sábado, 29 de septiembre de 2018

El vínculo entre política y justicia

Nota mental: Sé que este ingreso me va a generar problemas, pero igual lo voy a escribir.

Asombra el nivel de cercanía de la política con la justicia.  Asombra, porque a pesar de que las teorías más puristas del derecho como un ámbito totalmente ajeno a la política lo negaban, las posturas más moderadas aceptaban un vínculo atenuado entre uno y otro campo.  Sin embargo, en nuestro país parece claro que todas esas bonitas teorías que se dictan en las aulas, no se compadecen de la realidad de lo que ocurre con el manejo de la justicia del país.

Piensen, por ejemplo, en los siguientes puntos:

¿De los Fiscales Generales de la Nación, cuáles han dado prelación a su función jurídica por encima de su poder político?

Gustavo de Greiff
Alfonso Valdivieso
Alfonso Gómez Méndez
Luis Camilo Osorio
Mario Iguarán
Guillermo Mendoza
Viviane Morales
Eduardo Montealegre
Néstor Humberto Martínez

Les doy mi respuesta: 1.  Solamente Gustavo de Greiff.

¿De los Procuradores Generales de la Nación (post 1991), cuáles han dado prelación a su función jurídica por encima de su poder político?

Carlos Gustavo Arrieta
Orlando Vásquez Vásquez
Jaime Bernal Cuéllar 
Edgardo Maya
Alejandro Ordóñez
Fernando Carrillo Flórez

Les doy mi respuesta:  Ninguno.

Hasta allí, no deberíamos sorprendernos demasiado.  Es claro que no se llega a un cargo de esa naturaleza si no se maneja adecuadamente el poder político.  La prueba es que tanto los señores Edgardo Maya, Néstor Humberto Martínez, Alfonso Gómez Méndez, Viviane Morales y Fernando Carrillo que han pasado por varios cargos en el Estado, muchos eminentemente de naturaleza política.  Eso, por sí mismo, no es malo.


Imagen tomada de: http://delajusticia.com

El problema radica especialmente en que muchos de los vertiginososo ascensos en materia de poder político vienen desde instituciones o entidades que supuestamente están llamados a realizar una vigilancia de la justicia (en su sentido amplio), como es el caso de los del Colectivo de Abogado José Alvear Restrepo, la Comisión Colombiana de Juristas, la Corporación Excelencia en la Justicia, y el conglomerado DeJusticia.  Nadie niega, por ejemplo la importante influencia que en el mundo político tienen las opiniones de personas como Gustavo Gallón, Rodrigo Uprimny, César Garavito, y la actual Ministra de Justicia Gloria María Borrero.

Precisamente, es caso de la Corporación Excelencia en la Justicia, que es el que mejor conozco, es muestra de esa interdependencia que tantas veces se niega. A título de ejemplo, veamos cómo funciona.  Si nos atenemos únicamente al cargo de Director Ejecutivo de esa corporación para el ejemplo, tenemos que la trayectoria de todos ellos tuvo que ver en mayor o menor medida con ejercicio de poder político.  Veamos:

Alfredo Fuentes Hernández:  Después de salir de la dirección de la Corporación, fue decano de derecho de la Universidad de los Andes.  Es el que menos contacto con la política pura ha tenido.

Mauricio González Cuervo:  Antes de ser Director, había sido viceministro de justicia.  Luego de salir de la CEJ, fue secretario jurídico de Presidencia y posteriormente Magistrado de la Corte Constitucional.

Gloria María Borrero:  Después de ser Directora, llegó a ser la actual Ministra de Justicia.

No creo que este tipo de cuestiones sean coincidenciales.  La vigilancia de la justicia luego termina siendo parte de ella, según hemos visto.  El problema es que muchos de quienes somos independientes de ese atrayente relación entre derecho y política, cuestionan habitualmente la existencia de ese vínculo, pero al parecer es algo que resulta inevitable.  El problema, es que cuando prevalece la política sobre el derecho, nuestros juristas se acomodarán a lo que eufemísticamente se denomina como la "voluntad política", que es cambiante, manipulable y negociada.  En otras palabras, conviene generar un debate acerca de este vínculo entre lo jurídico y lo político.

Por mi parte, anticipo mi opinión.  Creo que nunca una postura jurídica guiada a partir de la preferencia política puede ser sana.  Si bien el argumento se fundamenta desde una perspectiva, no es lo mismo la perspectiva que el deseo.  Sin embargo, dejo el tema sobre la mesa, a la espera de su opinión.

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