1. Sobre los Mandatarios NO colombianos
En el mes de junio de este año, escribí un ingreso dedicado a la interpretación que se le ha dado al término ‘mandatario’, dentro de un contexto nacional, y partiendo del presupuesto de la reelección. Al revisar la reunión de UNASUR, lo hice partiendo de una postura neutral, es decir, lo abordé como un tercero ajeno a la discusión, que parte de un problema, revisa argumentos y decide adoptar una postura, como consecuencia del ejercicio de argumentación.
Al revisar las presentaciones, pude concluir lo siguiente:
‘Lula’ y Bachelet, sin duda están en un grupo aparte. Respecto del primero, la claridad sobre los puntos de la discusión, y su apego a las reglas de juego, es algo que debe abonársele. Después de 7 horas de reunión, siempre tuvo claro por qué estaban allí, cuales eran los intereses de su país, y cuál era el objetivo último a alcanzar. De hecho, en una airada intervención al final de la reunión, formuló un regaño a todos los presentes, con firmeza, pero con respeto. Su regaño final, claramente justificado, se encontró con el resignado silencio de los demás, y un pequeño intento de ‘pataleo’ por parte de Rafael Correa. Verdaderamente es un líder mundial, y es perfectamente explicable por qué ha logrado darle ese nivel de transformación a Brasil en tan poco tiempo.
En cuanto a Bachelet, me impresionó su entereza, revestida de cordialidad. Sus intervenciones, sus preguntas, sus observaciones siempre fueron precisas y con una finalidad clara y útil. Cuestionamientos serios, siempre se mantuvo dentro del marco de la discusión, y no aprovechó para lanzar dardos o cuñas adicionales. Eso es un Jefe de Estado, o al menos, eso debería ser. Entre más escucho a la Presidenta Bachelet, más me impresiona. Esa seriedad y consecuencia permite entender por qué la crisis económica fue prevista, absorbida y superada con tanta solvencia por parte de los chilenos. Sin duda, este par está pensando y reflexionando en un plano diferente a los demás.
En cuanto a los que me gustaron, incluyo a Alan García, y a Correa. El primero, a pesar de no estar directamente en la mitad del conflicto, acudió a argumentos históricos, dejó sentadas sus posturas con absoluta claridad, y fue independiente. En Colombia, creen que el país ha perdido a un aliado. Personalmente, considero que la posición de Alan García ha sido absolutamente sensata, y seria. ¿Cómo condenar sin saber? ¿Cómo apoyar sin saber? Investiguemos, y de paso, construyamos integración del continente. Me pareció un mensaje extraordinario. Por mi parte, considero que los comentarios dirigidos a Chávez y Uribe fueron recursos para solicitar consecuencia discursiva a ambos, de una parte por el odio político hacia el gran comprador del petróleo venezolano. Respecto del segundo, ¿cómo el luchador por la defensa contra la violencia va a negarle las preocupaciones de defensa a quienes manifiestan exactamente las mismas preocupaciones?
Me gustó mucho la presentación de Correa. A diferencia de otros colegas bloggers, yo no lo etiqueto como servil a Chávez, ni como peón de nadie, y por el contrario, considero que ha sido un Presidente muy competente para su país. El problema es que no quiere al gobierno colombiano. Sin embargo, su preparación académica y su estructura –derivada de la primera– no debe desconocerse. Hacerlo es una necedad. Discutir con las cifras, es muy diferente que discutir con el mensajero, y creo que Rafael Correa logró argumentar y dejar sentado un muy buen punto. Lastimosamente, en varias ocasiones se evidenció que le hablaba a su población y no a sus colegas.
Respecto de los demás, me parecieron interesantes intervenciones, por regla general. Sí afirmo que dieron mucho pesar las intervenciones de Evo Morales, y de Cristina Fernández de Kirchner. El primero de ellos se dio a la tarea de jugar al sofisma en su última intervención, y eso NO se hace en una reunión de Jefes de Estado. En cuanto a la señora Fernández (a quien algunos llaman K.) creo que su intento por mediar fue desastroso. El inicio de su intervención parecía interesante, con aquello de sentar doctrina respecto del problema. Sin embargo, el recurso de acudir a ‘ejemplos en abstracto’ que no eran abstractos, fue el inicio de una intervención desastrosa. En efecto, lo anteriormente mencionado no proponía nada diferente de lo que ya habían mencionado los demás, pero agregando el lanzamiento de dardos injustificados en ese momento de la discusión.
A Ronald Venetiaan hubiera sido interesante escucharlo, pero la traducción no ayudó. Tabaré Vásquez y Lugo intervinieron muy poco, y respecto de Chávez, ya sabemos que el en esta clase de reuniones es otro personaje completamente diferente al que normalmente es en Venezuela.
2. Sobre el Presidente Uribe
Uribe cuenta con una cualidad que debo reconocer, y es saber escuchar a todos los presentes, amigos o contradictores. La posibilidad de responder a cada una de las intervenciones de los demás, implica que al menos formalmente, las palabras de los demás no han quedado en el aire. Cuando se buscan consensos, soluciones de conflicto e integración, esto es fundamental.
En segundo lugar, entiendo un poco, después de haber escuchado a Uribe, por qué en parte cuenta con los inexplicables apoyos que maneja en Colombia. Fue sincero y frentero con los demás, y aceptó las duras críticas que le presentaron sus colegas, con entereza. Esa dignidad con la que asumió el reto el actual Presidente, era la dignidad de la que carecían sus antecesores, y es la dignidad que le falta a la inmensa mayoría de los precandidatos presidenciales actuales. Mientras estos últimos solo dan la pelea ante vientos favorables, Uribe se fue a que lo acribillaran, y lo hizo con entereza.
Plus: Logró que el texto fuera mucho más favorable para Colombia, de lo que fue la reunión.
Contra: Sus intervenciones extensas, hubieran podido ser, y debieron ser mucho más concretas. Habla demasiado despacio, y eso propicia que no se capte enteramente las ideas a transmitir.
3. Picotazo al derecho internacional
Siempre he sostenido la postura de que el derecho internacional no sirve para nada. Cuando hago referencia a que no sirve para nada, quiero decir que considero realmente que no sirve para casi nada. Sin duda, hay cuestiones útiles, pero en términos generales considero que el derecho internacional no funciona. Después de tantas horas de reunión, se redactó un documento en media hora, en el que quedaron consignadas una cantidad de cuestiones que no se discutieron, y se dejaron de lado otras tantas que sí fueron discutidas.
En unos meses, no estaremos revisando las grabaciones de la reunión para saber qué ha decidido UNASUR. Lo realmente vinculante son las decisiones y sus resoluciones. Decisiones y resoluciones que son mentirosas frente a la realidad de lo debatido, no servirá de mucho.
Por supuesto, me dirán algunos, estas reuniones no producen normas jurídicas a aplicar por los estados miembros. Son de contenido político, y a ese marco se restringen. Igual ocurre con los famosos G’s, así ocurre con las decisiones de la ONU, y de la OEA. Si la posición de sentar doctrina de UNASUR quiere lograrse, sería importante que luego de debatir, los miembros se tomaran un pequeño espacio de tiempo para redactar, y luego algún espacio de tiempo más para revisar el tema. Claro, vendrán más reuniones, pero si se manejan por el mismo estilo, no sabremos muy bien lo que ocurra. El mismo problema se ha presentado en otras oportunidades, de las que cabe destacar la preparación y aprobación del Estatuto de la Corte Penal Internacional, donde también se logró una aprobación express.
Textos así, no sirven, ni servirán para nada, y tal vez por ello, es que, como lo mencionaba Rafael Correa, a pesar de lo que diga la ONU, Estados Unidos hace lo que quiere. Tal vez por eso es que a pesar de que se presentan situaciones como las de Rusia, Georgia y Osetia del Sur, seguimos igual. Tal vez por ello es que Kim Jong se ha cansado de lanzar misiles por el mundo. Quizás Irán escuche el llamado de atención número 100 que le realicen sobre temas nucleares. “La número 100 es la vencida”. ¿Le importó a Uribe que algunos países rechazaron de plano el tema de las bases? Tal vez sí, pero él habla en pasado y no en presente.
4. Prensa
Afortunadamente en algún momento de mi paso por la universidad, a algún profesor de asuntos procesales se le ocurrió hablar del principio de la inmediación, refiriéndose a que el juez debe acudir directamente (hoy diremos que en la medida de lo posible) a la fuente de la prueba. Sin duda, esta enseñanza fue útil para enfrentar esta reunión de Jefes de Estado. De lo contrario, habríamos quedado a merced de la prensa, cuya cobertura ha sido realmente lamentable. Por supuesto, se interesaron en las frases punzantes, en la foto final, y seguramente en el menú que les sirvieron a los asistentes. Análisis de fondo, muy poco, para nuestro pesar. Si le hubieran hecho caso a ‘Lula’, quién sabe qué versión habríamos tenido hoy de lo ocurrido.
5. Preguntas finales
¿Qué haría Chávez si hubiera nacido en la época de la independencia? ¿A quiénes citaría? En la actualidad se le están acabando las citas de sus próceres favoritos. Teniendo en cuenta su proyecto de reelección indefinida, quién sabe con qué nuevos próceres nos sorprenderá más adelante. Creo que se le están agotando los recursos.