La vida me ha dado algunas lecciones duras este año, algunas de las que he logrado asimilar con entereza, y otras que aún me tienen en estado de knock out técnico (T.K.O.). No obstante, ha sido un año de segundas oportunidades, que han dejado diversas enseñanzas, en muchos sentidos. Otras de ellas aún no he logrado asimilarlas como debiera. A pesar de esto, he podido aprender de la vida, y por ello estoy agradecido.
Hace mucho tiempo hubiera querido escribir acerca de nuestro ‘jurisbanquero’. El hombre que en muchas maneras, incluyendo el derecho, ha influido en el día a día de los colombianos. Sí, el señor Luis Carlos Sarmiento Angulo. Hace tan solo un par de días tuve la oportunidad de saber que el hombre más rico de Colombia, el señor Sarmiento Angulo, fue galardonado con el premio del diario Portafolio, por su ‘vida y obra’. En consecuencia, en aras de unirme al regocijo generalizado por tan sublime reconocimiento, me permito enviarle a él algunas consideraciones para que siga adelante con su ‘vida y obra’:
Imagen tomada de: www.dinero.com
Respetado Señor,
En estos momentos tan definitivos de la vida nacional, he considerado útil y oportuno realizar algunas observaciones acerca de la situación actual, a la espera de que pueda usted colaborarnos con sus buenos oficios, teniendo en cuenta el inmenso amor que la sociedad colombiana le profesa, como ha sido confirmado con el galardón que recientemente ha recibido.
Teniendo en cuenta mi poca estatura intelectual, y aún menor conocimiento de los avatares a los que se ve enfrentado el país, me gustaría conocer su postura acerca de hechos que afectan el día a día de personas comunes y corrientes como yo. No en vano ha mostrado usted increíble liderazgo en asuntos tan trascendentales de los quehaceres diarios. En primer lugar, quisiera saber con qué ojos ve usted el que el sistema pensional colombiano adopte posturas constructivas, tales como modificar el ahorro de los individuos para cambiarlo por pólizas de seguros que si bien han de ser oportunamente pagadas, modifica las condiciones en cuanto a la ‘sobrevivencia’. Malas lenguas mencionan con cierto escepticismo, que no puedo contestar con inteligencia, que es cambiar dinero causado y ya existente por dinero que si bien puede existir, no se ha causado? Dicen ellos, que el dinero que se invertirá como prima, no sería reembolsado, y que (seguramente de manera errónea) en caso de un fallecimiento temprano, quedaría en manos de las aseguradoras. La verdad, pensar en tantas figuras extrañas me genera cierto mareo, así que agradezco la oportunidad para que sea usted por qué ellos están equivocados.
Otras personas también dicen por ahí –bien sabe usted que este es un país de chismosos– que la crisis financiera ha sido causada por la avaricia de los banqueros. Entre estos, hay personas influyentes como Daniel Samper Pizano, quien en su columna de hoy en El Tiempo, pone de presente aseveraciones poco consideradas con el gremio del sector financiero. Ahora, al parecer, el sector se recupera, y vienen jugosas ganancias. ¿Vino la avaricia y luego la crisis? ¿Nunca hubo avaricia y ahora tan solo hay una buena confianza en los mercados? Algunos también dicen que primero vino la crisis y luego la avaricia. La verdad es que ante tanto chisme me quedo con la mente en blanco. Agradezco sus luces en el asunto.
Lamento que esta misiva pareciera tornarse en uno más de tantos escritos de pregunta, sugerencia o queja. En realidad, solo quería que supiera que admiro su tenacidad y entrega, ante la cual agradecería que ante su apretada agenda, pero conociendo su amor por el pueblo colombiano, pudiese algún día mostrarnos a los demás algunos de sus consejos prácticos para que siendo cada vez más quienes podamos apreciar su cariño y entrega por el bienestar de todos, podamos acompañarlo en el esfuerzo por lograr que cada vez más personas con empleo, y con buenos salarios, como lo ha expresamente mencionado usted en la entrevista que publicara hoy el diario El Tiempo, resaltando su talante humano.
Adicionalmente, agradecería, de serle posible, que me regalara un par de consejos jurídicos, que han sido tan hábiles y efectivos, tales como el manejo de la situación con las captadoras de dinero (DMG y otras), y otros temas como la reelección.
Agradeciendo de antemano su valioso tiempo, le deseo un resto de ‘vida y obra’ llenas de éxito para usted, y para todos los colombianos, quienes le debemos tanto.
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