miércoles, 6 de noviembre de 2013

Alazos Ed. 012

El repertorio de hoy no es algo diverso:


El caso del Magistrado Villarraga

No sé por qué razón le sorprende al pueblo colombiano un caso como el del Magistrado Villarraga.  Sabemos desde hace mucho tiempo, que los 'Honorables' son políticos.  También sabemos que los políticos llegan a ser 'Honorables' en muchísimos casos.  Es el caso del Magistrado Villarraga.  El escándalo reciente en donde estaría asesorando a militares para que sus casos penales pasaran de la justicia ordinaria a la justicia penal militar, simplemente muestra que el Consejo Superior de la Judicatura no es un órgano serio.  Nunca lo ha sido, y nunca lo será en lo que mucho o poco que le quede de vida.

Precisamente en "Alazos Ed. 011", le dediqué un fragmento del ingreso al Consejo Superior de la Judicatura.  Me reitero en la apreciación allí contenida.  Ninguna de sus salas sirve para nada.  Bueno, mentiras, sí sirve para algo: para motivar reformas a la justicia.

A la fecha de escritura de este ingreso, se le ha pedido a la Comisión de Acusaciones de la Cámara de Representantes que  investiguen a Henry Villarraga.  No hay que ser mago, pitonisa, oráculo o bruja para anticipar lo que allí va a ocurrir.  De hecho, ya a la fecha se han dado pruebas de la más que segura terminación anticipada del proceso investigativo, absteniéndose de continuar adelante con un juicio penal.


Villarraga y muchos otros administradores de justicia



Lección 1 de Protágoras: "En tierra de ciegos, el tuerto es rey"

Dice Protágoras lo siguiente, que valdría la pena que muchos de nosotros evaluemos acerca de lo que consideramos que es bueno o malo en nuestro gremio.  Si nuestra meta es ser como Abelardo De la Espriella, Jaime Granados o Jaime Lombana.  Si ponerte una toga ya te hace 'honorable' (Protágoras 327c):

De igual modo, piensa ahora que, incluso el que te parece el hombre más injusto entre los educados en las leyes, ése mismo sería justo y un entendido en ese asunto, si hubiera que juzgarlo en comparación con personas cuya educación no conociera tribunales ni leyes ni necesidad alguna que les forzara a cuidarse de la virtud, es decir que fueran unos salvajes, como los que nos presentó el año pasado el poeta Ferécrates en las Leneas. En verdad que si te encontraras entre tales gentes, como los misántropos de aquel caso, bien desearías toparte con Euríbato y Frinondas, y te quejarías echando de menos la maldad de los tipos de aquí.

Cuando miramos los abogados litigantes, fiscales, jueces y procuradores que tenemos ahora y los comparamos con los "no iniciados", cualquiera será un Doctor.  Tan sólo cuando nos comparamos con nuestros propios estándares (de los abogados), nos damos cuenta del nivel de mediocridad que hay en el medio, y de los estragos que causa.  El sistema de "lawyer´s mass production" (producción en masa de abogados) que permite nuestro sistema educativo, lo pagan los ciudadanos.  Así como los ingenieros malos y arquitectos malos hacen que los edificios se desplomen, también los abogados malos hacen que el edificio de la justicia se desplome.


Lección 2 de Protágoras: Cuidado con los soberbios que se autoelogian

Le dice Sócrates a Hipócrates lo siguiente respecto de aquellos que nos venden sus conocimientos y su técnica con vanagloria de su propia sapiencia (Protágoras 313d):

De modo que, amigo, cuidemos de que no nos engañe el sofista con sus elogios de lo que vende, como el traficante y el tendero con respecto al alimento del cuerpo. Pues tampoco ellos saben, de las mercancías que traen ellos mismos, lo que es bueno o nocivo para el cuerpo, pero las alaban al venderlas; y lo mismo los que se las compran, a no ser que alguno sea un maestro de gimnasia o un médico. Así, también, los que introducen sus enseñanzas por las ciudades para venderlas al por mayor o al por menor a quien lo desee, elogian todo lo que venden; y seguramente algunos también desconocerán, de e lo que venden, lo que es bueno o nocivo para el alma. Y del mismo modo, también, los que las compran, a no ser que por casualidad se encuentre por allí un médico del alma.
En la actualidad, muchos heraldos de la verdad y de la justicia nos gritan sus verdades y sus juicios y pretenden convertirnos en sus seguidores ciegos.  Ten cuidado de aquél que no te deja pensar por tí mismo y encontrar la verdad por sí mismo.  Vemos en los medios de comunicación a los portavoces de éstos, y por lo tanto, la verdad y la justicia se ha relativizado.  Por ello, deberás temer a los sofistas del mundo actual.  Curiosamente, al igual que hago yo en esta entrada, estos portavoces de la areté son los principales críticos de lo que ellos denominan como sofistas.

Consejo para la Justicia:

Recomiendo a la justicia colombiana leer y absorber la primera lección de cualquier intento de cambio: la aceptación.  Para estos efectos, recomiendo este ingreso del blog Creo, titulado "La aceptación".


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miércoles, 30 de octubre de 2013

Blog Action Day 2013 - atrasado: ¿Son justos los derechos humanos?

Este año me había comprometido a escribir para el Blog Action Day, que pasó hace ya varios días.  Me disculpo con los organizadores del evento, pero nuevamente por culpa de mi alter ego, resultó imposible poder cumplir. No tenía claro si escribir un ingreso retroactivo tendría algún tipo de sentido, y estaba convencido que lo mejor sería no hacer nada al respecto.  Finalmente, por algo se llama Blog Action Day y no Blog Action Month.

Sin embargo, en la tarde de ayer mi otro yo acudió a un evento en la Universidad Externado, a invitación de Gonzalo Ramírez Cleves.  El evento era el lanzamiento de un libro titulado "Comercio justo, globalización y medio ambiente".  El amigo Gonzalo es uno de los dos editores de ese texto.  Uno de los invitados al lanzamiento, quien tuvo la oportunidad de exponer sus impresiones sobre el texto, fue el profesor de esa universidad Juan Carlos Lozano.  Una de las cosas que mencionó el profesor Lozano, es que uno de los elementos que debe abordarse interdisciplinariamente es la manera en que afecta la actuación de las corporaciones y de los Estados el fenómeno de la globalización.  Cada vez más pierde protagonismo el Estado y cada vez más adquieren poder las multinacionales.

El concepto de derechos humanos, en cambio parece que se encuentra enquistado en la relación Estado-ciudadano en la que muchos ciudadanos todavía se mueven.  Si algo ha demostrado el siglo XXI, en lo poco que lleva de iniciado, es que el Estado ha dejado de ser el gran protagonista del escenario mundial y global.  "Si no me gusta lo que dice o hace un Estado, me voy a otro cuyas reglas me sirvan".  Ese parece ser un pensamiento cada vez más generalizado. Cómo es posible entonces garantizar tanto (porque garantizar todo lo que se pretende garantizar es bastante, si se tiene en cuenta las condiciones del mundo hoy).



La reflexión que he querido digerir, y que me gustaría compartir con los lectores de este espacio, es precisamente que la noción de derechos humanos no está siendo justa.  No sólo no parece justa porque parece ir más allá de lo que podría realmente garantizarse incluso a personas aventajadas.  La garantía de trabajo, de educación, de una vida digna y de la libertad, parecen cada vez más utópicas.  ¿Es acaso justo decir que se garantiza algo que no es posible garantizar?

De otra parte, me gustaría igualmente pensar que el concepto de derechos humanos que hoy en día retomamos es claramente injusto porque únicamente le asigna la carga de su cumplimiento al Estado, y más aún, a los gobiernos.  ¿Puede realmente hoy en día algún Estado de un país como Colombia exigirle algo a entidades tan poderosas como los bancos o las empresas multinacionales de las que depende la economía nacional?.  Más aún, ¿pudo alguna vez hacerlo? 

La justicia no se trata simplemente de hacer o decir algo que parezca correcto o deseable, sino de hacer y decir algo que realmente podemos lograr, si bien no en ese momento, en un futuro, con una estrategia seria.  El mundo se ufana en la actualidad de proponer acabar al pobreza, o el SIDA, o el hambre en 20 años (parece mucho tiempo).  Transcurridos 18 años, empezamos a estudiar por qué razón no pudimos hacerlo, y la gente sigue igual de desatendida como antes.

¿Puede catalogarse como 'justo', algo que no atiende a la realidad psicológica de la humanidad, que desatiende la inversión de la distribución del poder en el siglo XXI, y que vive de un discurso filantrópico? Mi voto, por supuesto, es que NO.
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viernes, 4 de octubre de 2013

La capacidad de endeudamiento

La reestructuración de la Fiscalía General de la Nación, es un desafío para Colombia.  Desde hace muchos años (e incluso décadas) la Fiscalía viene trabajando a un paso que es claramente inferior al de la delincuencia, cada vez más activa, más "emprendedora", y cada vez más innovadora.  Mientras el mercado que capta la delincuencia no obtiene una respuesta efectiva por parte del ente acusador, el Gobierno, el Congreso y el Fiscal General de la Nación le han apostado a un nuevo modelo de gestión al interior de la entidad.

Hasta allí, todo suena fantástico.  El problema surge cuando queremos ir un paso más allá, y nos preocupamos por enterarnos de qué se va a hacer en la entidad.  Me menciona mi alter ego que ha escuchado conversaciones sobre este tópico, y en ellas se revela con absoluta claridad, que nadie sabe lo que va a ocurrir allí.  Al parecer, lo único que es claro es que la Dirección Nacional de Fiscalías va a desaparecer, y en su lugar van a surgir unas "Gerencias" que se encargan de asumir la parte administrativa.  No se sabe mucho más acerca de cómo van a funcionar.


Imagen tomada de www.eluniversal.com.co

Otro aspecto que se sabe es que existe una plena intención de unificar los cuerpos de policía judicial que se encuentran dispersos en varias entidades. Si tiene o no sentido esto, es otro debate, es otro problema.  Ya la Fiscalía era la encargada de ejercer la labor de coordinación de estos grupos desde antes.  Lo que cambiaría es que ahora, por lo visto, la intención del Fiscal Montealegre es que sean parte de la Fiscalía.

Bien es sabido por los lectores habituales de este espacio, que esta gaviota no le profesa ningún tipo de cariño al señor Montealegre.  Ese amor no es gratuito, pues deriva de una cantidad de actos que se vienen ejerciendo sistemáticamente por el Fiscal General, tendientes a cosas diferentes a administrar justicia en materia penal.  Estas reformas, en mi sentir le generan un poder especial a Montealegre que no tenía antes: mayor capacidad de endeudamiento.  Me explico.

Montealegre, un profesional del derecho muy ilustrado, muy formado, y muy ególatra, como todos los ególatras, creen que pueden hacer las cosas mejor que cualquier otra persona, en cualquier otro escenario.  Ese nivel de egolatría hace que el "opinador" tenga salidas como opinar sobre el marco jurídico para la paz, opinar sobre si los congresistas cometen o no faltas disciplinarias por viajar a Cuba (competencia del Procurador), sobre la legalidad de las actuaciones de la Contraloría, entre otras cosas.  Esto le ha generado peleas con muchas personas, muchas de ellas muy poderosas.  Precisamente con el Procurador Ordóñez y con la Contralora Morelli ha venido sosteniendo agrias luchas que han llegado incluso al ámbito penal (como en el caso de la Contraloría).

El motivo de la pelea es claro: las investigaciones en materia de salud (con la Contraloría), y la envidida de que el Procurador tiene más poder que él (en el caso de la Procuraduría).  Quizá, después del Presidente de la República, el individuo más poderoso en el país es el Procurador General.  Posee una amplia nómina con cargos jugosos.  Posee la potestad disciplinaria preferente (que hace que los servidores públicos estén en sus manos, en la mayoría de casos), es el representante de la sociedad en su calidad de Ministerio Público, y posee unos cargos con salarios jugosos, que han servido en el pasado para satisfacer los intereses de los burócratas que sólo se mueven si les hablan en términos de 'puestos'.

La Fiscalía General de la Nación, claramente posee un presupuesto mayor que las otras dos entidades, pero su poder de endeudamiento no es tan poderoso.  La reestructuración le permite al Fiscal "mover gente", y mover gente implica sacar y nombrar, las dos más grandes fuentes del poder en el ámbito público.  El secreto (eso ya lo hemos mencionado) es el estilo de Montealegre, y por eso es que las cosas se van dando, y se irán dando sin previo aviso.  Sin embargo, es altamente probable que al final del ejercicio, la gran reestructuración no incida de manera decisiva en el funcionamiento del sistema penal, aunque sea esta la excusa.  La finalidad real, es otra.
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viernes, 27 de septiembre de 2013

Sobre la violencia y el fútbol: Entrevista a un barrista


Esta semana que termina ha estado plagada por noticias sobre la muerte, y el fútbol, o mejor, la muerte por el fútbol. En este espacio, he tenido la oportunidad de repudiar múltiples formas de violencia, y en especial la violencia contra los animales.  Sin embargo, la violencia ligada al espectáculo, la violencia como generadora de "disfrute" es más problemática que la matanza de toros sin sentido.


Imagen tomada de: www.network54.com

Por esta razón, he solicitado la ayuda de una persona que conozco que ha tenido contacto directo con las barras bravas en el fútbol. He querido explorar qué opina una persona que ha estado "adentro", "afuera", y "al lado" de las barras bravas.  La idea es que tanto los lectores de este espacio, como la persona que lo administra puedan mirar otra óptica, y formar su propia opinión, además de la opinión de los periodistas, las víctimas de la violencia, y las imágenes televisivas. No interesa saber quién es sino qué vivió, para poder comprender perspectivas diferentes. Por ello, lo denominaremos "El Artista".  A continuación, la entrevista:

Respetado "Artista", gracias por atender a esta invitación.  Me gustaría iniciar por preguntarle acerca de las cuestiones psicológicas de aquellos que vivien inmersos en el fútbol con la pasión que aparentemente genera este deporte.  Parecería que la mentalidad de los "barristas" fuera diferente de quienes no pertenecen a las barras bravas.  ¿Qué es lo que cambia en uno y otro caso?

Rta:// Un hincha es un hincha, sea o no barrista. Su mentalidad no varía por el hecho que pague una boleta para ver el partido en platea o la pague para verlo en una lateral. La mentalidad del hincha es una sola, la diferencia radica entre la mentalidad de un delincuente y el hincha.

No se puede generalizar a los hinchas por el comportamiento de algunos delincuentes que desfogan su problemática social a través del fútbol. Estas personas agreden o agredirían a sus pares con o sin fútbol.


¿Que lo motivó a usted a unirse a los "Comandos Azules"?

Rta:// Yo me enamoré de la fiesta y ma camaradería que se vive dentro y fuera del estadio.

Yo voy al estadio desde que tengo 3 años, siempre he ido con mi papá. A principios de los 90s aparecen los Comandos Azules #13, yo los veía desde occidental y me encantaban sus banderas, sus canciones y su forma de alentar a Millonarios. En ese entonces era muy pequeño para ir a la lateral norte.

Cuando tuve edad suficiente, comencé a ir a la lateral norte con un amigo y nos enamoramos del "color" en la tribuna y de la camaradería que se vivía al interior. Todo el mundo era un amigo en potencia y todos nos comportábamos como tal porque sabíamos que teníamos algo en común: esperábamos ansiosos el día de ir al estadio a ver a Millonarios.

Al interior de los Comandos Azules conocí a mucha gente buena que hoy desarrolla roles productivos para la sociedad; aún soy amigo de muchas de esas personas.  Tengo amigos que pertenecen o pertenecieron a otras barras bravas (la guardia, el disturbio...) y comparten esa experiencia conmigo.


Cuéntenos de qué manera es que la violencia adquiere un rol principal en la vida de los barristas.

Rta:// La violencia no adquiere un rol principal en la vida de los barristas, la violencia adquiere un rol principal en una sociedad donde los ciudadanos nacen desesperanzados. Los delincuentes se comportan como tal, con o sin el fútbol. La violencia que se ve alrededor del fútbol hace parte de un modelo social fallido y de un sistema económico desigual.

Al interior de la barras se ve mucha violencia, pero esa violencia viene desde la casa de quienes la cargan. Muchas de las personas violentas en el fútbol son algo así como el Rodrigo D. de Víctor Gaviria.  Muchos no conocen a sus papás, a duras penas ven a sus mamás, no tienen expectativas de vida más allá de esperar a que sea domingo para ir al estadio.  La sociedad les dio la espalda antes de nacer y luego esa misma sociedad los juzga por no ser capaces de adaptarse a ella... 

"¿La que peca por la paga o el que paga por pecar?"


Existe una percepción generalizada de que los miembros de las barras bravas son personas tontas o poco inteligentes.  Desde su perspectiva, ¿qué opina de esta visión?

Rta:// El hecho de pertenecer a una barra no tiene relación directa con la capacidad cognitiva de una persona. La percepción generalizada puede ser creada por un generador de opinión, entonces tendríamos que ver cuan objetivo fue el juicio de quien generó el concepto. Para el pueblo de Estados Unidos, Hitler era un personaje admirable.  Si no, recordemos la reacción de EE.UU. ante "El Gran Dictador" de Charles Chaplin.

Al interior de las barras he conocido gente  inteligente y profesionalmente exitosa.  No solo hablo de los Comandos Azules, sino también al interior de otras barras. Por ejemplo, cuando estudié en Europa me reunía con frecuencia con un amigo que conocí en los Comandos Azules.  Él estaba cursando su Doctorado en la misma ciudad en la que yo estudié.  Un amigo que perteneció a "Los del Sur" actualmente trabaja en Alemania en el HQ de un laboratorio farmacéutico líder en el mundo, dirigiendo una línea de negocios.  Así como ellos conozco muchas otras personas.


¿Qué lo motivó a salirse de las barras bravas?

Rta:// Mi salida de los Comandos Azules obedeció a una decisión personal, pues sentí que había cumplido una etapa de vida. Simplemente dejé de ir a lateral norte y regresé a occidental con mi papá.  Seguí yendo todos los domingos al estadio.


¿Qué lección ha aprendido usted de esta experiencia, que le gustaría compartir con nuestros lectores?

Rta:// Lo más importante de esta experiencia de vida fueron las personas que conocí a lo largo de ella. Conocí personas de diferentes estratos sociales que me enseñaron el valor de la lealtad. En la lateral nos juntábamos personas de diferentes estratos sociales quienes diferíamos en cuanto a posiciones políticas o religiosas pero nos uníamos en torno a un anhelo común.

Aun hablo con muchas de estas personas y hasta voy con ellos al estadio, aunque ahora vamos a otras tribunas. Inclusive estuve con 2 de esos amigos y mi papá el año pasado en el estadio en la final que nos dio la estrella 14.


Al "Artista", mi inmensa gratitud. Es mucho mejor cuando uno puede formarse una opinión después de haber preguntado, y no pretender resolver el mundo a partir de nuestros propios prejuicios.

En la siguiente entrada, expondré mi propio punto de vista.  Antes de hacerlo, quise que además de contar con la "información" que circula por los medios de comunicación, pudiésemos tener una visión desde otra perspectiva.  La próxima entrada, tan solo constituye, un punto de vista más sobre este bochornoso momento en el que violencia y fútbol vuelven a encontrarse y manifestarse conjuntamente.
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martes, 24 de septiembre de 2013

Poesía Jurídica Vol. 4

Trascendencia

Me han dicho hoy que lo nuestro fue en vano,
Un negocio jurídico frío y malsano.
Me han hablado hoy de mi amor virulento,
Una mezcla homogénea de idilio violento.
¿He acaso perdido tu mano?

Al llegar, mi corazón era un baldío.
Fuiste la senda... el cauce de este río.
Te sentí, como una ardiente llama viva,
Mas tu castigo llegó con tarifa retroactiva.

¿Te amé, o a duras penas lo intenté?
¿Me quisiste, o tan sólo simulaste?
Pregunté, pero tu respuesta no escuché.

Me has dicho que conmigo todo fue nulo,
Pero esta paradoja hoy no la disimulo.
Si dices que nula fue todo nuestra convivencia,
No cumplirás con el principio de trascendencia.

Lo nulo no puede ser trascedente,
Tal como el pasado tampoco es el presente.
Lo nulo no puede dejar heridas,
Tal como las dejan nuestas respectivas vidas.
Según esto, jamás llegue a tener tu mano.
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viernes, 20 de septiembre de 2013

Sobre el "respeto": carta a la concejal Angélica Lozano

Respetada Concejal,

No he podido contener el deseo de dirigirme a usted, para que se sirva responderme a mí -y de paso a sus electores- en qué contexto debemos entender el término "respeto", que ha sido aquel concepto al cual ha venido apelando sistemáticamente para dar algunas de las luchas más enconadas de la realidad jurídica y política del país.  Confieso que muero de ansias por conocer la manera como puede encuadrar usted ese concepto en medio de otras tantas actitudes tan contradictorias.

Esta mañana tuve la oportunidad de escucharla hablar en el programa 6 AM HOY POR HOY de Caracol Radio.  Recuerdo que fue contactada telefónicamente para hablar sobre las palabras del Papa Francisco que han sido favorables en torno a la tolerancia a la homosexualidad.  El asunto era especialmente importante dado que la Iglesia Católica lleva dos milenios con posturas absolutamente rígidas frente a la sexualidad.  Por lo tanto, es importante conocer la visión que pudiese tener una política que ha asumido las banderas de esta lucha por una sexualidad libre y pura.

Con absoluto pesar he notado que su respuesta parte por celebrar la reconsideración que viene haciendo la Iglesia Católica al respecto.  Sin embargo, su celebración pasó a ser inmediatamente a la postura de una resentida, y en vez de mostrar las virtudes de una postura así, empezó a utilizar un lenguaje sarcástico, claramente destinado a atacar a los "obsesos" que se niegan a asumir una postura ideológica como la suya.  Sin duda, sus palabras estaban dirigidas al Procurador.

Antes de pasar a engrosar su lista de "obsesos" de menor nivel, dado que no tengo la más mínima relevancia política que me haga digno de una respuesta de su parte, es importante también confesarle que no soy activista pro-LGBTI, ni anti-LGBTI.  Personalmente me tiene sin cuidado lo que cada cual haga con su genitalidad. Sin embargo, al igual que usted, tiendo a ser un activista de la libertad personal, y como tal, haré uso de mi libertad de conciencia y mi libertad de expresión para cuestionar su aparente reivindicación del respeto.



Imagen tomada de: http://elviajedeunaburbujita.blogspot.com

Una de las bellas características que tiene la virtud del "respeto", es que se trata de una actitud de vida, no de un bien que se encuentra "allá", en el tráfico jurídico.  Como consecuencia directa de esto, el respeto es toda vez más valioso cuando no debe ser exigido, o siquiera solicitado, sino cuando se otorga a la espera del principio de reciprocidad de los terceros.  Por supuesto, no hemos de esperar que todos obren conforme al principio del trato respetuoso.  Es de allí de donde surgen las causas que merecen ser protegidas y avaladas a través del activismo. Sin embargo, ser activista no da licencia para obrar conforme al principio de la barbarie y la mala educación.

Da algo de lástima ver que la sangre joven de la política colombiana acuda a las recursos bajos de la ridiculización de terceros por el hecho de no tener su misma postura jurídica en torno al estatus de las consecuencias jurídicas de las uniones entre parejas homosexuales.  "Hágale caso a su jefe, el Papa", es tan estúpido como afirmar que los "homosexuales van a ir al infierno".  Eso puede esperarse de personas que no han sido formados en valores, ni que han sido educados en las implicaciones y connotaciones del derecho a la igualdad.  Veo su trayectoria en la página web http://angelicalozano.com y me resulta extraño ver que una persona tan preparada salga con este tipo de afirmaciones.  No fue una, ni dos, sino varias.  Me he tomado el trabajo de revisar algunas de sus intervenciones, y parece ser que ese curioso uso del "respeto" como concepto fundamental, es igual de flexible a lo que he podido percibir hoy.

Apelando a un poco de aforismo democráctico, o mal llamada sabiduría popular, tendríamos que aceptar que:"Ser decente no cuesta un c*lo, y por el contrario queda uno pu**mente bien."

 Por ello, espero que algún día tengamos la oportunidad de saber cómo funciona ese respeto al que usted constantemente apela.  Hemos de recordar con Kant, que debemos actuar de forma tal que nuestra regla de conducta se transforme en una máxima universal, de forma tal que lo que hacemos podría ser igualmente ser hecho de manera válida por cualquier otra persona. ¿Debemos empezar a afinar nuestro humor sarcástico?

Agradezco sus valiosos comentarios.

Con profundo "respeto",

Gaviota Jurídica
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viernes, 13 de septiembre de 2013

Por qué Uribe no será Senador (ingreso de futurología)

Apreciados compatriotas colombianos:

A unos de ustedes les tengo una muy mala noticia, y a otros una muy buena noticia.  En realidad no son dos noticias diferentes, sino es una misma noticia: su adorado (u odiado, según sea el caso) expresidente Álvaro Uribe Vélez no va a ser Senador de la República.

La razón no pasa por cuestiones de cálculo político.  No crean ustedes que el asunto obedece a que se arreglen las cosas entre él y Juan Manuel Santos.  Tampoco se trata de darle espacio para gobernar a los candidatos del Centro Democrático en caso de que llegasen a ser elegidos.  La razón es algo menos poética que eso.

Resulta que la Constitución Política de Colombia contiene en su artículo 235 la consagración de las funciones de la Corte Suprema de Justica.  Pero realmente, al consagrar las primeras funciones (específicamente las que están previstas por los numerales 2, 3 y 4) se consagran lo que en derecho se denominan "fueros".  Los fueros no son otra cosa que reglas de atribución de competencia específica a determinadas autoridades para investigar (fuero de investigación) o para juzgar (fuero de juzgamiento).  Si se revisa detenidamente esto, encontramos que al Presidente de la República lo juzga la Corte Suprema y lo investiga la Comisión de Acusaciones de la Cámara de Representantes.  Esto es importante, porque aún después de haber dejado el cargo, si se le acusa por algún delito que hubiese podido haber cometido siendo Presidente de la República, se le mantiene el fuero.  Este es un fuero funcional que permanecerá de por vida, salvo que aplique un fuero diferente.

El artículo 235 de la Constitución también indica que los Congresistas son investigados y juzgados por la Corte Suprema de Justicia.  Es por ello que observamos cada cierto tiempo que la Corte Suprema ordena la captura de Congresistas activos.






Imagen tomada de: www.elespectador.com



Para nadie es un secreto que Uribe llegó a amasar tal cantidad de poder mientras fue Presidente, que podía considerarse como dueño del Estado.  Su poder llegó a dominar todo el Ejecutivo a nivel nacional, departamental y municipal (salvo algunas pocas excepciones).  Logró dominar la Procuraduría, la Contraloría, y la Fiscalía General de la Nación.  Lo único que no logró acaparar fue la Corte Suprema de Justicia, el Consejo de Estado y el 60% de la Corte Constitucional.  Por esa razón es que hoy lo llamamos "expresidente", y no "Presidente".  En su afán por conquistar por la fuerza lo que no logró a partir de otro tipo de prácticas políticas, se ganó unas peleas que aún hoy lo persiguen.  La Corte Suprema de Justicia nunca pudo desquitarse por las vías judiciales, porque la Comisión de Acusaciones se lo impidió.  Eso lo sabe bien el Presidente.

Si por algún motivo Uribe llega a ser elegido Congresista, el fuero cambiaría.  Como Congresista activo, el órgano encargado de investigar y juzgarlo será la Corte Suprema de Justicia, independientemente de la fecha en que se hubiesen llegado a cometer los supuestos delitos.  En consecuencia, sería la gran oportunidad que tiene una Corte herida (recuerden que el ego de los Magistrados es tan grande como el del expresidente) tuviese su desquite.  Uribe le fascina el poder, pero le gusta más la libertad.

Por esa razón es que probablemente lo verán lanzarse en lista cerrada al Senado, en un renglón imposible de elegir.  Logrará elegir a muchos, y por intermedio de ellos, saboreará el poder como antes lo hizo.  Será poderoso y seguirá siendo intocable para la Corte.

Amanecerá y veremos...
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martes, 10 de septiembre de 2013

Los "tiempos" de la justicia

Hace algunos días tuve la oportunidad de leer cuidadosamente la columna de Daniel Raisbeck titulada "Justicia exportada: Londres como centro global de arbitramento" en Ámbito Jurídico, el periódico jurídico más importante de Colombia. La columna era un retrato descriptivo de por qué razón Londres se convirtió en un exportador de servicios jurídicos (en realidad es más adecuado afirmar que se convirtió en un destino turístico de quienes buscan solucionar controversias jurídicas de la mejor manera posible).

Básicamente, parece ser que la gran aspiración de muchos en el mundo, sí se da allá: la justicia funciona.  ¿Pero es que acaso qué le pedimos a la justicia?  Cada vez menos, creo yo.  Desde Platón y Aristóteles, la justicia se iba perfilando como la máxima virtud a la que podíamos aspirar, y bajo ese entendido, era el faro orientador de todo nuestro actuar.  Sin embargo, los tiempos cambian, y la justicia también.  La justicia, en la Edad Media, era un atributo que únicamente podía poseer el Altísimo, y al que muchos no tendríamos acceso, siendo personas del común.  Sólamente aquellos a los que se le revelaba directamente podían administrarla.  Desde allí la justicia se fue parcelando.  Ya no es de todos ni para todos, sino un don para los privilegiados.

Al contrastar el dicho de Daniel Raisbeck con lo que ocurre actualmente en Colombia observamos que el concepto de justicia cambió.  Hoy en día, se confunde la justicia con quienes ejercen el servicio público de administrar justicia.  Por eso es que pretender criticar a un Magistrado (sea o no una crítica sensata) se entiende como un atentado contra la independencia y la autonomía de la justicia.  En sentido estricto, clásico, criticar a un Magistrado no es criticar a la justicia, sino criticarlo en virtud o en contra del concepto de justicia.


Imagen tomada de: www.flickriver.com

El problema principal es que incluso en la actualidad el concepto de justicia continúa en un proceso de erosión contínua.  Si en Grecia y Roma los servidores se debían a la diosa justicia y procuraban acercarse a ella, hoy son ellos la justicia misma, y por ello, cualquier cosa que salga de sus bocas o de sus escritos se cataloga como justa.  Por eso, es que las peticiones habituales (como lo resalta Raisbeck), es que la justicia sea pronta y sea imparcial.  Londres, al parecer, ofrece eso.  Colombia no.  Muchas entradas he dedicado a la forma como "la justicia" es corrupta... groseramente corrupta.

Me interesa hoy referirme especialmente a los tiempos de la justicia.  El problema de lo temporal no es algo sencillo.  El tiempo, al parecer, no es algo único, inmutable y que exista por fuera de una relación de percepción del ser humano.  Dicho en otros términos, el tiempo no es algo que exista cuando no hay quien lo perciba.  Para Kant, se trataba de una forma pura de organizar la experiencia, al igual que el espacio.  No podemos pensar en nada en el mundo sino a partir de las categorías de espacio y de tiempo.

Con la teoría de la relatividad, Einstein logró demostrar que el espacio tiempo no es absoluto, y que bajo ese entendido, lo que en un sistema de referencia ocurrió en un lugar y en un momento, en otro sistema de referencia habría podido ocurrir en otro tiempo y en otro lugar.  El parámetro fijo que garantiza que esto sea así es la velocidad de la luz, que es la velocidad más alta posible (en su teoría).  Destaco aquí la teoría de la relatividad, pues de allí surge un concepto harto importante para mis pensamientos: la aceleración de los sistemas de referencia.





Imagen tomada de: http://desmotivaciones.es


En 1988, Ben Johnson y Carl Lewis se disputaban el oro olímpico, y los tiempos rondaban los 10 segundos.  En la actualidad, Usain Bolt ha bajado esos tiempos en medio segundo.  Anteriormente una carta demoraba 1 semana aproximadamente en llegar a su destino.  Hoy, un correo electrónico demora instantes en cruzar el mundo.  Anteriormente, los jóvenes iniciaban su vida sexual rondando los 18 años.  Actualmente, aunque sigue siendo ilegal, estos inicios se dan cerca de los 14 años.  Los tiempos se acortan.  El tiempo no es el mismo, aunque se mide igual.

En materia de justicia, no es extraño ver procesos que cumplan 15 o más años sin ser decididos.  La justicia penal sufrió una gran reforma procesal porque era inadmisible que un proceso se decidiese en 6 o 7 años.  Ahora simplemente la mayoría no se deciden.  El reloj, en la justicia colombiana parece andar en sentido contrario a las manecillas del reloj en la vida real.  Es este el movimiento relativo que se observa si consideramos que el tiempo de la vida real es un punto fijo y miramos las manecilllas del reloj de la justicia.  5 años frente a los tiempos de los 70s no son en ningún caso los mismos 5 años en el 2013.

Hoy en día, es contradictorio, pero también igualmente certero afirmar que, respeto de la justicia en Colombia: "son otros los tiempos".  Quizá el tiempo real -el tiempo estándar- así como el Greenwich Meridian Time, siga estando en Londres.
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lunes, 26 de agosto de 2013

La prensa y el poder: el caso de Laura Gil y Blu Radio

La semana inmediatamente anterior he tenido la posibilidad de conocer el caso de la internacionalista, politóloga y periodista Laura Gil y su salido de Blu Radio.  Me enteré a raíz de esta gran columna de la periodista Catalina Ruiz Navarro titulada "Los gallos".  Laura, de origen uruguayo, pero "adoptada" por Colombia, ha sido objeto de una reciente controversia en el país, que ha pasado inadvertida en muchos de los medios de comunicación.  Afortunadamente para aquellos a quienes nos interesa que las contradicciones de los poderosos no pasen inadvertidas, me encontré con un muy buen artículo del blog Sentipensantes, titulado "A la internacionalista Laura Gil la querían en Mañanas Blu, pero muda".  Su autora, Gloria Ortega Pérez, hace un recuento del episodio, agregando algunas de las reacciones principales que se han generado en torno del mismo.

Este ingreso no pretende ser una reproducción del artículo de esta periodista, por lo que recomiendo su lectura para mayores detalles.  Sí interesa aquí revisar dos aspectos especialmente relevantes para aquellos que nos apasiona aquello que llamamos justicia, y que todavía creemos que el derecho no es simplemente un recurso retórico para legitimar el actuar de los poderosos.  El primero de ellos es la existencia de acoso laboral y matoneo patrocinado en la prensa.  El segundo guarda relación con el cambio que se ha presentado con la prensa, en relación con la época en que fue necesario garantizar la libertad de prensa.


Imagen tomada de: www.minuto30.com

¿Qué debemos entender como acoso laboral o matoneo en la radio?  La pregunta es engañosa en su misma formulación.  Parecería inferir que la radio tiene un régimen especial de tratamiento laboral.  Parecería indicarnos que de una u otra manera, en la radio está tolerado el maltrato.  Exponentes de esta línea de pensamiento abundan.  Basta, por no ahondar demasiado en el tema, mencionar mi entrada titulada "Aquel que se considera feliz o afortunado" en donde precisamente critiqué la agresividad del periodista Félix De Bedout hacia sus entrevistados.  Lo de Laura Gil es diferente.  A Félix De Bedout podían literalmente mandarlos "pa´l carajo" los entrevistados que se sintieran ofendidos.  Lo de Laura Gil, en cambio era un cuestionamiento mordaz, una burla hegemónica y maltrato cínico por parte de sus coequiperos.

No es de extrañar que a Néstor Morales le guste la riña, la discordia y el  malentendido al aire.  De hecho, llegó a donde está a raíz del exitoso formato de "Hora 20" de Caracol Radio.  Por lo tanto, no es de sorprender que al ser cuestionado directamente por Laura Gil sobre el maltrato que ella recibía de Felipe Zuleta, él la cortara agresivamente, omitiera sus reclamos, y se centrara en intentar mostrar que él no censura.  El mensaje es claro: "nos podrán decir que maltratamos, pero nunca que censuramos".  Centrémonos, entonces, en el maltrato.

Empecemos por hechos: 1) Felipe Zuleta es un patán.  Lo ha sido desde que escribe contra Álvaro Uribe en El Espectador, en términos despectivos, como es usual en él.  2) Felipe Zuleta es el #2, después de Néstor Morales.  3) Laura Gil sostiene una postura profesional que no concuerda con el de la mayoría de profesionales consultados (colombianos) sobre el problema limítrofe con Nicaragua.  Sostiene que Colombia realmente nunca tuvo "derecho" sobre las aguas que fueron reconocidas como nicaragüenses por la Corte Internacional de Justicia. 4) Felipe Zuleta está entre aquellos que no les gusta la opinión de Laura Gil. 5) Felipe Zuleta incrementó sus comentarios ácidos y agresivos contra Laura Gil (estos ya venían desde hace algún tiempo). 5) Néstor Morales observó con complacencia, y pudiendo detener los agravios, omitió hacerlo. 6) Laura Gil renunció.

Se ha especulado sobre si la salida de Laura tuvo que ver con una orden de la Canciller María Ángela Holguín.  Algunos sostienen que ella pidió la cabeza de Laura Gil debido a sus posturas "anti-colombianas". No me sorprendería que así fuera.  Finalmente, la agresión hizo lo suyo, y la dignidad lacerada de la internacionalista finalmente gritó "no más".

El artículo 2o de la Ley de Acoso Laboral (Ley 1010 de 2006) define el acoso laboral como "toda conducta persistente y demostrable ejercida sobre un empleado, trabajador por parte de un empleador, un jefe o superior jerárquico inmediato o mediato, un compañero de trabajo o un subalterno, encaminada a infundir miedo, intimidación, terror y angustia, a causar perjuicio laboral, generar desmotivación en el trabajo, o inducir la renuncia del mismo.".  Se trata de una diferente clase de conductas, como son las de maltrato laboral, persecución laboral, discriminación laboral, entorpecimiento laboral, inequidad laboral, y desprotección laboral.  Revisadas los conceptos que trae la misma ley, observo que con Laura Gil hubo maltrato, persecución y entorpecimiento laboral.  Por razones de espacio, no me detendré en cada una de las adecuaciones típicas.  Lo de la discriminación lo dejo en el aire, porque entiendo que Felipe Zuleta es misógino, pero no me consta.  Sí me consta que es homosexual, y no es infrecuente que se den en pareja.  Sin embargo, eso no constituye una certeza de ningún tipo, tan solo una posibilidad.

El enlace entre nuestro primer problema, y el segundo es el siguiente hecho, no mencionado en la numeración anterior: A Laura Gil no la dejaban hablar.  Justo después de que Néstor Morales le reiteró que los micrófonos de Blu Radio estarían abiertos para ella cuando así lo quisiera, le cortó el uso de la palabra cuando quiso despedirse de los oyentes.  Esto permite concluir con absoluta claridad, que Laura no estaba allí para hablar.  En las redes sociales, algunos empezaron a hacer la ecuación: "No dejar hablar + existencia de un medio para difundir opinión = censura".  No parece alocada la conclusión.  Para Néstor Morales, en cambio, la ecuación no es esa.  No explicó cual era su particular noción de censura, pero según él, esto era otra cosa.

Quizá Néstor (me excusarán que no esté usando nombre y apellido cada vez que me refiera al señor) lo que piensa es que la censura sólo se puede dar en los eventos clásicos que él estudio, y es cuando el poder público quiere acallar a los medios de comunicación.  Se trata de casos que se dieron cuando Nariño y otros criollos querían escribir para que la gente se diera cuenta de las atrocidades de quienes gobernaban en nombre del rey español.  Este fenómeno subsiste en el mundo (para no ir más lejos, basta revisar los casos de Venezuela y Ecuador), pero no es el que se presenta aquí.  El último caso de censura a ese nivel se dio con el cierre de la revista Cambio (sugiero revisar mi ingreso sobre el tema titulado "Qué 'bonita' ironía").

En Colombia, la censura ahora funciona de manera diferente.  Aquí los medios son mayoritariamente aliados (y en algunos casos lacayos) del Gobierno de turno.  Aquí la censura no se da por factores exógenos a los medios de comunicación.  La censura en Colombia es un fenómeno que ha ascendido al nivel de la autorregulación, es decir, que los mismos medios callan a los inoportunos o las inoportunas.  Néstor no es el único caso.  Las entrevistas de Caracol Radio tienen ese componente cuando se trata de enemigos del Director, Darío Arizmendi.  Hasta cuando escuché La W, era igual.  El Tiempo dejó de ser una casa editorial seria hace mucho tiempo.  Tal vez el diario El Espectador sea de los pocos que aún creen en la libertad de prensa, como derecho fundamental ligado al de la libertad de expresión y no en la libertad de prensa ligada a la libertad de empresa.

Para Néstor, es mucho mejor dejar insultar, porque eso muestra respeto.  Le gusta más que garantizar el respeto, porque eso sería insultar.  Respecto de Felipe Zuleta no me desgasto, porque creo que el que recurre al insulto fue porque hace mucho se divorció de aquello que en la teoría retórica se denomina "argumento".  A Laura Gil, mi respeto y me solidaridad.  No estoy de acuerdo con su postura teórica sobre el caso de Nicaragua, pero eso es otra historia.  Sí estoy de acuerdo en que merece mi respeto y solidaridad ante los agravios recibidos.  'Pico para ella'.  Para los otros, varios repetidos (y ojalá censurados) 'picotazos'.
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viernes, 23 de agosto de 2013

Los jueces penales como "procesadores de alimentos"

El título de esta entrada describe el concepto con el cual podríamos describir a la mayoría de jueces penales en la actualidad.  Además de ser un enunciado de carácter descriptivo de la realidad, se constituye en un principio orientador del deseo humano en el mismo campo, es decir, parece ser que es lo que todos queremos: los medios de comunicación y el público enardecido clama por lágrimas y sangre.  Eso es lo que entendemos por "justicia" en la actualidad.

Al referirse al origen de la prisión, retomando la historia de la disciplina de los cuerpos y la incorporación del concepto de panopticismo de Bentham en las cárceles, Michel Foucault parece mostrar de qué manera procede hoy la imposición de penas.  Mostró cómo se dejó de lado el suplicio infamante, caracterizado por la terrible forma como una persona era torturada, muerta y despedazada mientras el público miraba con temor, con piedad o con sevicia.  Foucault describe de manera interesante de qué manera la prisión empezó a reemplazar esos espectáculos de la muerte.

Con el derecho penal moderno, que incluye la adopción de garantías mínimas de los procesados y de los reos, los individuos parecían hacerle frente a la tiranía del monarca absoluto.  Era la lucha de "todos contra uno", la lucha de la libertad contra la opresión.  En efecto, la sanción penal era requerida, pero no requerida como sinónimo de la venganza, y la pena se imponía al final del camino.  La prisión era forma de hacer justicia, es decir, la retribución por el mal causado (cuando este era finalmente demostrado).

Actualmente, los procesados son pulpa de fruta para un delicioso jugo bebido por el pueblo sediento.  A diferencia de aquel lejano y distante derecho penal moderno de "todos contra el tirano", nos encontramos en una esquizofrénica escena de "todos contra todos", que podría reformularse con un "todos los que rompen la ley deben pudrirse en la cárcel, excepto cuando lo hago yo".  La tolerancia moral con nuestras propias fallas es alta,; las ansias de "exprimir" al prójimo invocando a la dama justicia es más elevada aún.

Imagen tomada de: www.dieteticagirasol.com 

Es triste ver que la justicia cada vez es más propensa a ceder ante la presión de los fanáticos.  En vez de convertirse en el contrapeso de la sociedad irracional, se ha convertido en su vocera. Los jueces penales han dejado de ser los adalides de la ley y la razón, para convertirse en los legitimadores de la sed de sangre.  Verdaderos "procesadores de alimentos".  Hoy se llama homicidio en accidente de tránsito, mañana se llamará peculado por apropiación o cohecho, y pasado mañana se llamará abuso de confianza.  En cualquier caso, dirán los procesadores de alimentos que el cometa cualquier conducta de estas es sumamente peligroso para poder vivir en sociedad.

La teoría del juez penal como "procesador de alimentos" es sencilla.  Se trata del funcionario que recibe una verdura, una fruta o un pedazo de carne digna de ser despedazado, y lo hace con maestría y lo hace con velocidad.  Se trata del juez que hace parecer a la sociedad que aquello que ha hecho es lo que siempre ha debido hacer, es decir, que privar de la libertad preventivamente es su verdadera vocación.  Es triste ver cómo incluso los que han sido formados para evitar concebir a los jueces penales como "procesadores de alimentos" empiezan a ser frecuentemente escuchados en la radio y la televisión como adeptos a la teoría de los "procesadores de alimentos".  Nada de lo que entre allí, saldrá libre, independientemente de lo que diga la ley.
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domingo, 18 de agosto de 2013

Mito, leyenda y vida real: historias increíbles

Cuentan que hace mucho tiempo, cuando la humanidad apenas se asentaba en este mundo, el dios Enlil sedujo a Ninlil cuando ella fue a bañarse al lado del río.  El encuentro le costó el destiero a Enlil de Nippur.  Sin embargo Ninlil quedó enamorada perdidamente de Enlil y decidió seguir al dios de los sumerios por el mundo.  Tuvieron 3 hijos.  Esto es un mito.




Cuentan también que hace algunos años, un joven de Tupelo, Missisipi (Estados Unidos) encontró el secreto del éxito que lo llevó a ser considerado como el Rey del Rock.  Algunos sostienen que el 16 de agosto de 1977, el señor abandonó este mundo para unirse a otras estrellas legendarias en el más allá.  Sin embargo, muchos aseguran que Elvis Presley no murió, y que todo lo que ocurrió fue un montaje para poder desprenderse del costo de la fama.  Existen incontables testimonios de personas que aseguran haber visto a Elvis, luego de su supuesta muerte.  Esto es una leyenda.

Cuentan también que desde el año 1995 al año 2010, el patrimonio de Néstor Kirchner y su esposa, la hoy Presidenta de la República Argentina, se incrementó en un 4.600%.  En Colombia, los hijos del expresidente Álvaro Uribe Vélez, también tuvieron un éxito rotundo en las empresas que han creado.  El alcance de su éxito profesional se ha visto documentado en el artículo titulado "Los empresarios Uribe Moreno", que trae el diario El Espectador.  En ambos casos, los incrementos patrimoniales son evidentes.  En ambos casos, los protagonistas alegan arduo trabajo y preparación, y niegan la utilización de ventajas en razón del poder político que tienen directamente (Kirchner) o por su padre (Uribe Moreno).  Esto es la realidad.

Mito...

Leyenda...

Realidad...

¿Es acaso correcto creer en lo real? ¿No es acaso más creible que hubo un dios fornicador que enamoró a una joven y la fecundó varias veces aún a pesar de ser expulsado de una ciudad?  ¿Debo creer que los incrementos patrimoniales de David Murcia Guzmán fueron derivados de actividades delictivas (o cuando menos irregulares) mientras que la de los Kirchner y Uribe se debió a mucho trabajo?  Quizá resulta más creíble esa hipótesis que la de un ídolo que quizá fingió su propia muerte para aislarse de los medios y de la fama.

Sin embargo, si me preguntan a mí, pensaría que en orden de credibilidad, escojo 1) Mito; 2) Leyenda; 3) Realidad.
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viernes, 2 de agosto de 2013

El "Gran Colombiano" del derecho - Antonio Rocha Alvira

Hace algo más de un mes, una pequeña cantidad de votantes acudió a la convocatoria del History Channel para elegir el personaje que "el pueblo" colombiano estimaba como el Gran Colombiano.  El elegido, en un nefasto día del mes de junio, fue el expresidente Álvaro Uribe Vélez.  No pienso detenerme demasiado en este personaje.  No es conveniente desgastarme en demostrar por qué la democracia no sirve para determinar la grandeza.  Una muchedumbre salvó a Barrabás y mató a Jesús.  Un pueblo enardecido mantuvo a Hitler y lo consideró lo más cercano a Dios, sin serlo.  Acá también, la falta de educación nos lleva a creer grande a quien no lo es.

Más allá de la elección del Gran Colombiano, vía Twitter pregunté quién podría ser considerado el Gran Colombiano del derecho.  Algunos de los abogados a los que sigo tuvieron a bien meterse en la pregunta, y se realizaron algunas votaciones.  En su momento (24 de Junio de 2013), quedamos en montar una sección entre todos, en donde destacáramos a lo más grandes -en nuestro criterio- según la especialidad que manejaban.  Surgieron importantes debates en torno de algunos de los nombres.  Sin embargo, el que yo quise resaltar en su momento, es el del maestro Antonio Rocha Alvira.  Sea esta la oportunidad para rendirle memoria a un verdadero Grande del derecho.

Los dejo, a continuación, con la corta semblanza que he escrito del maestro Rocha Alvira.

En la vida, nos esforzamos por encontrar personas dignas de su tiempo.  Cada cual, a su manera, se encuentra viviendo el que le correspondía vivir.  Sin embargo, no todos asumen la vida de su tiempo, con la entereza ni con la hidalguía que se podría esperar.  Algunos viven esperando un futuro lejano que usualmente los esquiva, y otros viven pensando en el pasado que no tuvieron.  En derecho, es bastante común encontrar esa añoranza de la sapiencia pasada, y la ambición de ser el arquitecto de la sapiencia futura.  Son pocos los que logran escapar a la trampa mental que implica poder ser relevante en su tiempo, y se dejan obnubilar por esta circunstancia.  El maestro Antonio Rocha Alvira lo logró.  Fue arquitecto de la sapiencia del futuro, sin la ambición y el narcisimo correlativo de muchos hombres y mujeres brillantes.

Grandeza, contrario a lo que muchos interiormente acarician como verdad sabida, no es hacer cosas que generen envidia ni admiración de los demás. Grandeza, contrario a lo que muchos desean, no se trata de tener a muchos lacayos que corean su nombre y lo ensalzan como, si su portador fuese el regalo de la Providencia.  Grandeza es actuar respetando la alteridad del grande y del chico, del rico y del pobre, del brillante y del mediocre.  Grandeza es inspirar respeto y no demandarlo.  La grandeza del jurista está en su raciocinio, sus fundamentos y principios.  La grandeza del hombre público está en su capacidad de ponderación objetiva.  Antonio Rocha, el educador, el funcionario público, el "abogado" (en la plenitud del alcance deóntico del término) fue en primer una gran persona y luego fue constituyéndose a sí mismo como un gran profesional.


Imagen de Antonio Rocha Alvira tomada de la página del Instituto Colombiano de Derecho Procesal

Nació el futuro maestro de maestros en el seno del Tolima, en Chaparral, en el mismo año en que se iniciaría la Guerra de los Mil Días.  Fue en aquel 1899 que avisoraba lo que sería para Colombia un difícil siglo XX, lleno de dolor, violencia y sufrimiento.  Pero en medio de ese estado de cosas, y bajo las enseñanzas de otros grandes del derecho, cursó exitosamente sus estudios en el Colegio Mayor de Nuestra Señora del Rosario, del que luego sería insigne Rector. Moriría también en otro año igualmente determinante para el país.  1992, el año que marcaría el estreno de la recientemente promulgada Constitución del año inmediatamente anterior, el año del estreno del principio de supremacía constitucional por encima del conocido principio de legalidad, y el año de todo un cambio en la forma de concebir el derecho nacional.  Llegó cuando tenía que llegar, y nos dejó cuando su talante había dejado suficiente sombra para que una nueva generación de abogados llegase a tomar la batuta en un nuevo esquema mundial.

La discusión en torno al aforismo "Testis unus testis nullus" es una de aquellas abordadas por Antonio Rocha en su obra "De la prueba en derecho" que nos permite reflexionar acerca de los criterios de valoración de la prueba en la actualidad.  Es ahora cuando se llega a extremos difíciles como el de darle plena credibilidad a un testigo sin entrar a mostrar algo más que frases vagas y vacías como "el testigo merece plena credibilidad" sin mayor análisis de fondo.  Es ahora cuando también se compran testigos y nos percatamos en la cantidad.  Rocha Alvira analizó esto mucho antes y dejó sentada una discusión que lamentablemente muchos operadores jurídicos han dejado de lado.  Es esta, tan sólo una de las tantas lecciones que nos deja su invaluable obra en materia de derecho probatorio.

Pero no son simplemente sus calidades como estudiante, como docente y como académico las que le merecen mi modesto reconocimiento.  El profesor Antonio Rocha Alvira fue igualmente un insigne juez, miembro y Presidente de la llamada Corte Admirable, es decir aquella Corte Suprema de Justicia que dejó sentada la jurisprudencia en materia de derecho civil que habría de servir de sustento para tantos desarrollos jurídicos del siglo XX.

Además de la academia y la administración de justicia, el maestro tuvo la oportunidad de mostrar sus calidades personales y profesionales en muchas otros cargos públicos de especial importancia.  Es así como fue titular del Ministerio de Industrias y Trabajo, fue Ministro de Relaciones Exteriores y Ministro de Educación.  También ocupó el cargo de Ministro de Gobierno.  No dejó de demostrar sus habilidades en la rama legislativa, siendo electo Senador por el Departamento del Tolima.  Sin embargo, sus calidades jurídico-políticas fueron especialmente importantes como miembro negociador del Concordato entre Colombia y la Santa Sede, siendo igualmente embajador ante esta última.


Imagen del Presidente Alfonso López Pumarejo acompañado de algunos de sus funcionarios más cercanos.  Antonio Rocha Alvira (segundo de derecha a izquierda) aparece sentado, al lado derecho del Presidente López Pumarejo, quien se encuentra sentado en el centro de la imagen.  Fotografía tomada de la página www.banrepcultural.org

Entre los grandes profesores del derecho actual, le ha merecido especial reconocimiento Jairo Parra Quijano, Jaime Azula Camacho en sus respectivas obras, así como otros no tan célebres.  Sin duda, estos discípulos de los grandes, recordarán cómo en febrero de 1969, Antonio Rocha Alvira, era elegido como Presidente del recientemente creado Instituto Colombiano de Derecho Procesal.  Sus vicepresidentes que lo acompañaron en ese momento fueron otros colosos del derecho procesal, los "Hernandos" (como los denominara en alguna ocasión el gran maestro de la Universidad Externado de Colombia, Fernando Hinestrosa, es decir, Hernando Devis Echandía y Hernando Morales Molina).  La importancia de esta nominación ha de recordar a aquellos que no tuvimos la oportunidad de vivir esos años, la calidad de estos maestros del derecho procesal y del derecho privado.

Mencionar los anteriores hitos en la vida del Profesor, Ministro, Magistrado, Embajador, Rector, Senador parecería suficiente para cerrar este pequeño homenaje a un grande.  Sin embargo, no es eso lo que Gaviota Jurídica puede resaltar como la cualidad más valiosa por parte del maestro Rocha.  Cuentan las anécdotas que en algún momento los estudiantes del Rosario, siendo él Rector, decidieron organizar un movimiento para presionar la reforma de las Constituciones que gobernaban a ese claustro.  A pesar de haber sido criado y haber formado parte de la tradición, Antonio Rocha Alvira no se rindió a ella.  Aplicó la ponderación y la sapiencia que los verdaderos grandes poseen, y fue un hombre de su época.  La reforma le permitió a la norma fundamental del Rosario ser la norma fundamental moderna que sus estudiantes clamaban.  Esto pudo darse porque a pesar de la grandeza y del impresionante currículo de Rocha Alvira, supo escuchar, algo que los autodenominados "grandes", han olvidado hacer hoy en día.
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lunes, 29 de julio de 2013

El gran invento de nuestro tiempo

Han transcurrido varios años (no diré exactamente cuántos) desde que por primera vez leí el libro de Gabriel García Márquez que le valió el reconocimiento del Premio Nobel de Literatura.  Se trata de "Cien Años de Soledad".  El libro, que posee algunos elementos que me llamaron mucho la atención cuando por primera vez lo leí, tenía uno en especial que siempre me ha acompañado a donde sea que voy.  Se trata del inicio del libro.  De hecho, de una manera u otra, suelo andar parafraseando ese inicio, por el contenido que genera en mí, un ave de constantes regresiones o flashbacks: "Muchos años después, frente al pelotón de fusilamiento, el coronel Aureliano Buendía había de recordar aquella tarde remota en que su padre lo llevó a conocer el hielo."

Me generaba cierta hilaridad, ver que pudiera escribir uno algo sensato sobre el gran descubrimiento del hielo.  Sin embargo, esa hilaridad era la que permitía que la experiencia de lectura fuera refrescante.  Algún tiempo después, tuve la oportunidad de aprender sobre el realismo mágico, y todo ese movimiento que representa la obra de García Márquez.  Ver la manera en que la realidad que nos propina bofetones a diario, y nos recuerda qué tan ficticias son nuestras preocupaciones, o quizá qué tan reales son nuestras ficciones, me lleva a sentir que soy un protagonista de esa misma historia, y que quizá me escribieron en una página que olvidé.

Esta semana, mi alter ego disfrutaba de un frugal almuerzo en la capital de la República.  No estaba solo, sino en compañía de otro de esos compañeros que quizá fueron ideado en otro de los escritos de García Márquez.  Yo (o mejor, él) estaba sentado apuntando hacia la cocina, revisando que la porción que me fueran a traer fuera generosa.  El acompañante macondiano miraba exactamente a espaldas de mi alter ego.  De un momento a otro, observé que la conversación se cortaba, y procedí a mirar a mis espaldas.  Revisábamos alguna de las noticias judiciales que suelen acompañar los almuerzos de los colombianos.  Terminada la nota, vimos algo muy parecido a lo que verán a continuación:




Video tomado del canal Youtube del Noticiero Noticinco

No era exactamente ese el video que vi.  La verdad es que no conseguí exactamente el mismo, presentado como una nota de varios minutos en uno de los principales noticieros del país.  Al revisarlo, me sentí como todo un coronel parado al frente del pelotón de fusilamiento.  Reí, y recordé con cierta altivez intelectual que seguimos siendo un país que mira para fuera para maravillarnos de lo que ocurre en el exterior.  Sin embargo, la sonrisa se fue desdibujando cuando me di cuenta que el mundo de la élite jurídica del país funciona igual.

Basta que revisemos principalmente el funcionamiento del derecho corporativo en el país.  No es posible que un abogado experto en el tema terminé dos oraciones seguidas, refiriéndose al tema sin utilizar uno o dos términos jurídicos en inglés.  Esos términos tienen implicaciones conceptuales ajenas al derecho nacional.  Sin embargo, denota prestigio usarlas y estar habituado a ellas.  En cada una de las áreas del derecho, se encuentran situaciones similares.  El derecho penal, en la academia, se trata de buscar el "hielo" más rebuscado que nos pueda ofrecer algún alemán.  El derecho aduanero, de vez en cuando visita el país.  Lo importante allí, es ponernos a tono con lo que dicen afuera, no que la aduana nacional funcione.

Releyendo el capítulo I del libro de "Cien Años de Soledad", recordé que alguna vez, estudiando por primera vez la teoría de sistemas sociales recogido por Niklas Luhmann, escuché a dos profesores referirse a él como si se tratara del bloque de hielo que nos era revelado.  Los elogios de tan magno sistema, y la manera como nos flagelábamos por la falta de neuronas que aportábamos en el país, vendría acompañada de un lapidario:

"Este es el gran invento de nuestro tiempo".
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sábado, 20 de julio de 2013

El Congreso y sus malos hábitos

Celebrando los cinco años de apertura de este espacio, aprovecho la oportunidad para resaltar otro triste episodio en la historia del país.  La Constitución de 1991 previó el respeto por las minorías políticas, y hasta el día de hoy, el Congreso había respetado este precepto, cumpliendo un acuerdo que se gestó hace 3 años cuando se instaló el Congreso.

Sin embargo, hoy he tenido la oportunidad de observar con tristeza, aunque sin sorpresa, que el Congreso ha incumplido ese acuerdo.  El acuerdo consistía en otorgar plazas en las mesas directivas del Congreso según compromisos con los partidos mayoritarios y con los partidos minoritarios.  El día de hoy, estaba previsto que el Senador Juan Fernando Cristo fuera elegido como Presidente del Congreso, y así fue.  También se tenía previsto que el Senador Carlos Emiro Barriga fuera elegido como Primer Vicepresidente del Congreso, y en efecto así sucedió.  En ambos casos, se trató de un único candidato, por lo que las votaciones no deberían ser problemáticas, y en efecto así sucedió.


Imagen tomada de: http://deracamandaca.com 

Situación distinta se presentó con la elección del Segundo Vicepresidente.  Para este cargo, se tenía previsto según los acuerdos de hace tres años, que el cargo lo habría de ocupar un representante de las comunidades indígenas.  El postulado fue el Senador Germán Carlosama.  Sin embargo, el Partido Verde postuló a uno de los suyos, y contrariando los acuerdos, el Senado de la República decidió incumplir el acuerdo inicialmente celebrado, y eligió al Senador Felix Valera, del Partido Verde.


Imagen tomada de: http://contextoganadero.com

Hoy, al cumplirse cinco años de la apertura de este espacio, manifiesto mi profunda indignación por esta situación.  Ello demuestra por qué el pueblo colombiano no cree en el Congreso.  Se trata de un órgano que debe velar por las reglas de juego en el país, y es el primero en incumplirlas.  Más triste aún es que el discurso de posesión del Segundo Vicepresidente fue irónicamente en torno de la protección de las minorías.  Ese discurso legitimador de una trampa política, intenta reivindicar aquello que pisoteó.  El Partido Verde no es una minoría, ni mucho menos es un partido de oposición.  La evidente muestra de desfachatez deja claro que estamos en manos de políticos oportunistas, y que lo que nos espera este año, lamentablemente no parece ser más alentador que lo que viene de muchos años atrás.

De mi parte, mis respetos y mi solidaridad con aquellos afectados por esta trampa política, y un gran picotazo al Partido Verde, que lejos de mostrar ser una opción seria y transparente, ha dado muestra de ser parte de ese detestable esquema del oportunismo y el descaro.
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sábado, 13 de julio de 2013

Comentarios sobre el incidente de impacto fiscal

El proyecto de ley 139 de 2012, es una iniciativa que actualmente cursa ante el Congreso de la República, con miras a que se pueda abrir un incidente de impacto fiscal que le permita al Gobierno intervenir en decisiones que han sido adoptadas por las altas cortes, cuando considera que el cumplimiento inmediato de la decisión adoptada puede estar poniendo en riesgo la sostenibilidad fiscal de la Nación.

Esto tiene sentido, si se observa que un importante porcentaje de las decisiones de impacto económico sobre el tesoro nacional las están adoptando los jueces.  Determinaciones como la cobertura de salud de los colombianos (de índole constitucional), la condena del Estado colombiano por responsabilidad extracontractual (de índole contencioso administrativo) pueden llegar a afectar la sostenibilidad fiscal de la Nación.


Sin embargo, la iniciativa me resulta problemática, e incluso odiosa, por una serie de razones que expongo a continuación:

1) ¿Hacia un modelo fascista?

Una de las características principales de los modelos fascistas es precisamente el hecho de centralizar cualquier modelo de convivencia o de sociedad, en el Estado.  "Todo dentro del Estado, y nada por fuera de él", rezaba este principio orientador.  La posibilidad de que el Gobierno pueda solicitar que una decision judicial sea modulada, modificada o diferida a partir de argumentos tan abstractos como el "impacto fiscal" lo único que mostraría es que ni siquiera la labor de administrar justicia para particulares escaparía la intervención del Gobierno.

Es suficiente con que sea un representante del Estado el que determine qué es o no lo jurídicamente procedente en un caso, como para que además de eso, con posterioridad al litigio, llegue el Gobierno Nacional a negociar la decisión.  No veo en términos reales una reglamentación suficiente que permita establecer cuándo sí, o cuando no.  Si el Presidente Santos se considera un liberal desde el punto de vista político, es conveniente que revalúe su orientación política.  Ni siquiera en la época de la Regeneración, el Presidente Núñez llegó a plantear un modelo de centralización y de intervención semejante.  Nada más contrario a un ideal liberal que permitir que el gobierno negocie el cumplimiento de decisiones judiciales.

En parte, este descalabro se debe a la manera como la Corte Constitucional ha venido adoptando decisiones judiciales y modulándolas según su buen o mal criterio.  Es tal el poder y la autonomía de la Corte, que cada vez más está recurriendo a esta forma de modulaciones de decisiones para intentar ser más justos.  Al Gobierno le gusta la idea de modular, modificar, o diferir la decisión, pero no parece ser muy claro con fundamento en qué se harían esas modulaciones o modificaciones.  El poder de intervenir, constituye, entonces, un modelo fascista de administrar justicia, en donde el particular viene a ser un espectador más en la lucha por obtener el reconocimiento de un derecho.

2) ¿Y cómo entran la Corte Suprema de Justicia y el Consejo Superior de la Judicatura?

El proyecto de ley plantea que el Gobierno podrá solicitar iniciar este trámite, no sólo por las decisiones adoptadas por la Corte Constitucional y el Consejo de Estado, sino también por las decisiones del Consejo Superior de la Judicatura, de naturaleza disciplinaria contra jueces, fiscales y abogados, sino también en decisiones derivadas de conflictos privados.

Si la empresa X es una entidad que explota laboralmente y por ello es condenada a pagar sumas elevadas de dinero por concepto de indemnizaciones, ¿cuál es el impacto fiscal allí? Si la entidad condenada es un banco, ¿esta condena afecta la sostenibilidad fiscal?  ¿Y si el demandado es una persona natural, entonces no?

No veo de qué manera podría darse la intervención ante decisiones de cualquiera de estas dos Corporaciones, y considero que la técnica legislativa no puede estar sometida a sutilezas como esta, simplemente en aras de mostrar un aparente principio de igualdad.  Incluir este tipo de iniciativas de esta manera, dennota que el Gobierno no ha hecho un estudio serio de razonabilidad de la medida, lo que implica, entre otras cosas, que no ha medido el impacto de su iniciativa.   Contradictorio es solicitar medidas judiciales para medir "impacto de decisiones" sin que siquiera se mire el impacto de la norma que la consagra.

3) ¿Y cuáles son los criterios de decisión?

No tengo mucho por decir aquí, dado que la norma no contempla cuáles son los criterios para decidir si se modula, se modifica o se difiere una decisión.  Esta carencia de materia sobre la cual opinar, es más que preocupante, dado que al no existir, en la práctica está consagrando la posibilidad de que los jueces tomen decisiones absolutamente discrecionales, sin apego a reglas, lo que las haría virtualmente ajenas a cualquier tipo de control.

4) ¿Y los tribunales de arbitramento?

Si se incluye la Corte Suprema de Justicia, y se incluye el Consejo Superior de la Judicatura, que no toman decisiones de impacto fiscal, no se entiende por qué no se adoptan medidas similares con los tribunales de arbitramento, que sí toman decisiones de impacto fiscal.  Muchas de las decisiones de mayor impacto económico para las arcas del Estado, se adoptan a través de este mecanismo de solución de conflictos.  Sin embargo, nada se dice respecto de ellos.

Conclusión

No puedo más que dar un 'picotazo' al Gobierno por esta iniciativa, que me resulta poco seria.  El problema del impacto fiscal no es un problema de trámite jurisdiccional sino que es un problema de gestión de riesgos judiciales.  Como bien lo saben quienes manejan el tema de gestión de riesgos, un modelo serio de gestión de riesgos implica prevenir y reducir el riesgo, y no simplemente consagrar medidas para "llorar ante el juez" para evitar que las decisiones le cuesten mucho.
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miércoles, 3 de julio de 2013

¿CONPES para la justicia?

Hace algunos días, recibí un tweet de Jorge Paradas (@jorgeparadasg) en el que me preguntó lo que pensaba acerca de el proyecto de ley que modifica el arancel judicial.  Se trata del proyecto de ley (el Proyecto 224/12 - Senado) que busca regular el pago del arancel judicial, que se destina a gastos de inversión en la administración de justicia.

Mi respuesta, en su momento, es que me parecía que la reforma del arancel judicial tiene sentido, pero que no me gustaba la manera como lo habían regulado.  Antes de proceder a la explicación del mismo, conviene resaltar que este proyecto ya ha sido aprobado por el Congreso de la República, y está pendiente por sanción presidencial.  Para revisar el texto, se puede revisar la Gaceta del Congreso (la gaceta 429 de 2013) que se encuentra disponible en la página de la Secretaría del Senado en donde es posible consultar todo el trámite del proyecto.

Retomando, explico los pros:  Lamentablemente, la justicia no cuenta con un presupuesto "justo" (por no decir completamente indecente).  Esto se debe a que en Colombia se espera que la justicia sea instantánea, y que se de por arte de magia.  Los gobernantes le exigen mucho, pero le dan poco.  Tiene sentido que quienes con sus reclamaciones se constituyen en usuarios de la justicia, deban contribuir a subvencionar parte de sus costos.  Esto, sin embargo, tiene un contra-argumento poderoso: los colombianos ya pagamos los gastos de la justicia, y de seguridad, y de inversión, con nuestros impuestos.  Sin embargo, al igual que al pagar un peaje estamos contribuyendo al mantenimiento de la red vial, asimismo tiene sentido que los usuarios ayudemos a sufragar costos de la justicia, destinados a inversión.

Hasta allí llega mi acuerdo con el proyecto.  Como se observa, la ley obliga a que se pague un 1,5% del valor de las pretensiones (la ley está básicamente enfocada a ser pagada por quienes presentan demandas con pretensiones dinerarias - es decir TODAS, salvo las expresamente excluidas, que son muchas).  En la práctica, se trata de procesos por responsabilidad contractual y extracontractual, además de algunos otros.  Se trata de ese tipo de procesos que nos afectan a todos a diario, pero que no salen en la prensa.  Esos procesos respecto de los cuales el estado no los ve como un problema de política pública, sino como un asunto entre ciudadanos -y también entre ciudadanos y el Estado-.  Según estas cuentas, si uno presenta una demanda por 100 millones de pesos, debe pagar el arancel judicial antes de presentar la demanda, que equivale a 1,5 millones de pesos, además de los costos de abogado que son inherentes a cualquier proceso judicial.


El proyecto excluye del pago a las personas naturales que no deben declarar renta.  Sin embargo, cada vez son más los ciudadanos que deben pagar renta.  Así que esta medida está destinada a desincentivar el acceso a la justicia civil y administrativa por parte de estas personas.  En otras palabras, se trata de una medida que exprime a los ciudadanos de la clase media, uno de los puntos que desde hace mucho tiempo se ha diagnosticado como un gran problema de este país.

Suponiendo que funcione la medida, se presentan varios problemas no resueltos.  En primer lugar, se trata de una medida excluyente y no incluyente.  Se trata de una medida que restringe el acceso a uno de los servicios por los cuales el Estado existe desde un principio (vean a los filósofos políticos contractualistas, y los teóricos del Estado).  Veo que con ello se benefician los grandes bancos y entidades financieras que tienen el suficiente músculo financiero para ver esto como un gasto contingente y no como un problema de acceso a la justicia.  Finalmente, casi en todos los casos son demandantes en procesos ejecutivos y el día de mañana recibirán ese dinero a título de costas.  El ciudadano del común, que pelea por el incumplimiento del contrato, por no haber recibido el pago de un título valor que poseía legítimamente, o incluso por querer exigirle al Estado la reparación por la responsabilidad generada por el Estado, es el que está siendo excluido.  Esta imagen me parece desoladora, y generadora de mayor inequidad.

Pensemos en el caso extremo, recientemente presentado en un artículo de la Revista Semana, titulado "Justicia Empapelada".  En este caso, seguramente el demandante no presentaría una demanda por un trillón de pesos contra el Estado si supiera lo que le costaría presentar una demanda por dos mil trillones de pesos (son 35 trillones de pesos a título de arancel judicial).  Quizá en ese caso, aplaudimos.  Sin embargo, si mi familia es muerta por errores del Ejército, y ello pudiese generar una indemnización de 1.000 millones de pesos, ese ciudadano debe pagar de entrada 15 millones de pesos, al mismo título.  Además de la culpa del Estado por la muerte, ese ciudadano o ciudadana debe seguir pagándole al Estado, simplemente porque sus dirigentes tienen problemas de distribución del presupuesto.

Suponiendo que la medida no funcione, serán únicamente los ciudadanos honestos los que paguen el arancel como corresponde, y los demás, pasarán "de agache".  El problema, es que la ley no nos da indicios de cómo sería que el Estado controlaría esta medida, razón por la cual parecería que el caso recién expuesto sería la situación a prever.  ¿Cómo sabe el funcionario de reparto que Gaviota Jurídica ha declarado o no renta el año anterior? Ni idea.  Esto hace la medida aún más injusta de lo que ya sería si funcionara.  Se trata de un impuesto indirecto sumamente cuantioso, aunque técnicamente digan que no es un impuesto.  El Estado colombiano anda sumamente preocupado por recaudar más, y por tener más, y no parece importarle de donde sale esto.

Si queremos ver, en cambio, para donde va esto, la respuesta es: el nefasto Consejo Superior de la Judicatura, compuesto por políticos y no por juristas.  Además, así fueran abogados probos, no son ellos los que saben administrar nada.  Mucho dinero ha perdido el erario público por cuenta de esta Alta Corte, y le queremos seguir asignando más.  Tampoco nos dice la ley cómo controlaríamos ese gasto.

En consecuencia, resulta claro que la ley del arancel judicial es simplemente una forma cómoda de seguir exprimiendo a los ciudadanos que no reciben una justicia pronta, pero que deben pagar si quieren añorar con tenerla.  Como le dije a Jorge Paradas, la medida tiene sentido, pero está muy mal regulada.  Me sostengo en mi respuesta, y me da pesar que la justicia se siga viendo en términos de pesos ($).  En términos reales, si es eso lo que la justicia requiere, deberían pensar en un modelo de CONPES, como forma de planear una inversión estable para desatrasar la inversión en el sector justicia.  Sin embargo, allí hay otro problema: los CONPES se han popularizado tanto, que se han tornado en inservibles (en muchos casos, en otros no).  Sin embargo, siendo conscientes de lo que se quiere, el Gobierno debe ser más consciente y buscar solucionar internamente el problema presupuesta, y no seguir exprimiendo a los ciudadanos con leyes impositivas, seguidas de más leyes impositivas.
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