Resultará curioso para ustedes, que una persona que se hace pasar por un pájaro marino, y que utilizando alegorías lingüísticas se dedica a fustigar jueces, prensa, premios Nobel futuros, entre otros, se proponga revisar aquí el tema del anonimato en la red. Sin embargo, para este específico asunto, me gustaría desligarme de mi afilado pico para convertirme en un simple proveedor de argumentos en pro y en contra del anonimato en la red, valiéndome de algunos casos muy concretos. Es la opinión de ustedes, publicada o no, la que realmente vale la pena. Por principio, prefiero creer que la opinión de cada uno es mucho más importante que la opinión de los “expertos”, los “analistas”, o los “honorables”.
Para adentrarnos un poco en el tema, me gustaría iniciar, citando el ejemplo de otro colega Blogger, Francisco Bermúdez Guerra, y su blog Blog jurídico de Francisco Bermúdez Guerra. El día de ayer publicó un ingreso en su blog titulado “BERMÚDEZ ERES UN COPIÓN!!! ESO ES LO QUE ES ESTA BASURA DE BLOG!!!”: RESPUESTA A UN VIL COBARDE (No incluyo el link, porque al parecer el mismo administrador del blog ha optado por eliminar el ingreso del blog). Francisco, quien a diferencia mía siempre ha manejado un perfil abierto, sin pseudónimos ni metáforas, lleva en este asunto bastante más tiempo que yo y, en consecuencia, tiene más experiencia en esto. Acepto que me sorprendió sentirlo tan descompuesto. ¿La razón? El comentario de una persona malintencionada que se identificó como Ius, quien le dedicó algunas palabras no muy cariñosas, tildándolo de “copión”, de poco original, además de herir su dignidad de Blogger.
Para adentrarnos un poco en el tema, me gustaría iniciar, citando el ejemplo de otro colega Blogger, Francisco Bermúdez Guerra, y su blog Blog jurídico de Francisco Bermúdez Guerra. El día de ayer publicó un ingreso en su blog titulado “BERMÚDEZ ERES UN COPIÓN!!! ESO ES LO QUE ES ESTA BASURA DE BLOG!!!”: RESPUESTA A UN VIL COBARDE (No incluyo el link, porque al parecer el mismo administrador del blog ha optado por eliminar el ingreso del blog). Francisco, quien a diferencia mía siempre ha manejado un perfil abierto, sin pseudónimos ni metáforas, lleva en este asunto bastante más tiempo que yo y, en consecuencia, tiene más experiencia en esto. Acepto que me sorprendió sentirlo tan descompuesto. ¿La razón? El comentario de una persona malintencionada que se identificó como Ius, quien le dedicó algunas palabras no muy cariñosas, tildándolo de “copión”, de poco original, además de herir su dignidad de Blogger.
Parto de este caso, porque al parecer, se está convirtiendo en regla general que el anonimato de la red se convierta en pretexto para violentar las reglas mínimas de decoro, decencia, e incluso, para cometer delitos. Al menos, esa es la posición de muchos. El caso de Francisco Bermúdez es más curioso aún, porque normalmente es el Blogger quien se vale de esta clase de defensas para poder expresarse con tranquilidad. Para la muestra, mírenme a mí. En mi caso, ya he tenido la oportunidad de explicar mis motivos, y probablemente en el futuro me referiré nuevamente al tema. La pregunta subyacente es: ¿donde trazamos el límite entre la libertad de expresión, y la dignidad e integridad moral de las personas a las que nos referimos?
En mi caso particular, debo sostener que tiendo a ser bastante crítico en mis posiciones. Cuando puedo hacer uso de la ironía, el sarcasmo, lo mordaz, probablemente lo haré. Sin embargo, parte del presupuesto que no me invento hechos donde no los hay. Precisamente, y más siendo abogado, debo distinguir entre el hecho indicador y el hecho indicado. Trabajar el indicio no solo opera para los abogados litigantes, o los profesores de derecho procesal, sino también para quienes buscamos interpretar situaciones. La interpretación parte de hechos y de pruebas, y a partir de allí cada cuál llega a sus propias conclusiones. Lo que no parece dar muestras de fair play, es que aparte de fustigar a una persona con nuestras opiniones, inventemos que ha hecho cosas que realmente no ha hecho, o afirmemos que no ha ocurrido lo que sí ocurrió.
El caso de Francisco Bermúdez, no ocurre mucho con los blawgs (blogs jurídicos), tal vez por la clase de público a los que están dirigidos. Eso, y porque los autores de los blogs normalmente son abogados, y tienden a saber qué hacer en estos casos. Por ejemplo, en el ingreso de Francisco, se podía apreciar de qué manera, logró detectar la IP del computador de Ius, sabía a quién acudir con esa información. También tenía claridad acerca de las consecuencias jurídico-penales de ser acusado de haber cometido la conducta de violación de los derechos morales de autor, en otras palabras, de plagio, sin haber cometido la conducta. Pasamos de violación de los derechos morales de autor a calumnia. Tal vez la astucia de nuestro amigo Ius, le pueda salir costosa.
Sin embargo, el anonimato en la red se presta también para que esta serie de conductas se presenten habitualmente. En un país como Colombia, donde la agresividad no nos es del todo desconocida, es usual encontrar ciudadanos de la red que descargan su ira contra el autor de columnas de opinión, de artículos de prensa, y en menor medida, de los blogs. Afortunadamente para mí, esto no me ha ocurrido en el poco tiempo que llevo utilizando este espacio. Sin embargo, debemos recordar que el escritor Daniel Samper Pizano, hace algunos años, debió cerrar el foro que se había creado en torno a sus columnas, por la cantidad de improperios que allí se consignaban. Estadísticamente, la cantidad de insultos que se ventilaban en el foro eran de un porcentaje más alto que el índice de popularidad que tuvo el Presidente Uribe después de la Operación Jaque. Calculen.
Probablemente, a estas alturas, algunos dirán que el anonimato es perverso y debe erradicarse. Sin embargo, veamos otro caso puntual que nos sirve para considerar la posición contraria. Si revisan el ingreso del blog Perunotas titulado “Condenan a blogger por acusar a jueza de prostituirse en al poder” encontrarán el caso de un Blogger norteamericano que se despachó contra una jueza de Singapur. El motivo de su condena fue haber asegurado en su blog, que "La jueza Belinda Ang se está prostituyendo ella y todo el proceso por no ser más que la empleada de Lee Kuan Yew y su hijo, y por cumplir sus órdenes" (cita tomada del ingreso atrás referenciado).
Si eso es por decir que una jueza se prostituyó al poder, qué me podría ocurrir por ejemplo a mí, por despacharme contra Baltasar Garzón, o contra cualquiera de nuestros “Honorables” Magistrados? De pronto podría terminar en Guantánamo, mientras me preparan un proceso en España. Personalmente, no creo que mi caso de para que se desgasten tanto intentando callar a un Blogger no tan popular. Este caso plantea demasiados interrogantes. ¿El problema es decir que se prostituyó, o haber utilizado el término “prostituyó”? ¿El problema era manifestarlo, o manifestarlo en un blog? ¿El problema es porque se refería a una jueza? ¿Será que si algún compañero Blogger hubiera manifestado hace dos meses que Guillermo León Valencia Cossio se le prostituyó a la mafia, habría sido procesado por referirse a un alto e intachable funcionario de la Fiscalía General de la Nación? ¿Y si lo escribe hoy? Sumémosle a eso que nuestro amigo Blogger no se llama Juanito Díaz sino El reivindicador. ¿Cambia algo?
En anterior oportunidad he mencionado que algunos colegas litigantes están siendo investigados por el Consejo Superior de la Judicatura, por manifestar su desacuerdo con las decisiones de la Corte Suprema de Justicia. Funcionarios de Gobierno están siendo investigados por la Procuraduría, por la misma razón. ¿Si los investigan a ellos por manifestar su desacuerdo, será que tendrían piedad con un Blogger o con una persona que comenta en la página de Internet de un periódico? Creería que no. Otra cosa es que para estos individuos, nuestra opinión sea irrelevante (y aquí me utilizaré como ejemplo), y eso se basa en que mi opinión, por ejemplo es leída por unas 20 personas en el día. La pregunta que surge es si respetarían mi opinión igual, suponiendo que me leyeran unas 5000, y que me citaran los medios de comunicación de mayor difusión. Nuevamente, creería que no. Por el momento, somos fantasmas, saben que existimos, pero mientras no los asustemos, no importa porque no les hacemos daño.
Tomado de http://foroarchivos.infojardin.com
En estos momentos, por no ser opiniones que sean relevantes en el medio, no se presta mucho atención a los comentarios de los autores de blogs, ni a quienes comentan en diarios, revistas, entre otros. No es lo mismo que 1000 blogs en Venezuela tilden a Chávez de violador de derechos, a que la afirmación sea hecha por Vivanco (el de Human Rights Watch), así los fundamentos sean los mismos. Tal vez por razones como esas, algunos se vuelven El vengador, el justiciero, The opinator, o como en mi caso: Gaviota. Algunos lo hacen por motivos diferentes, pero es un derecho que tienen a utilizar pseudónimos.
La discusión no es irrelevante. De hecho, día a día el tema se está tocando más, en la blogosfera, así como por fuera de ella. Para la muestra, los invito a que revisen el artículo contenido en el blog Bloguer Law titulado “Cosas que nunca tiene que hacer un Blogger. Una pincelada de derecho penal”, que a pesar de no referirse a la legislación colombiana, es igualmente útil para quienes buscan respuestas en Colombia. Eso sí, el contexto y el lenguaje es bastante jurídico (advertencia para los no abogados). De otra parte, los invito a que revisen el reciente editorial del diario El Tiempo, titulado “Responsabilidad de los ‘blogs’” donde pueden encontrar argumentos adicionales para formar su propia opinión. Mientras tanto, me volveré a vestir de plúmifera para intentar planear a través de los aires fétidos, que no dejan de soplar.
En mi caso particular, debo sostener que tiendo a ser bastante crítico en mis posiciones. Cuando puedo hacer uso de la ironía, el sarcasmo, lo mordaz, probablemente lo haré. Sin embargo, parte del presupuesto que no me invento hechos donde no los hay. Precisamente, y más siendo abogado, debo distinguir entre el hecho indicador y el hecho indicado. Trabajar el indicio no solo opera para los abogados litigantes, o los profesores de derecho procesal, sino también para quienes buscamos interpretar situaciones. La interpretación parte de hechos y de pruebas, y a partir de allí cada cuál llega a sus propias conclusiones. Lo que no parece dar muestras de fair play, es que aparte de fustigar a una persona con nuestras opiniones, inventemos que ha hecho cosas que realmente no ha hecho, o afirmemos que no ha ocurrido lo que sí ocurrió.
El caso de Francisco Bermúdez, no ocurre mucho con los blawgs (blogs jurídicos), tal vez por la clase de público a los que están dirigidos. Eso, y porque los autores de los blogs normalmente son abogados, y tienden a saber qué hacer en estos casos. Por ejemplo, en el ingreso de Francisco, se podía apreciar de qué manera, logró detectar la IP del computador de Ius, sabía a quién acudir con esa información. También tenía claridad acerca de las consecuencias jurídico-penales de ser acusado de haber cometido la conducta de violación de los derechos morales de autor, en otras palabras, de plagio, sin haber cometido la conducta. Pasamos de violación de los derechos morales de autor a calumnia. Tal vez la astucia de nuestro amigo Ius, le pueda salir costosa.
Sin embargo, el anonimato en la red se presta también para que esta serie de conductas se presenten habitualmente. En un país como Colombia, donde la agresividad no nos es del todo desconocida, es usual encontrar ciudadanos de la red que descargan su ira contra el autor de columnas de opinión, de artículos de prensa, y en menor medida, de los blogs. Afortunadamente para mí, esto no me ha ocurrido en el poco tiempo que llevo utilizando este espacio. Sin embargo, debemos recordar que el escritor Daniel Samper Pizano, hace algunos años, debió cerrar el foro que se había creado en torno a sus columnas, por la cantidad de improperios que allí se consignaban. Estadísticamente, la cantidad de insultos que se ventilaban en el foro eran de un porcentaje más alto que el índice de popularidad que tuvo el Presidente Uribe después de la Operación Jaque. Calculen.
Probablemente, a estas alturas, algunos dirán que el anonimato es perverso y debe erradicarse. Sin embargo, veamos otro caso puntual que nos sirve para considerar la posición contraria. Si revisan el ingreso del blog Perunotas titulado “Condenan a blogger por acusar a jueza de prostituirse en al poder” encontrarán el caso de un Blogger norteamericano que se despachó contra una jueza de Singapur. El motivo de su condena fue haber asegurado en su blog, que "La jueza Belinda Ang se está prostituyendo ella y todo el proceso por no ser más que la empleada de Lee Kuan Yew y su hijo, y por cumplir sus órdenes" (cita tomada del ingreso atrás referenciado).
Si eso es por decir que una jueza se prostituyó al poder, qué me podría ocurrir por ejemplo a mí, por despacharme contra Baltasar Garzón, o contra cualquiera de nuestros “Honorables” Magistrados? De pronto podría terminar en Guantánamo, mientras me preparan un proceso en España. Personalmente, no creo que mi caso de para que se desgasten tanto intentando callar a un Blogger no tan popular. Este caso plantea demasiados interrogantes. ¿El problema es decir que se prostituyó, o haber utilizado el término “prostituyó”? ¿El problema era manifestarlo, o manifestarlo en un blog? ¿El problema es porque se refería a una jueza? ¿Será que si algún compañero Blogger hubiera manifestado hace dos meses que Guillermo León Valencia Cossio se le prostituyó a la mafia, habría sido procesado por referirse a un alto e intachable funcionario de la Fiscalía General de la Nación? ¿Y si lo escribe hoy? Sumémosle a eso que nuestro amigo Blogger no se llama Juanito Díaz sino El reivindicador. ¿Cambia algo?
En anterior oportunidad he mencionado que algunos colegas litigantes están siendo investigados por el Consejo Superior de la Judicatura, por manifestar su desacuerdo con las decisiones de la Corte Suprema de Justicia. Funcionarios de Gobierno están siendo investigados por la Procuraduría, por la misma razón. ¿Si los investigan a ellos por manifestar su desacuerdo, será que tendrían piedad con un Blogger o con una persona que comenta en la página de Internet de un periódico? Creería que no. Otra cosa es que para estos individuos, nuestra opinión sea irrelevante (y aquí me utilizaré como ejemplo), y eso se basa en que mi opinión, por ejemplo es leída por unas 20 personas en el día. La pregunta que surge es si respetarían mi opinión igual, suponiendo que me leyeran unas 5000, y que me citaran los medios de comunicación de mayor difusión. Nuevamente, creería que no. Por el momento, somos fantasmas, saben que existimos, pero mientras no los asustemos, no importa porque no les hacemos daño.
Tomado de http://foroarchivos.infojardin.com
En estos momentos, por no ser opiniones que sean relevantes en el medio, no se presta mucho atención a los comentarios de los autores de blogs, ni a quienes comentan en diarios, revistas, entre otros. No es lo mismo que 1000 blogs en Venezuela tilden a Chávez de violador de derechos, a que la afirmación sea hecha por Vivanco (el de Human Rights Watch), así los fundamentos sean los mismos. Tal vez por razones como esas, algunos se vuelven El vengador, el justiciero, The opinator, o como en mi caso: Gaviota. Algunos lo hacen por motivos diferentes, pero es un derecho que tienen a utilizar pseudónimos.
La discusión no es irrelevante. De hecho, día a día el tema se está tocando más, en la blogosfera, así como por fuera de ella. Para la muestra, los invito a que revisen el artículo contenido en el blog Bloguer Law titulado “Cosas que nunca tiene que hacer un Blogger. Una pincelada de derecho penal”, que a pesar de no referirse a la legislación colombiana, es igualmente útil para quienes buscan respuestas en Colombia. Eso sí, el contexto y el lenguaje es bastante jurídico (advertencia para los no abogados). De otra parte, los invito a que revisen el reciente editorial del diario El Tiempo, titulado “Responsabilidad de los ‘blogs’” donde pueden encontrar argumentos adicionales para formar su propia opinión. Mientras tanto, me volveré a vestir de plúmifera para intentar planear a través de los aires fétidos, que no dejan de soplar.
8 comentarios:
Estimada Gaviota:
En primer lugar, te felicito por este interesante post que has elaborado.
En segundo lugar, sí el comentario de la persona que se hizo pasar por Ius, me logró descomponer, aunque no tanto, lo suficiente como para decir que seguiré con el blog, y con mayor fuerza.
En tercer lugar, no me molesta el anonimato, yo ya lo había defendido para el caso de los bloguers, en un post que hice sobre una columna de Omar Rincón (está en mi blog de opinión.
En cuarto lugar, a pesar de que tú utilizas un nickname, tus comentarios en mi blog siempre han sido respetuosos, incluso muchas veces no estás de acuerdo con lo que escribo, pero me parece que tus posiciones son respetables.
En quinto lugar, sí borré el post que mencionas por la razón que expones, y es no darle mucha importancia a un cobarde que utiliza mal el anonimato para lanzar infamias, que como tú dices le pueden salir caras.
En sexto lugar, y relacionado con la copia de formatos, pues como dije en ese post borrado, cuando elaboré el blog lo hice a tientas, sin saber cópmo se hacía un blog jurídico, y utilicé el formato universal que millones de blogs utilizan, y le puse mi toque personal, después encontré otros blogs jurídicos que utilizan mi formato, pero no los tacho de copia porque el formato no me pertenece, es como si The New York times le dice al Tiempo que son copiones por utilizar el formato de periódico, es ridículo, pero aún así traté de invertarme un formato original, que después fusilaron otros, pero no ando por allí diciendo que son copiones o que sus blogs son basura. Otra cosa son los contenidos, porque si se copian sí son plagios, y hasta ahora no he tenido la necesidad de copiar una coma de ningún blog afortunadamente, porque es un delito y porque mi creatividad afortunadamente es amplia.
En séptimo lugar, te agradezco por mencionar ese post que borré, por leer mi blog, y bueno, si quieres seguir con tu nickname es respetable y no me opongo a ello, porque como ya te dije en otra oportunidad defendí a los blogs de este ataque por parte de Omar Rincón en un post de mi blog de opinión.
Quedas linkeada dentro de blogs favoritos, un abrazo y saludos, y perdona la extensión de este comentario
Apreciado Francisco,
Agradezco inmensamente el comentario, teniendo en cuenta que la experiencia de ese blog jurídico fue fuente principal de este ingreso. En cuanto a la extensión del mismo, no considero que necesariamente corto sea mejor. Depende de lo que se quiera decir. Además, no soy yo precisamente una muestra de escritura concisa.
En cuanto a lo del impacto de los blogs, normalmente reviso el contenido del blog para generarme una percepción personal. Adicionalmente, reviso quiénes referencian los blogs mediante links o artículos relacionados, y por último, reviso la calidad de los comentarios que allí aparecen.
Cuando los tres elementos coinciden, es indudable que el blog es de muy buena calidad.
Gracias por agregarme como uno de los blogs favoritos, pues me honra saber que uno de los primeros y más reconocidos "blawgers" del país, valore mis opiniones.
Un abrazo. Nos veremos en los respectivos blogs.
Con todo el respeto del Dr. Bermúdez, y luego de haber leído sus dos entradas sobre el tema, pienso que le dió demasiada importancia al impase ocurrido, hecho que lo llevó a caer en un error que José Ramón López referencia bien en el más reciente post de Bloguer Law: responder a un troll.
Ahí si como cantara don RodolFito Páez: "no es bueno hacerse nunca de enemigos que no estén a la altura del conflicto".
Comparto parcialmente la posición. Si bien considero que uno no debe rebajarse al nivel de un troll, tampoco estoy de acuerdo con omitir los comentarios de los lectores, así sean agresivos e infundados, como el caso de IUS.
Tal vez el primer ingreso de Francisco fue mucho más pasional -o visceral si se quiere- y se desdibuja un poco el sentido del ingreso, pero yo sí considero que estos temas deben ser tratados, porque lastimosamente muchos lectores se dejan guiar por el ingreso y por los comentarios para calificar un blog. La réplica debe ser un derecho de cualquier blogger.
En otras palabras, yo creo que sí hay que darle de comer al troll, pero frutas y verduras y no ají picante.
Gracias por el comentario Carlos Javier, porque me parece un punto de vista perfectamente válido.
Saludos.
El debate sobre el anonimato debe tener en cuenta un sustrato ético. Personalmente creo que el anonimato per se no es malo, pero cuando las personas no tienen una ética y el anonimato se convierte en su escudo para escribir improperios sin ton ni son, pues el anonimato se convierte en algo nefasto. Es el caso de los foros en las columnas de opinión.
Mas también esta la perspectiva que debe tener en cuenta que en estos tiempos de fanatismo e intolerancia en que anda el país, no siempre es sensato mostrar el nombre. Mis opiniones en contra del gobierno ya me han valido unos cuantos insultos, por ejemplo.
En mi caso si pongo el nombre y espero que nunca llegue a ser motivo de peligro.
Saludos.
Iván,
Sigo creyendo que el problema radica en el límite en el que las opiniones se toman como insultos. En una oportunidad, ingresé a un blog y manifesté respetuosamente mi desacuerdo con el blogger por sus posiciones acerca de Dios y la justicia.
Esa opinión me valió una serie de insultos por parte del blogger, por lo que decidí no volver a revisar esa página. Sin embargo, el grado de agresividad que manejamos en el país (y en el mundo, en general) es tal que no resulta difícil que el conflicto escale.
El fenómeno de escribir con pseudónimos no es nuevo, pero en nuestro mundo actual, incluso las normas jurídicas se están diseñando bajo el concepto de que existe un enemigo al que le podemos restar derechos. El problema grave se presenta en que no se logra determinar quién se considera enemigo.
En ese grado de paranoia, es posible que cualquiera sea señalado y lapidado por la opinión de muchos otros. Sin embargo, estoy de acuerdo que un manejo ético del anonimato es primordial, pues en esa medida, poco importa si firma Juan, Pedro, Fercho, o el Reivindicador.
Muchas gracias por el valioso comentario.
Saludos.
Gaviota:
En lo personal me gusta dar la cara en toda la extensión de la palabra y por esa razón publiqué desde el primer día mi nombre.
Sin embargo, como usted señala, eso tiene algunas ventajas en cuanto a la credibilidad, pero se corren riesgos complicados: no se imagina el número de amenazas recibidas y la facilidad con que incluso consiguieron la dirección de mi casa. Eso implica un riesgo enorme para la familia que finalmente no tiene nada que ver con lo que uno escribe.
Eso si: creo que las opiniones deben tener un sustento y no simplemente el incurrir en afirmaciones basadas en sospechas o rumores. Poer: los que escriben basados en una intención política clara para destruir la honra de alguien, simplemente por el hecho de la animadversión personal que el personaje les genera.
Respeto a los que utilizan un alias para publicar... en ocasiones, le confieso, también los envidio.
Un abrazo.
Muchas gracias por los comentarios y por el testimonio. De hecho, siempre quise conocer un poco acerca de la experiencia de otros compañeros bloggers que son de opiniones críticas importantes. Leyendo la página de Atrabilioso, encuentro que manejan posiciones que claramente no le van a gustar a muchas personas.
Para todos ustedes, y en especial para su Director, me les "quito el sombrero", pues no debe ser fácil manejar esa clase de presión, sobre todo cuando se meten con los seres allegados.
Por mi parte, desde que inicié este espacio he partido del presupuesto que yo no tengo la razón, que existen muchas opiniones diferentes, pero más importante aún, que lo que defiende el contenido del blog no es mi firma (real) ni el relato de quienes son mis amigos, o mis parientes, o mi cargo, sino el contenido mismo de lo que escribo.
Realmente, hasta este comentario, mucho habíamos hablado acerca de utilizar el anonimato en la red para atacar personas, pero no habíamos discutido la posibilidad de ser atacados, al revelar nuestra verdadera identidad.
Nuevamente, reitero mis respetos a todos los del equipo de Atrabilioso, y cuenten con mi apoyo sincero.
Saludos.
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