 2013.

Hoy en día, es contradictorio, pero también igualmente certero afirmar que, respeto de la justicia en Colombia: "son otros los tiempos".  Quizá el tiempo real -el tiempo estándar- así como el Greenwich Meridian Time, siga estando en Londres.
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