No, por favor no se confundan. No he adentrado en terreno de la literatura de superación personal, ni mucho menos. El título elegido ha sido el resultado de la explicación etimológica de nuestro picoteado de hoy –y de siempre–, el señor Félix de Bedout. Para los lectores que no conocen a este personaje, es importante que sepan que es un reconocido periodista colombiano.
Imagen tomada de: www.entretenete.com
Su hoja de vida profesional lo muestra como presentador de noticias de NTC Noticias (actualmente extinto noticiero) y director de ese mismo noticiero. También ha trabajado en Noticias Uno. Actualmente se desempeña como miembro de la mesa de trabajo (así lo llaman ellos) de “La W”, programa radial de inmensa popularidad, dirigido por Julio Sánchez Cristo, en la emisora del mismo nombre, de propiedad de Caracol Radio.
Este programa es una muestra interesante de la cultura colombiana, en términos generales. Existe un ícono idolatrado que dirige los destinos del oyente y del resto de su mesa de trabajo. Aquí en Colombia, todos lo conocemos como Julito (denota lo confianzudos que somos), o como Julito no me cuelgues (denota lo confianzudo y lo serviles que somos). No miento, son los dos saludos más populares al icónico director del programa. El contenido del programa es bastante interesante, puesto que maneja información cultural, de actualidad, política, de opinión. Adicionalmente, cuenta con espacios de denuncia, de acción social, y con entrevistados de primer nivel.
Por ello, continuamos con la idea, el programa es una radiografía de la cultura colombiana. El contenido de la emisora, en general, está dirigido a las clases altas de la sociedad colombiana, con mucho inglés, mucha promoción de joyerías, eventos en el exterior, y cuestiones similares. En ese sentido, existe cierto grado de altivez por parte de los miembros del programa. Se brinda más tiempo de opinión para las oyentes en el extranjero que para los oyentes en territorio nacional. Se cercena el uso de la palabra de manera intempestiva, y eso gusta (recordemos el Julito no me cuelgues). Fíjense entonces de qué manera el oyente acude a contenidos ‘elevados’, dispuesto a ser puesto en su lugar por los locutores, y estos a su vez, sometidos a ‘culturas superiores’. Habría que ver la diferencia en el tratamiento de las entrevistas a invitados europeos o norteamericanos, con respecto a la de los invitados colombianos.
Es allí donde entra “aquel que se considera feliz o afortunado”. Además de emitir opiniones intermitentes a lo largo del programa, la función principal de Félix es la de entrevistar. Es un periodista inquisitivo, que acorrala con sus preguntas a sus entrevistados. Respecto de este método, le han preguntado ya a Felix de Bedout en la página http://www.elclavo.com/ sobre su estilo de acorralar a entrevistados. Me permito reproducir el fragmento de la entrevista que pueden revisar aquí:
“¿Qué pretende usted cuándo acorrala a alguno de sus entrevistados?
Yo no me siento haciendo una cosa agresiva, algunas personas deben pensar que es por el tono, una cosa u otra, pero yo creo que estoy preguntando cosas que la gente merece saber y tengo la responsabilidad de hacerlo con los funcionarios públicos sobre todo, pues cuando son personas que tienen responsabilidades públicas tienen que responder por eso. Y yo insisto en una frase y es que “las entrevistas son entrevistas y no homenajes”, y acá mucho funcionario público piensa que uno lo llama para hacerle un homenaje y para decirle “qué berraquera lo que usted hace”. No, uno tiene que interrogarlos por las cosas que no están funcionando, por las dudas que se están generando, por las cuestiones que la gente necesita conocer.”
Presiento que “aquel que se considera feliz o afortunado”, como casi toda persona, considera que lo que hace está bien hecho. Esto me recuerda, cada vez mas, las palabras de Dale Carnegie, que siendo parafraseadas por esta Gaviota, más o menos son las siguientes: La crítica lo único que consigue es que la persona criticada haga todo lo que esté a su alcance por justificarse. Eso hace el señor de Bedout. Parte de la premisa falsa de que las entrevistas se toman como homenajes. Eso es parcialmente cierto, y lo que es parcialmente cierto también es parcialmente falso. De esa premisa parcialmente falsa, considera que el no es periodista de homenajes. Por lo tanto, hace lo que hace.
La pregunta subsiguiente es: ¿Y qué es eso que hace el señor Felix de Bedout? Ya hemos visto que cuando le preguntan sobre sus ‘acorraladas’, el periodista inicia por responder que no considera que lo que haga sea agresivo. Se tiene por dicho popular aquí que “explicación no pedida… acusación manifiesta”. En otras palabras, al señalar que no considera que lo que hace es agresivo, está aceptando que en efecto sí lo es. Evidentemente, lo que acabo de mencionar dista mucho de ser un argumento. Es un intento por jugar al psicólogo. Sin embargo, no implica que la falta de rigor argumentativo implique que “necesariamente” sea falso.
Es un ejercicio interesante revisar las entrevistas de Félix de Bedout, más aún si se indaga desde una perspectiva crítica. Usualmente, el director del programa, Julio Sánchez Cristo, ha realizado algunas preguntas introductorias para conocer el punto de vista del entrevistado. Luego entra Felix de Bedout realizando una o dos preguntas contextuales. Finalmente, entra a hacer preguntas de fondo, tendiendo a poner en aprietos al entrevistado. Eso en principio no está mal. El problema con ello es que en una gran cantidad de ocasiones se realizan preguntas que resultan, cuando menos, ofensivas.
No he logrado entender cómo a algunas personas les puede gustar que un periodista pregunte cosas como “¿no cree que eso está mal?”, “Disculpe, pero a mí no me parece”, y que después de recibir las respuestas que no desea, repita la misma pregunta otras tres veces, esperando a que le den la razón. Algunos invitados se han molestado, al aire, por el tratamiento recibido por de Bedout. Al parecer, es ese el plan del programa, que resulte molesto. Muchos lo alaban porque, según dicen, dice las cosas sin pelos en la lengua. Yo tiendo a estar en desacuerdo. Primero, no dice, ni pregunta, sino que dice preguntando, creyéndose sumamente ingenioso con ello.
Por mi parte, su método me resulta molesto. No sabía que era bien visto maltratar al invitado, ni que fuera de alta alcurnia interrumpir a las personas en el uso de la palabra cada vez que considera tener algo ingenioso para decir. Esto último resulta incluso más molesto que lo primero. Tenía entendido que era parte del ‘protocolo’ periodístico preguntar y esperar la respuesta, para luego sí continuar preguntando. Al parecer, la lógica de “aquel que se considera feliz o afortunado” es la de preguntar y permitir que se responda, únicamente si es lo que le gustaría oír. Cualquier respuesta no autorizada da vía libre a que se interrumpa, decente o indecentemente. Da igual. Lo importante es mostrarse como un Gran Inquisidor.
Debo aceptar que existen muchos periodistas, presentadores, columnistas, que se me antojan nocivos, pero aún así, no tanto como para generarme impulsos de dejar de leer un periódico o revista, ver un programa de televisión o escucharlo en la radio. El señor Felix de Bedout es la excepción. “Aquel que se considera feliz”, claramente parece serlo, a costa de generar molestia, ira y dolor. Bien por él, mal por nosotros. Sin duda cree que así ejerce su función social en aras de la paz.
Su hoja de vida profesional lo muestra como presentador de noticias de NTC Noticias (actualmente extinto noticiero) y director de ese mismo noticiero. También ha trabajado en Noticias Uno. Actualmente se desempeña como miembro de la mesa de trabajo (así lo llaman ellos) de “La W”, programa radial de inmensa popularidad, dirigido por Julio Sánchez Cristo, en la emisora del mismo nombre, de propiedad de Caracol Radio.
Este programa es una muestra interesante de la cultura colombiana, en términos generales. Existe un ícono idolatrado que dirige los destinos del oyente y del resto de su mesa de trabajo. Aquí en Colombia, todos lo conocemos como Julito (denota lo confianzudos que somos), o como Julito no me cuelgues (denota lo confianzudo y lo serviles que somos). No miento, son los dos saludos más populares al icónico director del programa. El contenido del programa es bastante interesante, puesto que maneja información cultural, de actualidad, política, de opinión. Adicionalmente, cuenta con espacios de denuncia, de acción social, y con entrevistados de primer nivel.
Por ello, continuamos con la idea, el programa es una radiografía de la cultura colombiana. El contenido de la emisora, en general, está dirigido a las clases altas de la sociedad colombiana, con mucho inglés, mucha promoción de joyerías, eventos en el exterior, y cuestiones similares. En ese sentido, existe cierto grado de altivez por parte de los miembros del programa. Se brinda más tiempo de opinión para las oyentes en el extranjero que para los oyentes en territorio nacional. Se cercena el uso de la palabra de manera intempestiva, y eso gusta (recordemos el Julito no me cuelgues). Fíjense entonces de qué manera el oyente acude a contenidos ‘elevados’, dispuesto a ser puesto en su lugar por los locutores, y estos a su vez, sometidos a ‘culturas superiores’. Habría que ver la diferencia en el tratamiento de las entrevistas a invitados europeos o norteamericanos, con respecto a la de los invitados colombianos.
Es allí donde entra “aquel que se considera feliz o afortunado”. Además de emitir opiniones intermitentes a lo largo del programa, la función principal de Félix es la de entrevistar. Es un periodista inquisitivo, que acorrala con sus preguntas a sus entrevistados. Respecto de este método, le han preguntado ya a Felix de Bedout en la página http://www.elclavo.com/ sobre su estilo de acorralar a entrevistados. Me permito reproducir el fragmento de la entrevista que pueden revisar aquí:
“¿Qué pretende usted cuándo acorrala a alguno de sus entrevistados?
Yo no me siento haciendo una cosa agresiva, algunas personas deben pensar que es por el tono, una cosa u otra, pero yo creo que estoy preguntando cosas que la gente merece saber y tengo la responsabilidad de hacerlo con los funcionarios públicos sobre todo, pues cuando son personas que tienen responsabilidades públicas tienen que responder por eso. Y yo insisto en una frase y es que “las entrevistas son entrevistas y no homenajes”, y acá mucho funcionario público piensa que uno lo llama para hacerle un homenaje y para decirle “qué berraquera lo que usted hace”. No, uno tiene que interrogarlos por las cosas que no están funcionando, por las dudas que se están generando, por las cuestiones que la gente necesita conocer.”
Presiento que “aquel que se considera feliz o afortunado”, como casi toda persona, considera que lo que hace está bien hecho. Esto me recuerda, cada vez mas, las palabras de Dale Carnegie, que siendo parafraseadas por esta Gaviota, más o menos son las siguientes: La crítica lo único que consigue es que la persona criticada haga todo lo que esté a su alcance por justificarse. Eso hace el señor de Bedout. Parte de la premisa falsa de que las entrevistas se toman como homenajes. Eso es parcialmente cierto, y lo que es parcialmente cierto también es parcialmente falso. De esa premisa parcialmente falsa, considera que el no es periodista de homenajes. Por lo tanto, hace lo que hace.
La pregunta subsiguiente es: ¿Y qué es eso que hace el señor Felix de Bedout? Ya hemos visto que cuando le preguntan sobre sus ‘acorraladas’, el periodista inicia por responder que no considera que lo que haga sea agresivo. Se tiene por dicho popular aquí que “explicación no pedida… acusación manifiesta”. En otras palabras, al señalar que no considera que lo que hace es agresivo, está aceptando que en efecto sí lo es. Evidentemente, lo que acabo de mencionar dista mucho de ser un argumento. Es un intento por jugar al psicólogo. Sin embargo, no implica que la falta de rigor argumentativo implique que “necesariamente” sea falso.
Es un ejercicio interesante revisar las entrevistas de Félix de Bedout, más aún si se indaga desde una perspectiva crítica. Usualmente, el director del programa, Julio Sánchez Cristo, ha realizado algunas preguntas introductorias para conocer el punto de vista del entrevistado. Luego entra Felix de Bedout realizando una o dos preguntas contextuales. Finalmente, entra a hacer preguntas de fondo, tendiendo a poner en aprietos al entrevistado. Eso en principio no está mal. El problema con ello es que en una gran cantidad de ocasiones se realizan preguntas que resultan, cuando menos, ofensivas.
No he logrado entender cómo a algunas personas les puede gustar que un periodista pregunte cosas como “¿no cree que eso está mal?”, “Disculpe, pero a mí no me parece”, y que después de recibir las respuestas que no desea, repita la misma pregunta otras tres veces, esperando a que le den la razón. Algunos invitados se han molestado, al aire, por el tratamiento recibido por de Bedout. Al parecer, es ese el plan del programa, que resulte molesto. Muchos lo alaban porque, según dicen, dice las cosas sin pelos en la lengua. Yo tiendo a estar en desacuerdo. Primero, no dice, ni pregunta, sino que dice preguntando, creyéndose sumamente ingenioso con ello.
Por mi parte, su método me resulta molesto. No sabía que era bien visto maltratar al invitado, ni que fuera de alta alcurnia interrumpir a las personas en el uso de la palabra cada vez que considera tener algo ingenioso para decir. Esto último resulta incluso más molesto que lo primero. Tenía entendido que era parte del ‘protocolo’ periodístico preguntar y esperar la respuesta, para luego sí continuar preguntando. Al parecer, la lógica de “aquel que se considera feliz o afortunado” es la de preguntar y permitir que se responda, únicamente si es lo que le gustaría oír. Cualquier respuesta no autorizada da vía libre a que se interrumpa, decente o indecentemente. Da igual. Lo importante es mostrarse como un Gran Inquisidor.
Debo aceptar que existen muchos periodistas, presentadores, columnistas, que se me antojan nocivos, pero aún así, no tanto como para generarme impulsos de dejar de leer un periódico o revista, ver un programa de televisión o escucharlo en la radio. El señor Felix de Bedout es la excepción. “Aquel que se considera feliz”, claramente parece serlo, a costa de generar molestia, ira y dolor. Bien por él, mal por nosotros. Sin duda cree que así ejerce su función social en aras de la paz.
4 comentarios:
parece ser que a usted o alguno de su familia le fue mal cuando Felix lo entrvisto.... jejeje chupe! jaja
Respetado(a) anónimo(a):
No. La verdad es que ni mi familia ni yo hemos sido 'honrados' con que se nos tenga en cuenta para una de sus entrevistas. Mi comentario va como una crítica en abstracto a su forma de ejercer el periodismo.
Es de los que cree que la grosería es sinónimo de sinceridad, y que la antipatía es sinónimo de carácter. Es esa clase de personas las que cree que desafiar verbalmente, como ocurrió entre Uribe y Chávez, es lo correcto. Simplemente creo que personas así, que critican la violencia en el país, son hipócritas.
La verdad, me encantaría que algún día pudiera ser entrevistado por 'aquél que se considera feliz', para ver qué saldría de tanta 'sinceridad' entrevistándome. Sin embargo, al no tener pretensiones políticas, manejar recursos públicos, ni ser el consentido de nadie, no creo que sería un entrevistado interesante para él.
Gracias por el comentario.
"La pecera" le llamaban en una serie policiaca al cuarto de interrogatorios. La mesa de trabajo de La W pretende ser una pecera más por Julitonomecuelgues que por sus esbirros, desde el periodismo sensacionalista que el agomelado pero universal hijo de Sánchez Vanegas ha importado de USA. Por ello me sorprende que el autor de este artículo diga que es un estilo muy propio nuestro, pues aquí tradicionlmente se respeta y hasta se lambe a los entrevistados; sino, escuchen a Arismendi. Fuí asiduo oyente de ese programa durante años, pero me cansé de lo tendencioso que es Julitonomecuelgues en contra del uribismo y a favor del papá noel criollo, Carlos Gaviria.
De acuerdo. Yo personalmente no aguanté tanto. Además, no creo que sea contra los Uribistas. Creo que es contra todo el mundo, dependiendo de la opinión que quieran tener ellos determinado día.
Gracias por el comentario, y muchos saludos.
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