lunes, 26 de diciembre de 2011

Quemados y quemadas

Cosa rara:  Llevamos no sé cuántos años anunciando por noticieros, periódicos, radio y ahora por Internet, que jugar con pólvora no es bueno.  De hecho, jugar con pólvora no es legal.  Sin embargo, ahí siguen figurando las cifras de personas quemadas con pólvora en el país.  ¿Mejoró? Quizás.  Bien por esa política estatal.  Sin embargo, la pregunta que me asalta es: ¿Por qué será que todavía cree la gente que eso es una prohibición de mentirillas?



Basta ver los casos que registran los medios para percatarse que realmente a la gente no le interesa hacer caso.  La desobediencia pareciera que fuera un bien cotizado que queremos seguir cultivando.  ¿Por qué?  No tengo la menor idea.  ¿Es preferible arriesgar la custodia de un hijo o de un nieto simplemente para ver un volador o un volcán en primerísimo plano?  Para muchos, al parecer sí vale la pena correr el riesgo.

Este riesgo insólito me recuerda igualmente otras ‘quemadas’ que se dieron este año, en las elecciones territoriales que culminaron hace relativamente poco.  Estamos ad portas de estrenar alcaldes y gobernadores, y curiosamente, a pesar de las advertencias y de las noticias, la gente sigue eligiendo a candidatos cuestionados ética y jurídicamente.  Sin embargo, allí están.  Pensaría que estos señores tienen ya calculado –algunos de ellos- que los periodos realmente no son de cuatro años, sino de menos tiempo.  Eso resulta, desde el punto de vista lógico, entendible.  La justicia es lenta (¡Oh sorpresa!) y mientras se definen las pérdidas de investidura, las destituciones y las inhabilidades, estos futuros mandatarios regionales podrán hacer de las suyas durante algún tiempo.  Es más, para algunos de los calculadores, probablemente se encontrarán con la grata sorpresa de que no serán destituidos nunca.  Como decía, lógicamente entendible.  Sin embargo, resulta jurídicamente inadmisible.

No me quejaré hoy de aquellos que tienen el deber de avisar sobre estas circunstancias.  Me consta que lo han hecho una y otra vez.  Sin embargo, volviendo a la lógica de los usuarios de pólvora, al parecer no hay advertencia o amenaza que valga.  Sigue siendo un riesgo que están dispuestos a correr.  Quizás por ello es que la justicia penal y la disciplinaria siguen siendo las vedettes de la justicia.  No hay semana que transcurra sin que nos asombremos con escándalos que resultan cada vez más comunes pero también cada vez más desoladores.

Muchos quemados, mucho riesgo, pero siempre lo mismo.  ¿O no?

En nuestra categoría de ‘quemados’, conviene detenerse con aquellos candidatos que por enésima vez han resultado ‘quemados’.  Aquellos que por segunda o tercera década se muestran como la renovación necesaria y la solución a todos nuestros males.  Son los “candidatos del Noni”, personajes milagrosos que nos han de cambiar la vida para bien, nuevamente.  Sin embargo, estos “candidatos del Noni”, al parecer son capaces de obrar muchos milagros, pero no son capaces de salir elegidos.   Las razones varían, dependiendo del caso.  Sin embargo, resulta curioso que allí siguen intentando e intentando.

No podemos cuestionar la perseverancia de estas señoras y señores, que campaña tras campaña siguen sacando recursos de quién sabe dónde, para volver a mostrarnos cómo han de obrar sus milagros.  Sin embargo, estos quemados relapsos siguen en la lucha contra un electorado que una y otra vez les niega el ‘votico’.  Algunos de ellos, ya han saboreado la victoria alguna vez, pero no en tiempos recientes.  Recuerdo al excandidato a la alcaldía de Cali, Francisco ‘Kiko’ Lloreda, quien lideró a esta agremiación de candidatos quemados durante mucho tiempo.  Quizás tendrán como referente de esperanza al ex Presidente de Brasil Luiz Inacio ‘Lula’  Da Silva.  Este caballero a partir de la terquedad, seguir lanzándose a la presidencia, hasta que finalmente logró quedar, y finalmente pudo obrar sus milagros.

Luego de ver las peleas que afronta el Instituto Colombiano de Bienestar Familiar, la Policía Nacional y el gobierno central, parecería que luchar contra tanto quemado no fuera tan malo.  Ahí está ‘Lula’.  ¿Será que ser uno de los ‘quemados’ no es tan malo?  Amanecerá y veremos…
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jueves, 22 de diciembre de 2011

Reapertura del blog

Cuando por primera vez abrí el blog, inicialmente quise canalizar las ganas locas que tenía de materializar un ejercicio expresivo de opinión de manera aparentemente coherente.  En otras palabras, lo primero que quería era poder plasmar por escrito algunas ideas locas y otras no tan locas que guardaran relación con los ejes temáticos que más he tenido la oportunidad de estudiar y discutir: el derecho y la política.

El detonante fue una marcha de protesta que se dio a nivel nacional y que guarda estrecha relación con hechos ocurridos esta semana, específicamente el 6 de Diciembre.  Ambas marchas versaban básicamente sobre los mismos puntos, y en ambos casos se estaban realizando convocatorias por todos los medios para que el país unido le enviara un mensaje contundente a las FARC.

Personalmente, nunca he creído que las marchas sirvan para algo.  Las primeras marchas estudiantiles que se dieron hace algunas semanas demostraron que sí pueden servir para algo.  Creo que debo replantear entonces mi idea inicial.  Por regla general, las marchas no sirven para nada, aunque hay excepciones.  Sin embargo, creo que “enviarle mensajes” a personas que se dedican a la explotación económica de la guerra en todas sus facetas, es tan útil como echarle arena al mar.

Dirán muchos que la última idea resulta ridícula, y quizás lo es, pero en sus conversaciones retrospectivas, mi alter ego ha confesado que para él, esa fue una preocupación capital en su temprana niñez.  Podía durar horas en una incansable tarea por reabastecer al mar de tan preciado material como es la arena.  Por supuesto, cada vez que las olas azotaban de nuevo la costa con su característica imponencia, la sensación del jovenzuelo era que el mar volvía a vaciar la arena (y un poco más) en la costa.  Sin embargo, siempre sintió que su trabajo valía la pena, y durante mucho tiempo continuó con tan invaluable ejercicio.

Sí.  Considero que marchar contra los violentos para que oigan nuestros mensajes de rechazo, es tan útil como lanzar arena al mar.  Y que conste que alguien muy cercano a mí era de los que hacía esta clase de ejercicios.  De hecho, esta Gaviota nació, como ya he dicho, justo después de una marcha similar, marcha a la que sí asistí.  Es posible que además de haber asistido a esa marcha, haya aparecido también en las páginas sociales de algún diario nacional.

Desde que se dieron las marchas, que por supuesto no sirvieron para nada, se han venido presentando fenómenos raros en la política nacional.  Mejor dicho, en la política jurídica nacional.  El excomisionado de paz, quien antes tenía imagen de un anciano desquiciado, ha empezado a obrar en concordancia con su imagen.  La Fiscal General de la Nación, parece que quiere seguir el ejemplo de la Contralora General de la República, y disputar el premio al más demente del año.  Se creía que la Contralora tenía el galardón en el bolsillo, pero al parecer Restrepo y Morales no están tan convencidos de que deba permanecer allí.

Bajo ese entendido, están empezando a ocurrir cosas que me generan inmensa depresión, al no poder realizar mis habituales escritos de crítica y opinión.  Era una terapia genial que me generaba una satisfacción interna de poder expresarme como a bien tuviera.  Hoy en día mi alter ego, que ya no lanza arena al mar sino miradas inquisidoras por doquier, tiene a prohibir esta clase de exhibiciones inmorales e inconvenientes, porque no está bien visto que una gaviota de nido más o menos acomodado, tienda a expresar tantas bobadas juntas.

Prefiero la terapia interna.  El año ha pasado y situaciones igualmente peculiares se han venido presentando con personas allegadas que tuve la oportunidad de conocer a raíz del blog.  Continúo viéndome con Gonzalo Ramírez y Mariana Jaramillo, quienes además de un fino sentido de la justicia y del bien, poseen un paladar envidiable.  De eso también hay que aprender.  Con los demás, poco o nada de contacto.

Luego de un inmerecido descanso, el blog reanuda su marcha.  Probablemente será aún más trivial de lo que ya era.  Probablemente encuentre el lector incauto valoraciones jurídicas que riñen con lo trivial y superfluo.  No creo que sea algo tan trivial como marchar contra grupos armados a los que les importa un pito, a un año de que llegue el fin del mundo anunciado por los Mayas.
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