He recibido hace ya uno días, un correo de un
amigo lector, Samuel Cadavid Puentes, quien me plantea la siguiente inquietud:
Imagen tomada de: http://www.mensajesdeanimo.com
“Por estos días llegó
a mis manos el libro "Mentiras Fundamentales de la iglesia católica",
del autor español Pepe Rodríguez, mismo que ya había escrito, a manera de
denuncia, "La vida sexual del clero".
A manera de introito
utiliza la frase: "La verdad os hará libres, la mentira... creyentes"
Lo estoy leyendo con
verdadero interés.
Dame un consejo,
gaviota!!
Atte: Samuel Cadavid
Puentes
Montería – Córdoba”
Le prometí al amigo Samuel, hace ya mucho
tiempo que trataría el tema, aunque a decir verdad, pensé hacerlo el mismo día
que tuve la oportunidad de leer el correo.
Realmente, me resultó imposible el manejo de tiempos, pero aquí estamos
de nuevo, cumpliendo una promesa tardíamente.
Lo primero que debo recalcar es que no he
tenido la oportunidad de leer este libro, todavía. Pero lo haré.
Dos razones poderosas me llevan a hacerlo. En primer lugar, soy de formación Católica, y
por lo tanto, me interesa sabe qué tan sincero es el mensaje de la
Iglesia. En este punto, no soy una
gaviota tan ingenua. He tenido la
oportunidad de leer “La puta de Babilonia” de Fernando Vallejo, que es un
libro-desquite, contra la Iglesia.
Aparentemente sus datos históricos son sólidos, y en conclusión, la
Iglesia se construyó sobre una farsa.
Sin embargo, apreciado Samuel, debo aclarar una
cosa. La religión es una organización
semiótica y lógica de la fe. La fe, por
esencia, es convicción, es sabiduría y es tranquilidad del espíritu. Puede basarse en cualquier tipo de estructura
mental o espiritual, salvo en la lógica.
Por lo tanto, la religión no podría ser lógica, porque implica volver
lógico lo que no lo es. Si pensamos en términos
muy básicos, tenemos que considerar que el centro de la fe católica es que: un individuo que a la vez es Dios, murió no
para sí, sino para otros, y luego de hacerlo, por su propio poder divino
resucitó de la muerte. Basta
intentar racionalizar cada uno de estos elementos para entender que ninguno de
los postulados en que se fundamenta la fe de los católicos es absolutamente
ilógico.
Con esto último, lo que pretendo hacer ver es
que la parte “dogmática”, si se quiere, de la religión, puede fácilmente ser
considerada como una quimera, o un mito, o simplemente una mentira. Fernando
Vallejo, cree que lo de Cristo es un mito y de hecho suele referirse al
personaje histórico como “Cristoloco”.
Otros piensan que no existió, o que de haber existido no murió, o que de
haber muerto, no resucitó. No es fácil
entender la historia que rodea a Jesús, si se parte de lo evidente, lo lógico y
lo físico.
El principal problema que poseen las
religiones, y quizás la religión católica es el principal caso y más evidente,
es que pretenden monopolizar la salvación del alma, mediante el establecimiento
de patentes respecto del mensaje de Jesús.
La versión oficial es la versión católica (dicen los católicos). Para hacerlo más oficial que las otras
oficiales, precisamente empezaron a utilizar el término “católico(a)”, para
referirse al carácter universal de esta Iglesia, a partir de este término
griego antiguo.
Imagen tomada de: http://es.dreamstime.com
Es necesario leer esta clase de documentos como
parte de la historiografía de lo que ha sido la construcción netamente humana
del mensaje de Cristo. En otras
palabras, es bueno saber qué tan mentirosa y/o criminal ha sido esa
construcción social que denominamos Iglesia.
Es tan conveniente como saber qué tan mentirosa y/o criminal ha sido la
construcción de aquello que denominamos Estado, en Colombia. No por saberlo o dejar de saberlo, se debe
llegar a los límites de creer o dejar de creer en el mensaje de fondo.
A esta conclusión he podido llegar a través de
múltiples experiencias personales que se relacionan con el Derecho. En vida, no he podido conocer más que un
puñado de personas que siendo los ‘portadores oficiales de lo que es y no es
derecho’, son inmorales, inescrupulosos, ladrones, matones y demás. Mi alter
ego ha podido ver y vivir de cerca algunas de estas realidades. Más mentiras y ardides que los que traman los
padres de la patria, los ‘honorables’, y especímenes como los Procuradores o
Fiscales, quizá no encontremos en muchos otros sectores.
Con la Iglesia, no me cabe duda, ocurrió y
ocurre lo mismo. Si unos manipulan el
concepto de ‘justicia’ a su antojo, la Iglesia ha sido capaz de manipular el
concepto de ‘verdad’ al suyo, y por tanto, podremos discutir nutridamente
acerca de la veracidad y la falsedad de lo que la Iglesia ha dicho, pero
conviene distinguirla ampliamente del concepto de falsedad y veracidad del
mensaje de fondo del cristianismo. Gracias
a Dios, no todas las versiones de lo que ha sido Cristo y su mensaje se
encuentran en los cuatro evangelios oficiales.
Es la fe la que ayuda a seleccionar qué es lo que creo cierto y qué no. Evidencia, no hay. Es esa la principal manera de experimentar a
Dios. De lo contrario, estaríamos
racionalizando lo divino y lo místico.
Creer no es lo mismo que convencerse, y en este campo, a diferencia del
jurídico, creo que es mucho más importante creer que convencerse.
En cuanto a la frase “la verdad os hará libre…
la mentira creyentes”, creo que implica otro intento más por racionalizar lo
espiritual. Suena útil para vender
libros sobre la Iglesia, y suena más útil para escudriñar el papel de los
humanos ‘portadores de la verdad de Dios’, pero no para poder llegar a ningún
punto conclusivo frente a la experimentación de Dios que pueda tener cada ser
humano.
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